La ceremonia decoronación de Carlos y Camilla de Reino Unido nos ha transportado a la Edad Media, origen de este servicio religioso que ha tenido lugar en la Abadía de Westminster y cuya liturgia se ha mantenido prácticamente inalterable desde hace siglos. Uno de los momentos más emocionantes del que ya es el gran acontecimiento de la realeza del año ha sidoel llamado homenaje de la sangre en el que el príncipe Guillermo se ha arrodillado ante su padre y ha realizado un juramento de lealtad.
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Colocando sus manos entre las del Rey y arrodillado ante él como si de un hombre feudal se tratara, Guillermo de Inglaterra ha dicho: “Yo Guillermo, príncipe de Gales, te prometo mi lealtad y te daré fe y verdad, como tu señor de la vida y el cuerpo. Así que ayúdame Dios”, son las emocionantes palabras de un heredero a su Rey, pero también de un hijo a su padre. Después ha tocado la corona de San Eduardo que llevaba su padre con su mano derecha y ha besado la mejilla izquierda del Rey, siguiendo así los pasos de su abuelo, Felipe de Edimburgo, que también juró lealtad a Isabel II, una promesa que cumplió hasta el fin de sus días. Un gesto muy emotivo para el monarca que ha asentido con la cabeza mientras le daba las gracias a su primogénito.
Para este día tan importante en su vida, el príncipe de Gales ha vestido el uniforme de gala de la Guardia Galesa, confeccionado con piel de ante de lana escarlata de Hainsworth, con botonadura sencilla y cuello alto. El bordado con hilo dorado del cuello, puños y faldas traseras ha sido realizado a mano. El puerro plateado en el cuello es el emblema dela Guardia Galesa, de la que Guillermo es coronel desde diciembre de 2022 . Los botones dorados de su chaqueta representan la insignia del regimiento y la insignia en el lado izquierdo son sus ‘Alas’ de piloto de helicóptero que obtuvo mientras prestaba servicio en la Real Fuerza Aérea. Además ha lucido las medallas de los Jubileos de oro, diamante y platino de su abuela, la reina Isabel II. Los pantalones están hechos de lana oscura con rayas escarlata. Además ha lucido el manto de la Orden de la Jarretera así como el collar de la que es la orden de caballería más importante y antigua de Reino Unido.
Guillermo de Inglaterra ha sido el único miembro de la Familia Real británica y de la nobleza que ha hecho el homenaje de la sangre real. Cuando Isabel II fue coronada, el ahora Rey tenía cuatro años y aunque era heredero al trono no estaba preparado para realizar un papel de esta dimensión.
Este gesto se ha producido en la parte de la coronación llamada homenaje y se ha producido después de que el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, también haya expresado al monarca su fidelidad en nombre de la Iglesia. Tras estos dos homenajes, el Arzobispo ha invitado a los presentes y a todo el pueblo a hacer un juramento público que también ha podido ser un momento de reflexión privada. “Hago un llamamiento a todas las personas de buena voluntad del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte y de los demás reinos y territorios para hacer su homenaje en el corazón y en la voz, a su Rey indudable, defensor de todos. Todos los que así lo deseen, en la Abadía y en otros lugares digan juntos: Juro que prestará fiel lealtad a vuestra majestad y a vuestros herederos y sucesores conforme a la ley. Así que ayúdame Dios”.
Aunque este ha sido un momento inigualable, el príncipe Guillermo ha tenido también gran protagonismo al principio del servicio cuando ha colocado al Rey, con ayuda de la baronesa Marrón y de los obispos asistentes, la túnica real al monarca. El príncipe de Gales ha sido el responsable de poner el broche.
La coronación de Carlos es también muy importante para Guillermo de Inglaterra, primero en la línea de sucesión dinástica, ya quees la escenificación de su papel como príncipe de Gales, un título inherente al heredero de la Corona británica. Aunque este papel lo lleva ejerciendo desde hace ocho meses -cuando su abuela Isabel II falleció, su padre automáticamente subió al trono- la coronación ha sido un gesto más que le legitima como futuro monarca.