Las ciudades se visten de fiesta, las pantallas gigantes preparadas para proyectar un pedacito de historia, los ciudadanos ya comienzan a abarrotar las calles -blindadas también por enormes medidas de seguridad. Aunque en un principio la previsión meteorológica avisa de que el paraguas será imprescindible durante toda la jornada, el día ha amanecido soleado. Pocas escenas más londinenses que esta, la de multitud de británicos desafiando la posible lluvia para celebrar los grandes acontecimientos de su monarquía. Este 6 de mayo se abre una nueva era con Carlos III en el trono en la que muy pocos vislumbraban a Camilla a su lado como reina consorte. Es la otra protagonista del día, que será coronada en un acto más breve que el de su marido, pero que para ella, que ha librado mil batallas hasta llegar a este momento, es a la vez el final y el principio de un cuento que nunca sabremos si alguna vez quiso protagonizar.
La guía definitiva para seguir la coronación de los reyes Carlos y Camilla
En estos meses de reinado, desde que el triste fallecimiento de su madre le convirtió en el nuevo monarca, ya ha esbozado las líneas sobre las que quiere que discurra esta nueva etapa para la que llevaba preparándose durante las siete décadas que fue heredero. Mientras tanto, un equipo de más de 100 personas procedentes del Gobierno, el palacio de Buckingham, el Ejército, la policía, la Iglesia y la BBC, entre otros, capitaneadas por el duque de Norfolk, han trabajado incansablemente para que este día esté a la altura de lo que esperan los británicos y deslumbre al resto del mundo.
La coronación se espera que transcurra con el mismo sello que Carlos III quiere para su reinado: equilibrio entre una mayor modernidad y la herencia eterna de Isabel II. Será inevitablemente diferente a la histórica ceremonia de 1953, la primera televisada, pero mantendrá los tradicionales pilares sobre los que se asienta este acto milenario. Alrededor de las 11.20 de la mañana comenzará con la Procesión del Rey desde el palacio de Buckingham a la Abadía de Westminster a bordo del carruaje de Estado del Jubileo de Diamante de Isabel II y seguidos por la Escolta del Soberano, formada por unos 200 militares.
El carruaje en el que se trasladan al templo fue construido para la anterior monarca en 2012 para conmemorar el 60º aniversario de su reinado y solo ha sido usado por el actual soberano de manera ocasional acompañado por su esposa o por algún jefe de Estado de visita oficial en Reino Unido. Esta será una de las diferencias que, no cabe duda agradecerán, ya que la suspensión
Una ceremonia milenaria
Desde las 10 de la mañana las puertas de la Abadía estarán abiertas para recibir a los cerca de 2.300 invitados. La familia real británica y el centenar de jefes de Estado, así como otros mandatarios extranjeros se espera que lleguen sobre las 10.30 horas. Entre ellos, se encuentran los reyes Felipe y Letizia, que aguardarán junto a todos los asistentes la llegada del monarca y su esposa a las 12 en punto. Será un servicio religioso anglicano que se prolongará durante dos horas, pero, con ánimo de representar la diversidad de la Gran Bretaña actual, también tendrán representación en la ceremonia otras fés. La música también se espera que tenga un papel primordial y el propio Rey se ha implicado personalmente en una selección que incluye 12 nuevas composiciones.
Entre tanto, y en línea con el compromiso de Carlos III de acercar la monarquía a los ciudadanos, se ha habilitado también la iglesia de Saint Margaret, un templo del siglo XII al lado de la Abadía de Westminster, para que un grupo de jóvenes pueda seguir el servicio. Además, militares veteranos y personal sanitario y de organizaciones benéficas ocuparán asientos preferentes durante la procesión en la que los recién coronados Carlos y Camilla volverán al palacio de Buckingham.
Las otras reinas consortes de Reino Unido que fueron coronadas antes que Camilla
Esta marcha que seguirá a la ceremonia la realizarán en una carroza de oro -la misma que se ha utilizado en cada coronación desde la de Jorge IV en 1821- y transcurrirá más despacio para propiciar el esperado baño de masas. Les seguirán, miembros de los Windsor y 7.000 efectivos militares de las 400 tropas del Ejército británico y de los países de la Commonwealth. Serán los primeros que, formados en los jardines de Buckingham, reciban con un saludo real a los nuevos reyes, que culminarán la gran ceremonia de coronación con el tradicional saludo desde el balcón de Palacio junto a otros miembros de la familia real. Será una exhibición de las fuerzas aéreas la que ponga el broche a una jornada que pese a estar organizada al milímetro nos deja muchas incógnitas que se irán despejando a lo largo del día, como cuál será exactamente el papel del príncipe Harry o del príncipe Andrés, los miembros que permanecerán en un segundo plano como miembros no activos de la casa real, o quiénes saldrán al balcón a saludar arropando a los flamantes reyes.