Los príncipes de Gales mostraron su lado más divertido y desenfadado durante su visita por sorpresa a un pub en el Soho londinense dos días antes de la coronación del rey Carlos. Guillermo de Inglaterra, de 40 años, y Kate Middleton, de 41, visitaron el Dog & Duck Pub, dondeexplicaron cómo vivieron sus tres hijos, los príncipes George, Charlotte y Louis los ensayos previos al gran día que se hicieron en el la Abadía de Westminster.
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"Sí, lo hicieron, ¡tenemos algunas prácticas más para mantenernos ocupados!", dijo el heredero al trono cuando le preguntaron si los niños habían disfrutado en esos preparativos de la ceremonia en la que el príncipe George ejercerá como paje de su abuelo, Carlos III. También habló de cómo estaba él viviendo estas horas previas a las históricas celebraciones, que se extenderán durante cuatro días: "Estoy muy emocionado, será un fin de semana ocupado".
Por su parte, Kate Middleton confesó que su primogénito está "emocionado" por el importante papel que va a tener y que después de los ensayos "todos están más relajados". Comentó que el ambiente que se creó en los preparativos, en los que también vimos a otros Windsor y a los nietos de la reina Camilla, es "maravilloso" y que la emoción "estaba comenzado a crecer". Sabe que va a ser una "época ajetreada" e indicó que se están "poniendo las pilas".
Durante la visita, los príncipes de Gales han comprobado in situcómo se prepara el personal para un fin de semana de coronación y cómo se viven las horas previas en el West End cuando se espera que decenas de miles de personas lleguen a la capital británica. En una imagen alejada de la pompa y el boato que veremos el sábado, los herederos al trono británico cogieron el metro para trasladarse hasta el Soho, concretamente tomaron la línea Elizabeth desde la estación Acton Main Line.
Se han bajado en Tottenham Court Road, para vivir el ambiente festivo que se respira en la capital británica en las 48 horas previas a la solemne ceremonia que tendrá lugar en la Abadía de Westminster. El matrimonio real protagonizó unas divertidas imágenes durante el trayecto en el que conversaron con los trabajadores del metro londinese (TfL) sobre sus planes para un ajetreado fin de semana festivo como el que se presenta.
La princesa de Gales eligió un elegante look rojo y blanco, compuesto por un abrigo de Eponine London combinado con un vestido Suzannah blanco que usó anteriormente en una cita en Wimbledon, bolso Mulberry, y zapatos de salón de Jimmy Choo, mientras que el príncipe Guillermo eligió un traje y camisa azul sin corbata. A su llegada al pub, miles de curiosos se agolparon en las calles para ver a la pareja protagonista ante esta sorprendente visita yles recibieron con grandes vítores y aplausos.
Una vez en el interior del pub, el príncipe Guillermo quiso servirse él mismo una pinta de cerveza bajo la atenta mirada de un miembro del personal, mientras los testigos alababan su sencillez, naturalidad y maestría. "¡Estás hecho un experto!", exclamó un testigo, a lo que él mismo respondió: "¡No, no lo soy! No soy tan malo bebiendo pintas, pero sirviéndolas...", bromeó. "'¡Bien hecho!", añadió su esposa. Se trata de una cerveza especial de coronación, elaborada por Nicholson's para dicho acontecimiento real.
Durante el fin de semana de la coronación, los pubs organizan una serie de eventos para celebrar la llegada al trono de Carlos de Inglaterra. A la salida del Dog & Duck Pub, conversaron con la multitud allí reunida y no tuvieron inconveniente en hacerse selfies y saludar a los viandantes con la mejor de sus sonrisas.
Un día antes, los príncipes de Gales asistieron junto al resto de la Familia Real a los ensayos de este evento histórico. El Rey fue fotografiado a las puertas de la Abadía de Westminster junto a su hijo Guillermo y Kate, que llegaron con sus hijos, el príncipe George, de nueve años, la princesa Charlotte, de ocho, y el príncipe Louis, de cinco.