La primera visita de Estado de Carlos III y Camilla como Reyes, que se está llevando a cabo estos días en Alemania, está siendo histórica. La Reina consorte ha hecho un despliegue de joyas como no se recuerda, usando una de las piezas más queridas e icónicas de Isabel II. Todo un homenaje a la antigua monarca que tuvo lugar este miércoles por la noche en el banquete de Estado del Palacio Bellevue de Berlín.
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Camilla impactó con la tiara de nido de abeja de Boucheron, llamada oficialmente la Tiara Greville, una pieza grande, imponente y que ya se la ha visto en otras ocasiones. La pieza era una de las favoritas de la Reina Madre. Isabel II se la regaló a su nuera, que la ha lucido en anteriores ocasiones. Fue realizada por Boucheron para la honorable señora Greville (una figura muy conocida de la sociedad británica de principios del siglo XX) en 1921 con gemas recuperadas de otra diadema. Como no tenía herederos directos, dejó a su muerte, en 1942, su considerable colección de joyas a la entonces reina Isabel (después conocida como la Reina Madre).
Jorge VI, marido de la Reina Madre, no veía del todo bien aceptar joyas por lo que el lote permaneció guardado durante algunos años hasta que la madre de Isabel II decidió empezar a lucirla, eso sí, con algunas modificaciones. En el año 1953 Cartier agrandó aún más la tiara con una línea más de diamantes.
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Pero la reina Camilla no se quedó ahí, agregó aún más quilates y brillo con el collar Fringe de la madre de su marido, una soberbia joya de plata, oro y diamantes que la reina Isabel II recibió en 1947 como regalo de bodas por parte de varios importantes financieros de la época.
En la solapa de su vestido de Bruce Oldfield, el mismo diseñador que la vestirá en su coronación, llevaba una miniatura pintada a mano de la joven monarca Isabel II engastada en platino de la orden que se entrega solo a las damas de la Familia Real. También lució la Orden de la Familia de la Reina, la Gran Cruz de la Orden Federal del Mérito, que le fue otorgada en la visita por el presidente alemán y la Garter Star, que era la Orden de la Familia de la reina Victoria. Además, el traje que Camilla se puso en negro con bordados brillates de hojas hacía aún más resaltar las importantes joyas que lució. Por último, unos pendientes largos y una pulsera de diamantes en su mano izquierda completaban un look fastuoso.
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Los invitados a esta cena de Estado, entre los que se encontraba la excanciller Angela Merkel, cenaron carpa marinada con berros, pollo y champiñones con reducción de malta de mora y, de postre, ciruelas pasas y té negro. Todo ello estuvo regado por tres vinos diferentes y cócteles sin alcohol.
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