Seguimos conociendo nuevos detalles sobre el bautizo de Lilibet, la hija menor del príncipe Harry y Meghan Markle, que tuvo lugar hace apenas una semana en su residencia californiana de Montecito (Los Ángeles, EE.UU.) Ceremonia íntima a la que acudieron una treintena de personas, de cuya lista de invitados se está hablando más por las ausencias que por las presencias. Cierto es que el rey Carlos y Guillermo de Inglaterra, los familiares directos del duque de Sussex, no asistieron a la celebración en honor a la pequeña.
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La reacción de Buckingham a la decisión de los duques de Sussex de referirse a Lilibet como princesa
Tampoco estuvieron allí la reina consorte Camilla, ni Kate Middleton con sus hijos George, Charlotte y Louis. Esto es, no hubo ni rastro de la Casa Real británica en el día que la niña iba a recibir el santo sacramento. Al parecer, todos ellos habían recibido la invitación correspondiente pero no viajaron al otro lado del charco por diferentes motivos. Sin embargo, las que no quisieron perderse la cita son las tías maternas del príncipe Harry, Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes.
Lashermanas mayores de la recordada princesa de Gales sí acompañaron a su sobrino y a la pequeña en una fecha, el tres de marzo de este año, que no parecía elegida al azar (tiene cierto aire cabalístico por ser el 3/3/2023). Ambas, según apunta Marie Claire, fueron testigos en primera persona de la liturgia oficiada por el arzobispo de Los Ángeles, el reverendo John Taylor. A continuación, disfrutaron como el resto de un almuerzo y una tarde de baile donde la homenajeada y Archie, el primogénito de los Sussex, acapararon los mimos y atenciones.
Cabe recordar que la 'royal' de 21 meses tiene como segundo nombre Diana, en homenaje a su difunta abuela, de ahí que Lady Sarah McCorquodale (67 años) y Lady Jane Fellowes (66) también sintieran una emoción especial durante el bautizo de quien ya es, oficialmente, princesa Lilibet. Es más, las declaraciones públicas que viene haciendo Harry últimamente sobre lo mucho que se identifica con su madre hace que esto le una todavía más a su familia materna.
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La última vez que vimos públicamente a Sarah y Jane fue el 1 de julio de 2021 durante la inauguración de la estatua querinde tributo a su hermana y está levantada en The Sunken Garden, el que era uno de sus jardines favoritos en el palacio de Kensington. Entre las imágenes que nos dejó aquella mañana, vimos cómo Guillermo y Harry de Inglaterra saludaban cariñosamente a sus tíascon dos besos en la cara y abrazos.
En aquella jornada también se les unió Charles Spencer (58 años), el hermano menor de Lady Di, en un acto privado donde los hijos de Carlos III aparcaron sus diferencias momentáneamente por el amor a su madre, que ese día habría cumplido sesenta. Desde que esta falleciera trágicamente en París en accidente de tráfico el 31 de agosto de 1997, ambos no han perdido el contacto con sus tíos maternos y han mantenido una relación más o menos fluida.
Lady Sarah McCorquodale y Lady Jane Fellowes también asistieron al bautizo de Archie que se organizó en la capilla privada del Castillo de Windsor, el 6 de julio de 2019. Es más, ellas dos formaron parte del posado que la Familia Real británica se hizo entonces el Green Drawing Room, una escena que nada tiene ver con la que se ha producido ahora en relación a Lilibet. Tiempo atrás, las tías de Harry también fueron invitadas a la boda del Príncipe con Meghan Markle, el 19 de mayo de 2018, e incluso una de ellas protagonizó una entrañable lectura dedicada a los novios en la iglesia durante el enlace.
La incógnita sobre si los duques de Sussex acudirán a la coronación de Carlos III sigue en el aire