Archie y Lilibet, los hijos de los duques de Sussex, ya han sido reconocidos como príncipes británicos, un derecho que les correspondía como nietos del soberano. La Casa Real británica acaba de actualizar este jueves por la mañana su página web después de que un portavoz del príncipe Harry usara el título de princesa para confirmar que Lilibet, la hija pequeña del matrimonio, había sido bautizada.
El cambio se ha producido horas después de que se supiera que el rey Carlos informó al Duque en una conversación privada, que se produjo tras el funeral de Isabel II, que asus pequeños se les permitiría tener títulos reales, según ha informado HELLO! Un pacto que se produjo un mes antes de que viera la luz En la sombra, la polémica biografía de Harry en la que critica con dureza a Camillay que estaría detrás de la decisión del monarca de desalojar a los Sussex de su casa británica de Frogmore Cottage.
Aunque Archie, que el día de la coronación de su abuelo (6 de mayo) cumplirá cuatro años, y Lilibet, de 21 meses, se convirtieron automáticamente en príncipe y princesa por ser nietos de un monarca británico, según una patente de Jorge V que rige desde 1917, lo cierto es que la Corona nunca se habían referido con esta dignidad a ellos, sino con el título de Master y Miss hasta este mismo jueves donde ya figuran como príncipe Archie de Sussex y princesa Lilibet de Sussex.
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Hasta ahora, había habido ciertas especulaciones que apuntaban a que quizáel rey Carlos podría emitir una nueva patente para quitar esta dignidad a dos de sus nietos, debido a los dardos que los Sussex lanzaron en su documental para Netflix y en el libro de memorias de Harry. Pese a todo, no ha querido quitarles el que siempre ha sido su derecho.
Aunque el asunto de los títulos se zanjó antes de que finalizara el año 2022, esta semana ha sido cuando Harry y Meghan han usado la palabra princesa por primera vez para referirse a su hija y anunciar su bautizo, una ceremonia íntima y privada que tuvo lugar en la mansión de Montecito (California) de la pareja y a la que estaban invitados los reyes Carlos y Camilla, así como los príncipes de Gales. Ninguno de los cuatro acudió al evento familiar.
Horas después de que se conociera que Lilibet había recibido el sacramento, el Palacio de Buckingham aseguró que la web de la Familia Real “se actualizará a su debido tiempo” para reflejar que los pequeños serán altezas reales, algo que se ha precipitado en las últimas 24 horas.
Según asegura HELLO!, Harry y Meghan planean usar estas dignidades solo en ocasiones formales y quieren que sus hijos tengan la opción,cuando sean adultos, de poder elegir si aceptan estos títulos, a los que tienen derecho por nacimiento, o si los rechazan.
Los nuevos príncipes de Sussex ocupan el sexto y el séptimo puesto en la línea de sucesión al trono, una sucesión que está garantizada porque Archie fue bautizado en Reino Unido por el rito anglicano y Lili lo ha sido en California por la Iglesia Episcopal, que forma parte de la Comunión Anglicana. Según el Acta de Unión, el Acta de Establecimiento y la Declaración de Derechos, los católicos y los nacidos de padres que no estén casados en el momento de su nacimiento quedarían fuera de la línea dinástica.