Losduques de Sussex han bautizado a su hija en una ceremonia íntima celebrada en su casa de Montecito (California) y lo han anunciado mediante un comunicado en el que se refieren a la niña como "princesa Lilibet Diana". Se trata de la primera vez que usan esta dignidad y la reacción del Palacio de Buckingham no ha tardado en llegar, asegurando a Daily Mail que la web de la Familia Real "se actualizará a su debido tiempo" para reflejar los títulos. Hasta ahora los hijos del príncipe Harry y Meghan Markle aparecen como Master Archie Mountbatten-Windsor y Miss Lilibet Mountbatten-Windsor.
Con el fallecimiento de Isabel II en septiembre y la proclamación de Carlos III como nuevo Rey, Archie y Lili se convirtieron técnicamente en príncipes al ser nietos del nuevo monarca. Así lo establece la orden que dictaminó el rey Jorge V en 1917, en la que se recoge que "los hijos de cualquier soberano y los hijos de los hijos del soberano tendrán en todo momento y disfrutarán del título de Alteza Real, con el título de Príncipe o Princesa antes de sus respectivos nombres de pila o sus títulos honoríficos". Esta situación podría revertirse si el jefe del Estado revoca la ley.
Hay otro escenario: que Archie y Lilibet Diana no sean príncipes por decisión de sus padres. Seguirían de esta manera los pasos de la princesa Ana y el príncipe Eduardo, que apostaron porque sus hijos se labraran su propio camino y tomaran la decisión de llevar esta distinción una vez cumplidos los 18 años.Zara Tindall, Peter Philipps y Lady Louise no reclamaron el título cuando llegaron a la mayoría de edad. James, vizconde de Severn, es el nieto más pequeño de Isabel II y ya no le corresponde la dignidad de príncipe porque cuando sea mayor de edad reinará su tío.
En la entrevista que los duques de Sussex concedieron a Oprah Winfrey, que supuso un auténtico tsunami en Reino Unido, Meghan explicó que ni su marido ni ella habían decidido que su hijo Archie (en ese momento aún estaba embarazada de Lilibet) no fuera príncipe. " No querían que mi hijo o hija fuese príncipe o princesa, y no iba a recibir seguridad", dijo haciendo referencia a la Familia Real. Explicaba que para ella es importante que el niño tuviera ese título si eso garantizaba su seguridad. "La idea de que el único miembro de color no fuera a ser tratado como el resto... No tienen derecho a quitárselo. Quieren cambiar lo establecido por Archie. ¿Por qué?", se preguntaba.
Un bautizo con ausencias
La hija de los duques de Sussex ha sido bautizada con casi dos años (los cumplirá en junio) en la fe anglicana, la misma que la de su padre. A diferencia del bautismo de su hermano mayor, ella protagonizó una ceremonia completamente íntima y muy reducida, con unas 30 personas presentes. De la lista de invitados formaban parte los reyes Carlos y Camilla, que han invitado al matrimonio a la coronación, y los príncipes de Gales. Ninguno de los cuatro asistió a la celebración, que ha tenido lugar tras recibir la petición de llevarse sus pertenencias de Frogmore Cottage para que pase a ser la vivienda habitual del duque de York, que a su vez dejará Royal Lodge ante la imposibilidad de hacer frente a todos los gastos de mantenimiento que requiere.