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La brecha entre ellos se hace cada vez más grande y, a día de hoy, parece haber entrado en un callejón sin salida. La relación del príncipe Harry con la Familia Real británica está ahora mismo en punto muerto, más aún después de los recientes acontecimientos acaecidos en el seno de la monarquía inglesa y que se unen a las últimas declaraciones realizadas este mismo sábado por el duque de Sussex.
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Los duques de Sussex pierden Frogmore Cottage, que pasará a ocupar el príncipe Andrés
El pasado miércoles conocíamos que Carlos III había tomado una drástica decisión que afectaba de lleno a su hijo menor, al arrebatarle su residencia londinense de Frogmore Cottage para que viva allí Andrés de York (quien a su vez ha sido desalojado de la imponente Royal Lodge). Por su parte, Harry de Inglaterra reaparecía públicamente hoy como parte de la promoción que sigue haciendo de su libro autobiográfico, En la sombra (Spare).
Aunque no ha hecho mención alguna a la pérdida de ese lugar tan especial reservado para él y los suyos cuando viajan a Reino Unido, el protagonista sí dejaba varias afirmaciones interesantes sobre la mesa durante su charla con el doctor y experto en traumas infantiles, Gabor Maté. Unas palabras que, muy probablemente, no sentarán demasiado bien a los Windsor.
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Entre esas reflexiones, el Príncipe de 38 años hablaba de su papel como padre y decía que no podía imaginarse cómo habría criado a sus niños Archie y Lilibet si todavía fuera miembro activo de la realeza."Perdí bastante (con su marcha de la institución), pero también he ganado mucho y me siento agradecido al ver crecer a mis hijos aquí y comprobar cómo son", explicaba sobre lo que supuso para él y Meghan Markle mudarse a Norteamérica.
"No veo cómo eso hubiera sido posible en ese entorno" dentro de las paredes de palacio, añadía de forma tajante para celebrar que sus hijos se hagan mayores en California, dejando caer así que el ambiente donde él nació y todo lo que le rodea no sería -por su propia experiencia- lo más idóneo para sus vástagos.
Aseguraba también Harry queel haber sido una persona "vulnerable" le ayudará en su faceta más paternal, ya que de aquello ha aprendido lo suficiente como para no transmitir ninguna "experiencia negativa" a sus descendientes. Echando la vista atrás, señala Harry que siempre se sintió "diferente" respecto a los otros integrantes de la Familia Real británica, igual que le pasó en su día a su madre, la recordada Diana de Gales.
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Relataba entonces que cuando era joven y trató de ampliar sus horizontes, la respuesta que recibía habitualmente era la de "volver al redil" y hacer lo que se esperaba de él por su condición de Príncipe. De esta forma, desligarse desde enero de 2020 de sus deberes y obligaciones con la monarquía fue para él una "liberación" y supuso quitarse "un gran peso de encima".
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El amor que siente por su esposa: "Ella me salvó"
Cada vez que se refiere a su mujer, al Duque se le ilumina la cara y esta vez no ha sido diferente. "Es una persona excepcional", dice para describir el amor y admiración que siente por Meghan."Ella me salvó", expresaba de forma romántica no solo por haber formado una familia al lado de la actriz, sino por el "curso acelerado" que le ha dado en otros valores de la vida.
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Aquí es donde abordaban el tema del racismo, sobre cómo -según él- trataban a la madre de sus hijos mientras estaban en Reino Unido. Harry de Inglaterra ha señalado que esta "lacra social" afecta no solo a su esposa sino a muchas otras personas, en relación al "sesgo inconsciente que todos tenemos" según el color de piel del prójimo. Por ello, se trata de "corregir los errores" que están ahí a la hora de relacionarnos con los demás para no caer en conductas que puedan hacer daño al resto.
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La aparición del príncipe Harry, en un formato diferente al habitual
Lo de hoy no ha sido una entrevista al uso a cargo de un periodista o presentador con el formato clásico de preguntas-respuestas, tal y como vimos este año en las apariciones públicas y televisadas del duque de Sussex. Se trataba de una conversación de tú a tú con el mencionado especialista y un ejercicio de introspección por parte del Príncipe.
Es decir, el experto iba repasando algunos pasajes -que tenía señalados- de las memorias de Harry y los leía en voz alta, dando pie a que su interlocutor explicara en mayor profundidad lo que había querido decir ahí. Posteriormente, el doctor trasladaba al protagonista algunas cuestiones que habían enviado por mail personas anónimas desde distintos puntos de Norteamérica, interesadas en conocer la opinión del Duque sobre diversostemas que le afectaban a él de manera directa.
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El encuentro, que tuvo una duración exacta de 90 minutos (hora y media), era retransmitido de manera virtual y, para poder presenciarlo desde España, se debía abonar una cantidad total de34.29 libras (38.67 euros) en la cuenta correspondiente de Penguin Random House, organizadora del evento y editora de la obra autobiográfica Spare. Dicho precio incluía el visionado -que tuvimos la oportunidad de seguir en directo- y un ejemplar del libro del príncipe Harry que enviarán por correo a una direción determinada.
El especialista diagnostica un posible trastorno al príncipe Harry
Durante la charla, el médico transmitía a su "paciente" un diagnóstico relacionado con la salud mental que, según detallaba, le había detectado. Es el TDAH, trastorno por déficit de atención e hiperactividad que Harry vendría arrastrando desde pequeño. "Veo muchos signos de trauma aquí pese a pertenecer a una de las familias más ricas, poderosas y privilegiadas del mundo", le decía.
No es en cualquier caso "una enfermedad", aclaraba, sino "una respuesta al estrés lógico" que el hermano del príncipe Guillermo tuvo que soportar cuando era niño. Es decir, su reacción normal para encajar dos golpes tan duros como fue primero el divorcio de sus padres y, posteriormente, la trágica muerte de su madre en accidente de coche.
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Harry, que escuchaba con mucha atención estas palabras del doctor, bromeaba después con él al darle las gracias por esta "sesión gratuita" que le había dado. Eso sí, el Príncipe también llegaba a confesar los "pequeños episodios de depresión" que había atravesado durante su vida.
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Harry de Inglaterra hablaría también de algo que ya refleja en su obra y es el hecho de haber probado sustancias estupefacientes comola cocaína y la marihuana. Explicaba que la primera no le aportó "nada" cuando la tomó en su juventud con "afán recreativo", mientras que la segunda sí "me ayudó" en cierta manera, ha comentado sin entrar en más detalles.
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Finalmente, al hablar sobre los motivos que le llevaron a publicar este libro que sigue trayendo cola, Harry reiteraba que no lo ha hecho para denunciar nada en concreto. "No soy una víctima", ha recalcado sobre sí mismo mientras defendía que tampoco busca una mayor "empatía" de la opinión pública ya que su único objetivo es, según dice, poder contar su historia sin que otros lo hagan por él.
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