Para los duques de Sussex, Frogmore Cottage era un sueño hecho realidad. Con estas palabras se refería el príncipe Harry en sus memorias a la casa de Windsor en la que vivió con Meghan Markle y su hijo Archie sus últimos meses en Reino Unido. Desde su mudanza a Estados Unidos era su campamento base cuando regresaban, pero esto solo ocurrió tres veces en tres años. Mientras tanto, el presupuesto asignado al príncipe Andrés no alcanza para continuar viviendo en el imponente Royal Lodge. Con Carlos III haciendo filigranas para encajar al gusto de todos (o no) la nueva monarquía más atomizada y austera, era cuestión de tiempo que la ecuación se despejara conel duque de York ocupando la vacía Frogmore Cottage.
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"Podemos confirmar que al duque y la duquesa de Sussex se les ha solicitado abandonar su residencia de Frogmore Cottage", ha declarado a HELLO! un portavoz de la fundación Archewell. El Rey habría iniciado las conversaciones con su hijo y su nuera para gestionar el desalojo en enero, según ha adelantado The Sun. En aquel momento, la relación entre Buckingham y los Sussex estaba probablemente más tensa que nunca ya que acababan de ver la luzlas explosivas memorias del príncipe Harry. Aunque no ha trascendido la fecha exacta en la que la residencia deberá liberarse, las fuentes consultadas por la prensa nacional sitúa la salida definitiva de los Duques a principios de verano, es decir, después de la Coronación.
Así han reaccionado los duques de Sussex
Omid Scobie, periodista muy cercano a la pareja, asegura queHarry y Meghan se quedaron en shock al saber que iban a perder su refugio británico, un término especialmente adecuado teniendo en cuenta la preocupación por la seguridad que tiene el hijo menor de Carlos III. Las últimas veces que viajó a su tierra lo hizo con protección privada y mantiene un litigio con el Ministerio de Interior británico para que le garantice a él y a su familia el mismo nivel de seguridad del que disponía antes de abandonar sus obligaciones reales. Al menos en Frogmore Cottage, situado en los terrenos del castillo de Windsor, no podían encontrarse mas protegidos, era, en palabras de Scobie, "el único lugar seguro que les quedaba".
Además de perder un hogar que entendían seguro para ellos y en el que invirtieron dos millones de libras en una reforma que devolvieron tras su salida al erario público, el nuevo inquilino que disfrutará de los jardines que tanto le gustaban al príncipe Harry será el príncipe Andrés, es decir, el miembro más incómodo de los Windsor. Sin Isabel II, que daba su sitió a su hijo en lo personal pese a las polémicas, el duque de York está cada vez más arrinconado en la casa real de Carlos III y, como era de esperar, la distribución de los fondos privados no le ha beneficiado por lo quedebe trasladarse a una residencia más asequible.
Los primeros inquilinos de Frogmore Cottage fueron la reina Carlota y sus hijas y también sirvió de residencia para el secretario de la reina Victoria. Se encuentra enclavada en una de las alas de Frogmore House, una casa de campo inglesa del siglo XVII, que fue durante 300 años el refugio favorito de la Familia Real y que en 2019 acogió el anuncio de compromiso de los duques de Sussex.La joya de la corona de esta vivienda son sus jardines, para Harry, uno de sus lugares favoritos del mundo. Tanto es así, que cuando tuvo que actualizar su testamento con motivo de un viaje como soldado los eligió para que, llegado el caso, le dieran allí sepultura,como contó en sus memorias. Los jardines están surcados por estanques poblados de cisnes, a los que los duques de Sussex incluso les pusieron nombre cuando pensaban que allí verían crecer a sus hijos.
El príncipe Harry y Meghan Markle se trasladaron a Frogmore Cottage en octubre de 2018 después de que la Reina les cediese la propiedad. Durante poco más de un año disfrutaron de un hogar que creían destinado para ellos, tal y como el hijo de Carlos de Inglaterra y Diana de Gales explica en En la sombra. Finalmente, estuvieron allí poco más de un año, pero vivieron algunos de los momentos felices que quisieron compartir en su documental de Netflix, donde gracias a algunas de esas imágenes pudimos ver con relativo detalle la cocina.
Tras su mudanza, no ha estado vacía todo el tiempo. Además de sus contadas visitas, durante una breve temporada su prima Eugenia de York, hija menor del príncipe Andrés, y con la que siempre han mantenido una estrecha relación, residió en la casa con su marido Jack Brooksbank mientras esperaban su primer hijo.
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