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Todo está en marcha para la coronación de Carlos III, que tendrá lugar el 6 de mayo en la Abadía de Westminster. En una solemne ceremonia religiosa el monarca será “ungido, bendecido y consagrado” a la vez que su esposa Camilla, que ha evitado la polémica y llevará una corona diferente a la de la anterior reina consorte, la Reina Madre. La esposa del monarca portará en el gran acontecimiento royal del año la corona de la Reina María de Teck, bisabuela de su marido, que llevó en 1911 cuando su marido Jorge V fue coronado.
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Había gran expectación y controversia por saber cuál sería la joya por la que se decantaría Camilla ya que su predecesora llevó en la coronación de Jorge VI, padre de Isabel II, una pieza con el diamante Koh-i-Noor, que es reclamado por varios países y que habría despertado cierto nerviosismo en el sector político por el recuerdo “doloroso” del pasado colonial de Reino Unido.
Camilla también rompe con la tradición y será la primera vez en la historia reciente del Reino Unido que se reutilizará una corona para una consorte, en lugar de crear una nueva, en aras de la sostenibilidad y la eficiencia, algo que está marcando el reinado del rey Carlos, según informa Hello! De hecho, la espectacular obra de orfebrería ya ha sido retirada de la Torre de Londres, donde se exhiben las joyas de la Corona, para realizar algunos trabajos antes del gran día.
Los diamantes preferidos y más valiosos de Isabel II
A pesar de no ser de estreno, la corona tendrá modificaciones que reflejarán la individualidad de la Reina. Camilla quiere rendir un homenaje a Isabel II y por eso colocará en su diadema los fascinantes diamantes Cullinan III, IV y V, que formaron parte del joyero personal de la recordada soberana y que usó en muchas ocasiones, la mayoría de las veces en forma de broches.
El Cullinan es el mayor diamante hallado en toda la historia y proviene de una mina de Sudáfrica y en origen pesaba más de 300 quilates (600 gramos). Debe su nombre a Thomas Cullinan, el propietario de la mina en donde se encontró. La piedra preciosa en bruto se regaló por su cumpleaños al rey Eduardo VII quien ordenó tallarla en 1906. Dadas sus dimensiones, de la original se obtuvieron 150 piedras talladas que fueron bautizadas por su peso como Cullinan I, Cullinan II, Cullinan III, Cullinan IV y Cullinan V. La primera, la más espectacular, se encuentra engastada en el cetro, que el 6 de mayo Carlos III portará junto con el orbe.
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La corona de la reina María de Teck, que 112 años después llevará la reina Camilla fue encargada a la joyería londinense Garrard y será la primera vez en tres siglos que una corona de reina consorte sea usada por otra. Antes que la esposa de Carlos de Inglaterra, solo otra consorte de Rey en toda la historia de Reino Unido, la reina Carolina, mujer de Jorge II, decidió usar una corona antigua y no de estreno y ponerse la de María de Módena, casada en segundas nupcias con Jacobo II de Inglaterra.
La corona de Camilla está compuesta por un marco de plata, revestido de oro y cuajado por 2.200 diamantes, principalmente de talla brillante con algunos de talla rosa. Tiene una banda calda, engastada en la parte delantera con una réplica en cristal de roca desmontable del diamante Cullinan IV, una gran piedra en forma de cojín y un friso de cuatrifolios y roseta, cada una con un gran brillante en el centro, rodeada de piedras más pequeñas. Sobre la banda hay cuatro cruces y cuatro flores de lis.
Se da la circunstancia de que en origen la corona contenía el diamante Koh-i-Noor, pero en 1914 este y los diamantes Cullinan fueron reemplazados por modelos de cristal y los arcos se hicieron desmontables para poder usarla como un círculo o una corona abierta. María de Teck se la puso así en muchas ocasiones.
Las dos coronas del rey Carlos
Por su parte, el rey Carlos llevará, como manda la tradición de siglos, la corona de San Eduardo, de oro macizo con terciopelo, banda de armiño y rubíes, amatistas, zafiros, granates, topacios y turmalinas, que ya fue retirada hace algún tiempo de la Torre de Londres para adaptarla a las dimensiones del Rey. En torno al final de la ceremonia, Carlos III lucirá la corona del Estado mperial que será con la que salude desde el Palacio de Buckingham.