Su hija es una de las mujeres más queridas de Reino Unido. Es la esposa del futuro Rey de Inglaterra y madre de tres hijos que ocupan un puesto muy importante en la línea de sucesión. Ella es Kate Middleton , ahora princesa de Gales, y un icono en Inglaterra por su estilo en el vestir, su carisma y su estricto sentido del deber.
Sin embargo, detrás de su elegante apariencia, sus pulcros modales y su correcta sonrisa, se esconde el esfuerzo de una madre entregada a la educación de sus hijos, que creció en el Londres de la posguerra, y que se hizo un camino en la vida valiéndose de su trabajo y su determinación. En estas líneas, conocemos un poco más acerca de la vida de Carole Middleton , la hija del albañil que se ha convertido en consuegra del Rey de Inglaterra.
Carole no nació rodeada de lujo y abundancia. Más bien al contrario. Nació en el seno de una familia trabajadora que intentaba sobrevivir a las consecuencias de la guerra. Su padre era albañil, y venía de una familia de mineros (su abuelo y bisabuelo). A medida que la economía del país mejoraba, la situación económica de su familia también. El país fue recuperándose y hubo un incremento de la construcción que benefició el trabajo de su padre. A pesar de ello, Carole abandonó los estudios a los 16 años, ya que no podían permitirse costear su formación universitaria.
Comenzó a trabajar como azafata de tierra para la compañía aérea British Airways, y fue allí donde conoció a Michael Middleton, quien se convertiría en su marido, en 1980, cuando ella tenía 25 años. Juntos tuvieron tres hijos: Katherine, Pippa y James. Entre 1984 y 1987, se mudaron a Jordania, un lugar muy especial para la actual princesa de Gales, porque en él vivió parte de su infancia.
Carole era una mujer ambiciosa, llena de energía, proactiva y muy dispuesta a crear algo ella misma. No quería trabajar para otros sino conseguir el dinero suficiente para empezar su propio negocio. Fue cuando regresaron a Inglaterra, en 1987, que una idea nació en su interior. Ella siempre organizaba pequeñas celebraciones cuando sus hijos cumplían años, y, buscando inspiración, comenzó a hacer sus propios diseños decorativos. Así surgió Party Pieces, la compañía que poco a poco fue convirtiéndose en una fuente de ingresos para la familia, hasta el punto de convertirla en millonaria. El objetivo de la empresa era vender decoraciones para fiestas de cumpleaños, bodas o fiestas temáticas. En sus comienzos, Carole contó con el apoyo de su familia, pues Kate se ofrecía para posar en los catálogos y Pippa se encargaba del blog de la web. Ahora, la empresa ha crecido tanto que ha cruzado el charco hasta llegar a Estados Unidos, donde una cadena de supermercados en Nueva Jersey vende sus productos.
Gracias al éxito de su propio negocio, Carole pudo ofrecer a sus hijos la oportunidad que ella no tuvo: estudiar una carrera universitaria. Su hija Kate pudo matricularse en la Universidad de St. Andrews, donde conocería al príncipe Guillermo. Además, se esforzó mucho en educar a sus hijos con una escrupulosa rectitud y convirtió así a Kate en la futura reina de Inglaterra: su imagen de dama perfecta y estilo impecable, guardar las formas y respetar el protocolo al pie de la letra.
Carole Middleton siempre ha procurado ser muy discreta y mantener el perfil bajo dentro del círculo de la familia real británica, una abuela muy cariñosa que disfruta de los momentos vividos con sus nietos y un gran apoyo para su hija mayor, la princesa de Gales.