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Los duques de Sussex podrían no ser los únicos miembros de la Familia Real británica que vivan en Estados Unidos. Eugenia de York y su marido, Jack Brooksbank, que acaban de anunciar recientemente que esperan su segundo hijo, podrían mudarse a California y más concretamente al exclusivo barrio de Montecito, donde Harry y Meghan se han establecido.
© Getty ImagesAl parecer, la segunda hija del príncipe Andrés había recibido información por parte de los duques de Sussex sobre casas en su urbanización y viviendas en el cercano área del West Hollywood de Los Ángeles y planearían alquilar antes de dar el paso de comprar, según ha informado el Daily Mail.
La hija pequeña de los duques de York ya vivió en tierras estadounidenses entre 2013 y 2015 cuando trabajaba para la casa de subastas Paddle 8 en Nueva York. De momento, la pareja vive a caballo, con su hijo August, de dos años, entre Reino Unido y Portugal, donde Jack trabaja en la promoción inmobiliaria de alto nivel y se da la circunstancia de que su empresa, Discovery Land Company, tiene muchas propiedades repartidas por Estados Unidos.
© Getty Images- La princesa Eugenia comparte emocionada los primeros pasos de su hijo August
Además, el posible cambio de país cerca de los Sussex no sería del todo descabellado puesto que la princesa Eugenia es la prima más cercana a Harry y el único miembro de la Familia Real británica, que se sepa, que les ha visitado en su casa de Montecito. Además, Eugenia y Jack fueron los primeros en conocer a Meghan, tal y como relata el Príncipe en En la sombra, su libro autobiográfico, y la conexión fue inmediata.
© Getty ImagesEste posible cambio de aires se produciría, según el periódico británico, después de que naciera el segundo hijo de la pareja, cuyo anuncio de embarazo lo hizo la propia Princesa con una imagen en la que August besaba la barriguita de su madre. “Estamos muy ilusionados de anunciar que este verano habrá un nuevo miembro de nuestra familia”.
La princesa de York ha hablado sobre la experiencia de la maternidad y cómo le había cambiado la vida, sobre todo, había desarrollado una gran conciencia medioambiental. “Cada decisión que tomo, la hago pensando en crear un futuro mejor para mi niño, el mundo en el que vivirá está en mis manos”, relataba recientemente durante su intervención en el Foro Económico Mundial de Davos.
