Una de las revelaciones más sorprendentes de las memorias de Harry ha sido saber que desde su infancia los pesos pesados de la Familia Real británica –Isabel II, el duque de Edimburgo, Carlos III e, incluso, Diana de Gales- se referían a Guillermo cómo "The Heir" (el heredero) y a él cómo "The Spare" (el repuesto), una palabra que da título a un libro que en su versión en español se traduce como En la sombra. El duque de Sussex explica cómo funciona la jerarquía familiar dentro de la monarquía y en que se traduce. "Mi familia me había declarado una nulidad, el Repuesto. No me quejaba, pero tampoco necesitaba recrearme en ello. Resultaba mucho mejor, en mi opinión, no pensar en ciertos detalles, como la regla fundamental de los viajes reales: mi padre y William jamás podían ir juntos en el mismo vuelo, porque no debía existir ninguna posibilidad de que el primero y el segundo en la línea sucesoria al trono fallecieran de un plumazo. Sin embargo, a nadie le importaba un pimiento con quién viajara yo; el Repuesto siempre se podía reponer".La biografía de Harry está llena de explicaciones como esta y también dedica algunos pensamientos a otros familiares que cómo él tenían o tienen un lugar en la Casa Real solo "por si acaso".
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Jorge VI, el repuesto que llegó al trono
Si en la monarquía británica hay un repuesto célebre ese es Jorge VI, padre de Isabel II y abuelo de Carlos III. Él nació siendo el segundo hijo del soberano y, por tanto, duque de York. No se preparó para el trono, tampoco iba en su carácter introvertido, tímido e inseguro pero la renuncia de su hermano mayor, Eduardo VIII, para casarse con la estadounidense dos veces divorciada Wallis Simpson hizo que no tuviera elección. Jorge VI pasó a la historia como un buen rey, por superar sus obstáculos personales (el más conocido fue su tartamudez) y renunciar a una vida cómoda para asumir el trono de forma inesperada. Su mujer, lsabel Bowes-Lyon fue su mejor aliada, la historia la recuerda como la Reina Madre y Harry la llamaba, igual que Carlos III, Gan-Gan. "Ojalá le hubiera preguntado por su marido, el rey Jorge VI, que había muerto joven. O por su cuñado, el rey Eduardo VIII, a quien al parecer detestaba. Eses hombre había renunciado a la Corona por amor. Y Gan-Gan creía en el amor, pero nada era más importante que la Corona", cuenta Harry.
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Margarita, el repuesto que más sufrió por amor
Jorge VI y la Reina Madre solo tuvieron dos hijas: Isabel II y la princesa Margarita, su repuesto, una mujer que se conoce principalmente por tener una vida triste con grandes amores frustrados por no ser aprobados por la Casa Real. "A medida que me hacía mayor, me asaltaba la idea de que la tía Margo y yo deberíamos haber sido amigos, ya que teníamos muchas cosas en común. Éramos dos Repuestos. Su relación con la abuela no era exactamente igual que la mía con Willy, pero se le parecía mucho.La rivalidad latente, la intensa actitud competitiva (fomentada en gran medida por el hermano mayor); todo me resultaba muy familiar", cuenta Harry en su libro.
Andrés, el flamante repuesto que cayó en desgracia
Desde su vinculación con el Caso Epstein, cerrado a golpe de chequera y sin pasar por un tribunal, el príncipe Andrés vive en el ostracismo y parece una figura irrecuperable para la vida oficial, pero no siempre fue así, durante mucho tiempo él fue el repuesto que más brillaba y por tanto que más sombra hacía a su hermano mayor, Carlos III. En su juventud fue considerado el más atractivo y carismático de la Familia Real, tenía un carácter distinto al del príncipe de Gales, más extrovertido y seguro, era un "tipo duro", al gusto del duque de Edimburgo y, por si fuera poco, participó en la Guerra de las Malvinas regresando convertido en un héroe nacional. Además, tenía una relación más cercana a Isabel II, la tuvo hasta el final, en parte porque él no tenía la presión de ser el heredero. En definitiva, el príncipe Andrésera un repuesto incómodo, uno de los que reivindican un espacio público propio, el duque de York hizo este reclamo para él y para sus hijas durante toda su vida, pero cuando su nombre se vio vinculado al Caso Epstein (tráfico de menores) el héroe entró en caída libre y ni su madre, que durante un tiempo lo intentó, pudo frenarlo. Harry no habla de él en el libro en su papel de repuesto, pero sí hace una breve mención de lo injusto que había sido que a él y a Meghan le hubieran retirado la seguridad y a Andrés no. "A pesar de estar involucrado en un escándalo vergonzoso, acusado de haber abusado sexualmente de una chica joven, nadie había sugerido siquiera retirarle la seguridad", comenta Harry en su biografía.
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Harry, el repuesto más peligroso
Hasta otoño de 2019 nadie podía pensar que la relación entre Guillermo y Harry terminaría así, ya que durante toda la vida habíamos creído que los hermanos unidos por la trágica muerte de su madre eran una unidad indivisible. Sin embargo, poco a poco, fue quedando en evidencia que esa relación idílica tenía fisuras algunas muy profundas y que se remontaban a la adolescencia, mucho antes de que Meghan Markle entrara en la Familia Real. Si algo ha querido dejar claro el duque de Sussex en este libro es precisamente eso: su relación estuvo marcada por la jerarquía familiar, los celos, la competitividad y una rivalidad extrema. En su libro Harry cuenta que tenía veinte años cuando oyó por primera vez la historia de las supuestas palabras de Carlos III a Diana de Gales el dí que nació: "¡Maravilloso! Ya me has dado un heredero y un repuesto; he cumplico con mi trabajo". Ahora Harry, que en otro tiempo fue un brillante y carismático repuesto, se ha convertido en el miembro más peligroso de la Familia Real británica, eso sí, ahora que está fuera a no existe el temor de que pueda eclipsar a su hermano mayor.
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Anna y Charlotte, repuestos que juegan en otra liga
El caso de la princesa Ana y de la princesa Charlotte son distintos, aunque las dos tienen en común que nacieron después de un varón destinado a ser príncipe de Gales. La princesa Ana vio como sus hermanos pequeños (los príncipes Andrés y Eduardo) y después todos sus sobrinos le adelantaban en la línea sucesoria solo por ser hombres. Así que tuvo claro desde su juventud que, aunque su madre insistiera en darle una posición destacada, creando para ella el título de Princesa Real, ella estaba destinada a ser siempre una secundaria y en ese papel ha sido la mejor. De hecho, se convirtió en una pieza imprescindible en el reinado de Isabel II y ahora su hermano, el rey Carlos III, ha forzado a la Cámara de los Lores para que ella pueda ser una de sus regentes en caso de necesidad. Una reforma de Isabel II impidió que a la pequeña princesa Charlotte le adelantara su hermano Louis, sin embargo, esto no quiere decir que ella vaya a ejercer de repuesto ya que los Windsor tienden a dejar a las mujeres un protagonismo más mediático y menos institucional.
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¿Cómo será el papel de Louis en el futuro?
De momento solo tiene 4 años y ya se ha metido a los británicos en el bolsillo por tener una espontaneidad que sus hermanos mayores, George y Charlotte, no tuvieron, ya que ellos son expertos en protocolo. La Casa Real lo sabe y lo potencia haciendo guiños sobre el pequeño en redes sociales. Sin embargo, al margen de la frescura que desprenden de forma natural, es evidente que tanto Charlotte como Louis son el repuesto, a pesar de que es probable (o al menos deseable) que en esta era ya no se refieran a los niños así, como heredero y repuesto, algo que, según Harry, era lo habitual cuando él era pequeño. En una de las entrevistas que dio para promocionar sus memorias dijo que este tema le preocupaba: "Aunque William y yo hemos hablado de eso una o dos veces, y él me ha dejado muy claro que sus hijos no son mi responsabilidad, todavía siento una responsabilidad sabiendo que, de esos tres hijos, al menos uno terminará como yo, el repuesto".