Durante 35 años el príncipe Harry fue un Windsor y siguió el lema de la Familia Real:'Nunca te quejes, nunca te des explicaciones'. Eso implicaba algo más con lo que no estaba de acuerdo: no desmentir informaciones publicadas por los medios de comunicación y no interponer acciones legales. Así que, a lo largo de todos esos años, el duque de Sussex se "mordió la lengua" para no contradecir la máxima que Isabel II impuso a los suyos. Sin embargo, desde que abandonó la Casa Real, en enero de 2020, ha emprendido una cruzada en la que ha señalado a determinado sector de medios británico como los grandes villanos de toda esta historia. Lo hizo en su reciente documental en Netflix y en sus memorias, que se acaban de publicar en nuestro país bajo el título En la sombra, dedica buena parte de las páginas a contar episodios de su vida que en su momento se contaron de un modo distinto.
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Las drogas, una espina clavada
Ya sabíamos, lo destapó la BBC, que a Harry le había dolido enormemente el modo en el que la Casa Real –particularmente la oficina del entonces príncipe Carlos- gestionó el titular que apareció en la prensa en enero de 2002: La vergüenza de las drogas de Harry. Un artículo que lo describía como un consumidor habitual que había estado recientemente en un centro de rehabilitación. En su biografía Harry desmiente esa descripción que se hacía de él y además señala que el "motor principal de esa asquerosa estrategia" era el asesor que Carlos había contratado a petición de Camilla, el mismo que según estuvo detrás de las filtraciones sobre los primeros encuentros de Guillermo y Harry con la que ahora es la reina consorte. "Había decidido (el asesor) que el mejor enfoque para el caso era… sacrificarme a mí”, cuenta Harry. “Mi padre ya no sería más el marido infiel, sino que el mundo lo vería como el pobre padre abrumado que tenía que batallar a solas con un hijo consumido por las drogas", explica Harry.
Sobre su primera vez
Durante mucho tiempo circuló el rumor de que la actriz Elizabeth Hurley fue la primera mujer con la que estuvo Harry, el duque de Sussex no la nombra, pero a cambio hace una descripción de cómo fue ese momento que describe como un “humillante episodio con una mujer mayor”, que sucedió en un campo que había detrás de un pub.
El reproche del príncipe Harry a su madre en sus memorias
El tema de la paternidad
Otra de las historias que circulo durante años y que Harry menciona en sus memorias es el siguiente: “Circulaba por aquel entonces que mi verdadero padre era uno de los examantes de mi madre: el comandante James Hewitt. Una de las casusas del rumor era la cabellera pelirroja del comandante Hewitt […] Lo mismo daba que mi madre hubiera conocido al comandante Hewitt hasta mucho después de que yo naciera: la historia era demasiado buena para dejarla correr”.
El mal estudiante
En su libro el propio Harry reconoce que nunca fue brillante para los estudios y que cuando llegó a Eton –el internado más elitista del país- se sintió abrumado. El duque de Sussex cuenta que le costó, pero al final terminó sus estudios con la única motivación de tomarse un año sabático y luego entrar en el ejército británico. Han pasado años pero Harry recuerda que se publicó que había copiado en su trabajo final de dibujo, lo que venía a apuntalar el retrato que se había hecho de ser el hijo vago, díscolo y tonto. “Desolado, quise emitir un comunicado dar una rueda de prensa, contar al mundo que: ¡yo hice el trabajo! ¡No copié! La Casa Real no me lo permitió. En este caso, y en la mayoría, la Casa Real seguía a pies juntillas el lema familiar: ‘Nunca te quejes, nunca des explicaciones’. Sobre todo, si el que se quejaba era un chico de dieciocho años.
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¿Quién hizo llorar a quién?
Este es uno de los temas sobre los que más se ha hablado en los últimos años. ¿Fue Meghan la que hizo llorar a Kate antes de su boda por los vestidos de las damas de honor? ¿O fue al revés? Harry cuenta que Kate le hizo saber a Meghan que el traje de dama a Charlotte no le queda a bien y ese choque hizo que Meghan se rompiera: “Me encontré a Meg en el suelo. Llorando”, asegura Harry que achaca el disgusto de su esposa a las tensiones y el estrés que vivió antes de pasar por el altar, horas antes de esta pelea había saltado el escándalo de Thomas Markle. Harry también cuenta que Kate no lo había hecho con mala intención y que al día siguiente del encontronazo Kate llevó a la duquesa de Sussex unas flores acompañadas de una nota de disculpa.
El ‘tiaragate’
En noviembre de 2018 The Sun publicó un artículo con este titular: "La Reina advirtió al Príncipe Harry sobre el comportamiento ‘dificil’ de Meghan después de una disputa por la tiara para la boda real". Harry cuenta en su biografía que nunca hubo tensiones entre Isabel II y Meghan, que la discusión la tuvo él con Angela Kelly, asistente personal, consejera y conservadora de la joyería, insignias y guardarropa de Isabel II, que para es la villana del "tiaragate". La versión de Harry es que Meghan estaba feliz con su tiara y el único problema es que Angela Kelly dificultó que se la pudiera probar con tiempo suficiente para hacer las pruebas con el velo y la peluquería.