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Meghan Markle y Kate Middleton no conectaron desde el principio. Aunque podían haber sido las mejores amigas y cuñadas, lo cierto es quelo suyo fue un choque en toda regla. Las diferencias culturales entre ellas, la forma de ver la vida y de mostrar sus sentimientos hizo crecer un abismo entre ellas. A pesar de los esfuerzos, laincompatibilidad era más que patente y gracias al libro En la sombra de Harry hemos descubierto lo que realmente ocurrió en otro momento de gran tensión, durante el primer desfile Trooping the Colour de la duquesa de Sussex, que dejó una imagen de lo más comentada.
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Era el 9 de junio de 2018, Harry y Meghan llevaban menos de un mes casados y la Duquesa se estrenaba por todo lo alto en su primer acto oficial junto a toda la Familia Real británica como mujer casada y royal. Meghan estaba radiante con un vestido rosa empolvado con los hombros al aire - el famoso ‘escote Meghan’- con pamela a juego. Se la veía algo nerviosa en este importante debut.
Toda parecía ir sobre ruedas, los regimientos y los destacamentos del Ejército británico hacían su parada militar en honor a la reina Isabel II, que a pesar de cumplir años en abril, celebraba su cumpleaños oficial en junio, con el acto llamado Trooping the Colour, para que con el buen tiempo los británicos pudieran celebrar en la calle el aniversario del nacimiento de la monarca.
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Según relata Harry en sus memorias el ambiente en el balcón del Palacio de Buckingham, donde los Windsor presencian el desfile aéreo, era animado e imperaba el buen humor“Hasta que… Kate le preguntó a Meg qué opinaba sobre su primer desfile de los colores de los regimientos”. Meghan bromeó al decir que le pareció “colorido”, pero no provocó las risas de nadie, al contrario “se hizo un silencio sepulcral que amenazó con tragarnos a todos”.
Nuevamente las diferencias entre Meghan, norteamericana, y Kate, británica, volvieron a salir a flote yasí se refleja en las imágenes que hay de ese día en que se ve a Kate dirigiéndose a su cuñada ya Meghan en segunda fila, apocada, con la mirada triste y cara de circunstancias.
Harry también cuenta que días después los ahora príncipes de Gales les invitaron a tomar el té “para relajar el ambiente”. Tras las primeros minutos de charla cargada de temas intrascendentes, la duquesa de Sussex se atrevió a plantear que los dos matrimonios no congeniaban. Además del altercado que Meghan y Kate protagonizaron a cuenta del vestido de las damas de honor de la boda, había mucho más y la charla se convirtió en una sucesión de reproches por no haberles regalado nada por Semana Santa. Los Sussex también se mostraron molestos porque los herederos se cambiaran de sitio en el banquete de su boda y así un sinfín de agravios que finalizó con una nueva pelea entre las cuñadas que evidenció su falta de entendimiento.
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