Durante años sobre los príncipes Guillermo y Harry circuló la versión de que eran inseparables: dos hermanos unidos por la pérdida de su madre, una madre que les enseño el valor del amor y de la familia. Parecía que eran cómplices y aliados, los mejores amigos, sin embargo, desde el otoño de 2019 esa imagen idílica comenzó a desvanecerse. A medida que el príncipe Harry se alejaba de la institución y de la Familia Real, se hacía evidente que la relación con su hermano Guillermo era tensa y muy distinta a la que habíamos creído. Rápidamente se buscó una explicación: Meghan Markle, la villana nacional. Incluso se publicó un libro (Battle of Brothers), que apuntaba a que el punto de inflexión en la ruptura entre los hermanos había sido la demanda de acoso laboral contra Meghan, esa que se filtró casualmente días antes de que se emitiera la entrevista de los duques de Sussex con Oprah Winfrey. Así, durante un tiempo, se estableció la idea de que la relación estupenda que tenían Guillermo, Harry y Kate se había roto tras la llegada de Meghan. Sin embargo, la versión que Harry da en su biografía –que ya nos hemos leído, ha salido a la venta hoy y es publicada en nuestro país por Plaza & Janés- es muy distinta. La relación entre los hermanos tiene tanto de amor como de separación, celos, competitividad, lucha física y una eterna rivalidad llevada al extremo por la jerarquía institucional que distingue al que es el heredero del que no lo es.
Amor y separación
Según Harry, porque estas 560 páginas son sus memorias, desde que tiene uso de razón los pesos pesados de la Familia Real británica –Isabel II, el duque de Edimburgo, Carlos III e, incluso, Diana de Gales- se referían a Guillermo cómo "The Heir" (el heredero) y a él cómo "The Spare" (el repuesto), una palabra que da título a una biografía que en su versión en español se traduce como En la sombra. Según el hijo de Carlos III, esta dinámica que se estableció en la infancia materializándose en detalles como que el cuarto de Guillermo tenía que ser más grande que el de Harry, terminó arrastrándose durante toda la vida y marcando su relación. Es más, según apunta Harry en el libro, Guillermo, dos años mayor, a pesar de contar como una ventaja insuperable por ser el heredero, terminó convirtiendo su relación en una competencia constante, llegando incluso a sentirse molesto porque dejaran a Harry elegir el uniforme de su boda con Meghan, mientras que él se tuvo que casar con Kate con el uniforme que decidió Isabel II que le correspondía como futuro rey.
Parecen cosas de niños y es que durante años lo fueron. "Desde que éramos pequeños, Willie (Guillermo) siempre había adoptado esa posición, ante todo. Yo tengo que acudir a él y arrodillarme expresa, directa y oficialmente si no, el heredero no me auxilia", cuenta Harry en unas memorias en las que entrelaza anécdotas de su infancia (menciona constantes peleas físicas y batallas campales usando incluso armas) con otras recientes, como la famosa pelea de la que todo el mundo habla, ya que una de las grandes sorpresas de este libro es descubrir que los príncipes británicos llegaron a las manos en el 2019. La pelea tuvo lugar en la cocina de Nottingham Cottage, la que fuera la casa de Harry en los terrenos del Palacio de Kensington y se inició porque Guillermo acusó a Meghan -que no estaba delante- de ser una persona díficil, maleducada, brusca y de estar enemistada con el personal.
Siempre según las sensaciones de Harry, el enfrentamiento se caldeó en el momento en el que él no actuó bajo la lógica de la obendiencia dinástica. "Había entrado en modo Heredero absoluto y no comprendía porque yo no actuaba en mi papel de Repuesto, como era mi deber", cuenta sobre una pelea que -según su descripción- fue un ataque porque Harry optó por no defenderse. Según el duque de Sussex, Guillermo le agarró por el cuello y le lanzó sobre el cuenco de los perros, que se rompió y terminó clavado en su espalda. "Pasaron dos minutos largos, volvió (Guillermo) con aspecto arrepentido y se disculpó. Caminó hacia la salida, esta vez lo seguí, antes de irse se dio la vuelta y me gritó: 'No es necesario que le cuentes a Meg esto'. '¿Quieres decir que me atacaste?' 'Yo no te ataqué Harold'", narra el duque de Sussex en su libro. "Nos habíamos peleado siendo niños cientos de veces, pero aquello era distinto...", reflexionó Harry. Hay que recordar que poco después se anunciaba la separación de sus oficinas y se hacía evidente que la fantasía de los "Fab Four" (los cuatro fantásticos de la monarquía británica) no era real.
¿Se quieren? En el libro Harry deja claro que sí, lo cuenta desde el principo e insiste con ello al final, pero que su relación ha sido distante desde hace mucho tiempo, mucho antes de que Meghan Markle entrara en sus vidas, prueba de ello es que Meghan conoció primero a Sarah Ferguson y a Isabel II que a Guillermo y Kate. Tampoco Guillermo eligió a Harry como padrino para su boda, según Harry para evitar que fuera él quien diera el tradicional discurso en la recepción. Es más, según Harry se enteró del compromiso de Guillermo y Kate por la prensa, un dato que que de confirmarse sería una evidencia más de que entre ellos esa relación de complicidad y confianza no existía ya en noviembre de 2010.
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Dos desconocidos
La relación entre los hijos del rey además de estar marcada por un factor biológico clave, uno nació para reinar y el otro no, tiene otros ingredientes, como los celos, un asunto que en su caso va más allá ya que tiene el componente de la popularidad necesaria para mantenerse en primera línea de la Familia Real, un asunto del que Harry ya habló en su reciente documental en Netflix. Por otro lado, Harry da detalles que su adolescencia, complicada y dolorosa por la muerte de Diana. Según el duque de Sussex, cuando él ingresó en el internado de Eton, meses después de la muerte de Diana de Gales, pensó que su relación con Guillermo se estrecharía, ya que él estudiaba también en Eton y la institución les había instalado en la misma residencia. Sin embargo, el príncipe Guillermo le dejó claro que no, que allí no se conocían. Harry recuerda este episodio de adolescentes ahora, veinticinco años después, como parte de esta campaña que ha emprendido con el fin de desmentir todas aquellas cosas que no le han dejado aclarar durante toda su vida, entre ellas, cómo fue en realidad la relación con su hermano.
El código secreto
Si bien la relación entre hermanos no era idílica, o al menos no era cómo habíamos creído durante dos décadas años, Harry cuenta en sus memorias que entre ellos había un código secreto al que solo se podía recurrir en situaciones extremas: mencionar la memoria de su madre. "He llegado a sentirme muy mal por todo lo que ha pasado, como si estuviera enfermo de verdad, pero..., pero te juro por la memoria de mamá que yo solo quiero que seas feliz", según Harry esto fue lo que le dijo Guillermo durante una de sus últimas discusiones, cuando ya había dejado la Casa Real británica, cuando ya había dado su entrevista a Oprah Winfrey, concretamente después del funeral del duque de Edimburgo.
Ese juramento demoledor, apelando a la memoria de Diana, dejó helado a Harry y también al rey Carlos, que es retratado por su hijo como una persona calmada que trata de mediar entre los hermanos pero que nunca ha comprendido los motivos y anhelos de su hijo pequeño. Ese juramento era una señal sagrada para ellos, sin embargo, en esa ocasión, el príncipe Harry no le creyó y le contestó: "Lo dudo mucho, sinceramente". A pesar de todo, Harry insiste en que se quieren, aunque su hermano sea, según él, terco y no entienda sus razones para marcharse, sus razones para impulsar una ruptura histórica que ha puesto en peligro el futuro de la institución en general y de Guillermo y su descendencia en particular.