Las memorias del príncipe Harry, tituladas, En la sombra (Spare, en inglés) y editado en nuestro país por Plaza & Janés, han salido este martes a la venta en todo el mundo, después de que el pasado 5 de enero salieran algunos ejemplares a la venta en España. El duque de Sussex hace un repaso a su infancia, a su paso por el Ejército y a la siempre controvertida relación con la Familia Real británica. En este libro, dedicado a su esposa, a sus hijos y a su madre, el Príncipe realiza por primera vez en público un reproche a la princesa Diana y a la forma en la que fueron criados él y su hermano, el príncipe Guillermo, a la vez que critica que le excluyera, junto con su hermano, en su famosa ‘entrevista de la venganza’.
Un hogar carente de amor
Antes del divorcio de sus padres, en 1996, el príncipe Harry, que entonces tenía doce años, vivió con cierto desconcierto la crianza que ejercía Diana de Gales, algo que sorprende pues siempre ha tenido un recuerdo muy afectuoso e idílico de su madre. Ahora reconoce en su libro, a cuyo contenido hemos tenido acceso, que no acaba de comprender que muchas veces ejerciera de madre muy protectora, pendiente y atenta y que otras desapareciera y no pudiera recurrir a ella. Además, auque él era muy pequeño notaba la falta de estabilidad, cariño y amor que predominaba en su hogar.
A todo esto hay que añadir cómo Harry y Guillermo eran los testigos mudos, siendo solo unos niños, de las disputas y los enfrentamientos que sus padres mantenían durante su matrimonio y que eran aireados en la prensa. El Príncipe asegura que su hermano tuvo sospechas muchas veces de que su padre se veía con Camilla, algo que le atormentaba y por lo que sintió remordimientos por no haber dicho nada antes, según relata Harry. De hecho, poco después del nacimiento de Harry, Carlos de Inglaterra fue a ver a la que llama en esta biografía “la otra mujer”.
La exclusión de Guillermo y Harry
Sin embargo, hay un momento en las 560 páginas de este libro, cuya traducción al castellano ha sido realizada por Laura Martín de Dios y Rins Calahorr, en el que el marido de Meghan Markle se sintió excluido y desamparado emocionalmente. Fue durante ‘la entrevista de la venganza’ que su madre concedió al periodista Martin Bashir para el programa Panorama de la BBC en 1995. Ante una audiencia millonaria, la princesa Diana reconoció que eran tres en su matrimonio, con lo que Guillermo y él se quedaron fuera, según cuenta ahora, dando así a entender que ellos también estaban sufriendo las consecuencias de ese triángulo amoroso. "Es legendaria la cita de mi madre de que había tres personas en su matrimonio, pero su cálculo era erróneo. Nos dejó a Willy y a mi fuera de la ecuación".
Sobre esa aparición de la princesa Diana en televisión han corrido ríos de tinta y aunque una investigación posterior ha determinado recientemente que el presentador logró que se sentara tras haberla contado mentiras, habiendo falsificado documentos y un sinfín de manipulaciones, lo cierto es que la madre del actual heredero contó su verdad y nunca dio una imagen de una mujer abatida. Un estudiado plan de comunicación que la valió para que solo unos meses después consiguiera divorciarse de Carlos y no perder a sus hijos.
Dos puntos de vista sobre la 'entrevista de la venganza'
También esta entrevista ha sido punto de fricción entre Harry y Guillermo. Mientras el heredero al trono ha pedido que no vuelva a emitirse, ya que al haber sido engañada considera que Diana dijo cosas sobre Carlos que de otro modo no hubiera mencionado, el duque de Sussex mostró imágenes en su documental para Netflixy habló sobre cómo su madre, a pesar del engaño, contó su verdad tal y como quiso, algo que enfatizó con la escenografía ya que vistió de negro y se pintó la raya del ojo con lápiz oscuro para dar más dramatismo a su relato. Además, a pesar de que se accedió a sentarse ante las cámaras coaccionada, sus palabras no fueron tergiversadas.
Tras el trágico fallecimiento de la Princesa y hasta que Carlos logró casarse con Camilla, el 9 de abril de 2005, se emprendió toda una campaña para que la opinión pública cambiase la percepción que tenían de ella. Así que el primer paso era que sus hijos la aceptaran. Guillermo, por su condición de hijo mayor del heredero fue el primero que recibió la invitación formal en su colegio de Eton en el que estaba interno para conocerla, aunque ya la había visto una vez anterior en Palacio. El príncipe Guillermo estuvo en esta prestigiosa institución educativa en 1995 cuando tenía 13 años y la abandonó en el año 2000, cuando ya era mayor de edad.
Después le tocó a Harry conocer a la mujer causante de la separación de sus padres y que tanto les había hecho sufrir. Un encuentro que fue bastante formal y del que no recuerda mucho. Tras ser presentados de forma oficial Harry cuenta en el libro que su padre les preguntó qué les parecía Camilla y comenzó la estrategia a largo plazo para mejorar la imagen pública de la actual reina consorte. Aunque tanto Guillermo como Harry pidieron a su padre que no se casara con su pareja, ellos se mostraron muy felices por él cuando la boda tuvo lugar.
Quizá en la negativa inicial a esa segunda boda de su padre se escondía una sensación de abandono. Harry asegura en sus memorias que cuando Carlos III como Guillermo se casaron el experimentó un sentimiento de pérdida.