No hay nada que hayamarcado más la vida de Harry de Inglaterra que el fallecimiento de su madre, Diana de Gales. El príncipe Harry recuerda con dolor cómo se enfrentó a la muerte de su madre cuando tenía apenas 12 años y así lo ha contado durante su entrevista con Tom Brabdy para laITV. El duque de Sussex asegura que llegó a pedir ver fotos y el archivo secreto del gobierno acerca del fatal accidente automovilístico en el que murió su madre el 31 de agosto de 1997 en París para cerciorarse de que lo que le habían contado era cierto.
-Las memorias blindadas del príncipe Harry y su estrategia de promoción
"Vi las fotografías del reflejo de todos los paparazzi en la ventana al mismo tiempo", cuenta mientras lee algunos de los fragmentos de su libro Spare (En la sombra) que tanta expectación está generando. "Vi la parte de atrás de su cabello rubio, ya sabes, desplomado en el respaldo del asiento", añade sobre aquellas dolorosísimas imágenes. No obstante, algunas de las fotos más gráficas fueron eliminadas, algo de lo que Harry asegura estar muy "agradecido".
“Pero yo estaba, creo que, en ese momento, estaba buscando evidencias de lo que realmente sucedió, que era cierto”, revela. "Pero también estaba buscando algo que me lastimara porque en ese momento todavía estaba bastante insensible a todo el asunto". El príncipe Harry, que tenía 12 años cuando murió Diana, recuerda el instante tan dramático cuando su padre, el rey Carlos, le habló sobre el accidente, sentado en su cama en el castillo de Balmoral en Escocia y le dijo: "Mi querido niño, mamá ha tenido un accidente de coche'". Harry admite que esperaba que su padre confirmara que la princesa Diana estaría bien, que estaba viva, pero le dijeron que "no lo logró". Aún así siguió pensando que a su madre no le había pasado nada y en cualquier momento llamaría. Ese pensamiento lo mantuvo con el paso del tiempo. Harry, que ahora considera que fue un mecanismo de defensa, estuvo desde los 12 años hasta pasados los 20 convencido de que Diana se había ocultado por voluntad propia para llevar una vida más feliz.
El príncipe Harry asegura que solo lloró una vez, en el entierro de su madre. "Entro en detalles sobre lo extraño que fue y cómo en realidad sentí algo de culpa, y creo que Guillermo también lo sintió, al caminar por el exterior del Palacio de Kensington", revela. "Cincuenta mil ramos de flores para nuestra madre y allí estábamos estrechando la mano de la gente, sonriendo. He visto los videos. Lo he repasado todo. Y las manos mojadas que estábamos estrechando, no podíamos". No entiendo por qué sus manos estaban mojadas, pero eran todas las lágrimas las que se estaban limpiando".
"Todos pensaron y sintieron que conocían a nuestra madre. Y las dos personas más cercanas a ella, las dos personas más amadas por ella, no pudieron mostrar ninguna emoción en ese momento", añade. El duque de Sussex cuenta cómo su familia decidió que los dos hijos de la princesa Diana, el príncipe Harry y el príncipe Guillermo , caminaran detrás de su ataúd en la procesión por Londres en su funeral.
En su libro autobiográfico, el hijo menor de Carlos III también relata el intenso dolor que sintió en su intento por encontrar un final a esa historia. Fue entonces cuando quiso volver al túnel donde falleció su madre. Él tenía 23 años y había pasado más de una década de la muerte de Lady Di. Harry asistía a la semifinal de la Copa Mundial de Rugby de 2007 en París y quiso atravesar el túnel del Alma. El conductor de su vehículo lo condujo a la misma velocidad a la que iba el automóvil de su madre aquel fatídico día, y Harry escribió: "Siempre imaginé el túnel como un pasadizo traicionero, intrínsecamente peligroso, pero era solo un túnel corto, simple y sin lujos".