El príncipe George (9), la princesa Charlotte (7) y el pequeño príncipe Louis (4) fueron unos de los grandes protagonistas del tradicional servicio religioso que se celebra cada 25 de diciembre en Sandringham. Los niños, que cada vez adquieren más responsabilidades como miembros de la familia real británica, se mostraron en todo momento muy simpáticos y cariñosos con todos los allí presentes. Sin separarse de sus padres, los príncipes de Gales, mantuvieron una extensa charla con una mujer en silla de ruedas que quiso devolverle la atención con un curioso regalo. ¿Quieres ver cómo fue el momento? ¡Pues dale al play y no te lo pierdas!
La sorprendente presencia del príncipe Andrés en Sandringham junto a la Familia Real británica
A sus 4 años, el príncipe Louis enamora en su primer gran baño de masas