El príncipe Harry ha querido contar en primera persona en el quinto episodio del documental Enrique y Meghan, de Netflix, cómo fue la llamada cumbre de Sandringham en la que se abordó la crisis de los duques de Sussex después de que estos expresaran su deseo de abandonar sus obligaciones reales y ser financieramente independientes. Fue una reunión que tuvo lugar el 13 de enero de 2020 a la que acudieron, además de Harry, su padre, el entonces príncipe de Gales; su hermano, el príncipe Guillermo; y su abuela, Isabel II. Es ahora cuando ha relatado lo dura que fue esa negociación y que “fue desgarrador ver a mi hermano gritándome y a mi padre diciendo cosas que no eran verdad y mi abuela, callada asimilando todo”.
Unas mudanzas a Nueva Zelanda y a Sudáfrica que nunca se hicieron realidad
Antes de que en enero de 2020 el príncipe Harry y Meghan Markle emitieran un comunicado en el que expresaban su deseo de dar un paso atrás dentro de la Familia Real británica, poder ser financieramente independientes y vivir fuera de Reino Unido, el segundo hijo de Diana de Gales cuenta que dos años antes ya había valorado junto a su esposa la posibilidad de vivir en el extranjero. “En 2018 ya habíamos hablado de mudarnos a Nueva Zelanda, pero nunca se materializó. A principios de 2019 barajamos la posibilidad de mudarnos a Sudáfrica para apoyar obras benéficas y organizaciones en África”.
Según cuenta Harry en el episodio, “Palacio aprobó que nos mudásemos a Sudáfrica. Solo lo sabía la oficina de mi padre, de mi hermano y la de mi abuela. Nadie más lo sabía, era un documento interno, pero se filtró al periódico The Times y se descartó todo el plan porque había pasado a ser un debate público. Cuando un plan así se hace público generalmente fracasa”, asegura.
‘Me impidieron ver a mi abuela’
Antes de poner rumbo a Canadá, el país que les acogió tras comunicar su intención de desvincularse de la Casa Real, Harry explica en la docuserie que: “Antes de irnos hablé con mi abuela y le dije: volvemos el día 6 [de enero] y me gustaría venir a verte. Ella sabía que tenía problemas, se lo había dicho muchas veces. Me dijo que no tenía planes y me preguntó: ‘¿Por qué no vienes a tomar un té? ¿Por qué no vienes con Meghan?".
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Sin embargo, cuando llegaron al aeropuerto londinense de Heathrow procedentes de Vancouver, se les informó que no se les permitía ir a ver a la Reina porque estaba ocupada y tenía planes. “Una vez en el Reino Unido la llamé y le dije: ‘Me han dicho que estás ocupada’ y ella dijo: ‘Sí, no sabía que estaba ocupada, estoy ocupada toda la semana’ y pensé ‘Vaya’, continua Harry. Los inesperados problemas de agenda de la monarca que les impidieron reunirse con ella son interpretados por Meghan como un “conflicto directo entre una familia y el negocio familiar porque te impiden ver a la Reina pero lo que realmente hacen es impedir que un nieto vea a su abuela”.
Así fue la reunión de Sandringham en la que no estuvo presente Meghan
A principios de enero, tras emitir su comunicado en el que decían que querían desvincularse de la Familia Real, Meghan decidió volver a Canadá para estar con su hijo, lo que le impidió estar presente en la famosa cumbre de Sandringham, que tuvo lugar el 13 de enero de 2020. “Solo cuando Meg se había ido y vuelto a Canadá se acordó que habría una reunión en Sandringham el lunes siguiente”, algo que no sentó nada bien a la Duquesa. “Imagínate una conversación, una mesa redonda sobre el futuro de tu vida con tanto en juego y tú que eres la madre y la esposa y la víctima, en muchos aspectos, no estás invitada a sentarte a la mesa”, a lo que Harry añade: “Lo planearon para que tu no estuvieras presente”, mientras Meghan asiente con la cabeza.
‘Fue desgarrador ver a mi hermano gritándome’
Harry explica que una vez dentro de esta finca le dieron cinco opciones para regular su situación y la de su esposa. La primera era estar dentro y la quinta, estar fuera. Él decidió escoger la tercera, mitad dentro y mitad fuera. Fue entonces cuando se vio la cara más dura de la negociación, que el duque de Sussex recuerda con amargura porque, según él, parecía que sus intenciones no estaban abiertas a debate. “Fue desgarrador ver a mi hermano gritándome y a mi padre diciendo cosas que no eran verdad y mi abuela ahí callada asimilando todo, pero hay que entender que desde la perspectiva familiar hay una forma de hacer las cosas y su mayor responsabilidad es la institución. Si la gente que rodea a la familia le dice que esa propuesta no, o que esos dos hagan esto o lo otro será visto como un ataque a la institución, seguirá el consejo que le den. Fue muy duro. La reunión terminó sin un definido plan de acción”.
‘Lo más triste fue la distancia que se creó entre mi hermano y yo’
A raíz de la Cumbre de Sandringham la relación entre Harry y Guillermo quedó herida para siempre. Los hermanos que habían sufrido juntos la pérdida de su madre siendo unos adolescentes estaban en puntos muy distantes y en posiciones que parecían irreconciliables. “Lo más triste fue la distancia que se creó entre mi hermano y yo. Él está en la institución, en parte lo entiendo, es su herencia. Tiene asimilado que parte de su responsabilidad es la supervivencia y la continuidad de la institución”.
El comunicado que se emitió ‘para proteger a mi hermano’
La prensa pronto publicó que Guillermo había echado de la Familia Real a su hermano y su cuñada, unas informaciones que fueron seguidas de un comunicado, supuestamente conjunto de los hijos de Carlos III, en el que negaban la noticia y calificaban la información de falsa y “potencialmente dañina”. En la serie de Netflix, Harry asegura que esa declaración conjunta fue falsa. “Fue increíble, nadie me preguntó, nadie me pidió permiso para poner mi nombre en ese comunicado. Cuando llamé a Meghan y se lo conté rompió a llorar a mares porque en cuestión de horas no les importó mentir para proteger a mi hermano, sin embargo, jamás estuvieron dispuestos a decir la verdad para protegernos”.
Para el hijo pequeño del rey Carlos, esta traición de su hermano fue muy dolorosa ya que según cuenta en el documental Guillermo y él habían visto desde pequeños cómo funcionaban las relaciones entre Palacio y la prensa, que tanto persiguió a Diana. “Hay constantes reuniones sobre otros miembros de la Familia sobre favores, invitar a la prensa… es un juego sucio. Se filtran cosas, pero también se inventan historias” en lo que es un enfrentamiento entre las oficinas de prensa de la propia monarquía. Con lamento, Harry recuerda que “Guillermo y yo vimos lo que pasó en la oficina de nuestro padre y acordamos que jamás permitiríamos que pasara en la nuestra”, algo que años después ha sentido que no se ha cumplido.
Unos meses antes de irse de la monarquía inglesa como miembro de primer nivel, Harry de Inglaterra reconoció en público haber tenido diferencias con su hermano. Fue en octubre de 2019 cuando en la cadena británica ITV dijo: “Somos hermanos. Siempre seremos hermanos. Estamos ciertamente en este momento en caminos diferentes pero yo siempre estaré con él (apoyándolo) y sé que él siempre estará conmigo”. Sobre este punto, un año después de su marcha de Reino Unido, Harry volvió a incidir en lo alejado que estaba del príncipe Guillermo en su entrevista bomba con Oprah Winfrey. “Lo quiero. Es mi hermano. Hemos pasado juntos por el infierno [sobre la muerte de su madre]. Ya sabes, estamos en caminos diferentes, pero el tiempo lo cura todo… Hubo muchas oportunidades para mi familia de mostrar apoyo. Sin embargo, nadie dijo nada en tres años… Y eso me ha dolido”, dijo ante la presentadora estadounidense.
La primera vez que vieron a la Familia Real tras el tsunami
A principios de marzo de 2020, los duques de Sussex regresaron a Reino Unido para emprender una minigira de despedida con una agenda frenética de compromisos, el más importante el día de la Commonwealth que se celebra en la Abadía de Westminster. Ese día se reencontraron con la Familia Real británica en un encuentro que el propio Harry describe como “frío” y así se reflejaba en las imágenes de la ocasión.
“La primera vez que vimos a la Familia fue en público, en Westminster”, recuerda Meghan. “Estábamos nerviosos por verlos, por todas las cámaras de televisión y la gente que nos veía desde casa, era como vivir un culebrón en el que todo el mundo te ve como un entretenimiento”, rememora Harry. “Me sentí muy distante de mi familia, lo cual fue curioso porque su comportamiento se basa más en la apariencia que en el sentimiento y parecía frío, fue lo que sentí”, sentencia. Ese día los entonces duques de Cambridge, Guillermo y Kate Middleton, dedicaron un breve saludo tanto a los condes de Wessex como a los duques de Sussex.
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