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Diana de Gales vuelve a estar presente en el documental que acaba de estrenar Netflix sobre Harry y Meghan, porque para ellos su historia y su huida de la Casa Real británica no se entiende sin analizar la trayectoria de Diana, su vida, su muerte y los condicionantes que la rodearon. El tratamiento que se hace de la que fuera Princesa de Gales y la narrativa que se repite en esta producción confirma dos cosas: los dos hermanos no opinan igual sobre su madre y han entrado en una competencia por su legado emocional. Si Guillermo y Kate son los indiscutibles herederos de su faceta institucional, Harry y Meghan podrían heredar algo mucho más poderoso: su historia.
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Todo el mundo sabe quién es Diana de Gales. Sobre su vida se han escrito casi un centenar de libros, se siguen haciendo documentales, series y películas; su estilo alimenta cíclicamente la industria de la moda, sus joyas se fabrican en serie y su trabajo humanitario es un referente. Diana murió para convertirse en un mito y asociarse simbólicamente a ella resulta tentador y conveniente, ya que ella sigue emocionando y sigue siendo querida y respetada por muchas generaciones de distintas partes del mundo. Lo sabe la Casa Real británica que veinticinco años después de su muerte sigue teniendo que luchar con esa afilada sombra.
Guillermo y Kate son los herederos oficiales, ella es la que ocupa el lugar de Diana dentro de la jerarquía real y la que lleva el título de princesa de Gales, un título que nadie se atrevió a dar a Camilla pero sí a Kate. La mujer del Heredero lo deja claro usando además las joyas que tradicionalmente se asociaban a la princesa de Gales, la que tienen significado institucional y que marcaron el paso de Diana por la Casa Real. Sin embargo, el príncipe Harry se ocupa de recordarnos en cada una de sus intervenciones que su madre no era solo la princesa británica que Guillermo y Kate evocan, su madre tenía múltiples aristas, era un ser humano complejo y muy parecido a él. En esta puja parece casi poético que Kate lleve el anillo de casada de Diana, mientras que Meghan lleva el que se compró tras firmar su divorcio, su símbolo particular de independencia y libertad.
"Hay una diferencia entre tomar decisiones con la cabeza y con el corazón. Mi madre tomaba la mayoría de sus decisiones, si no todas, con el corazón. Y yo soy el hijo de mi madre", afirma el príncipe Harry, una frase que puede interpretarse de forma opuesta ya que Guillermo y Kate representan la otra cara de una misma moneda, más racionales, más prudentes y más Windsor. "Meghan es muy parecida a mi madre. Tiene la misma compasión, empatía y confianza en sí misma, es muy cálida", afirmó el príncipe Harry en este nuevo documental como parte de un argumentario no tan novedoso, ya que él desde el principio ha querido establecer paralelismos entre su madre y su mujer. Lo hizo desde su primer comunicado y también en las dos ocasiones que se sentó ante Oprah Winfrey para advertir que la historia de su madre se estaba repitiendo con Meghan, solo que esta ver era peor ya que se sumaban factores como el racismo, el clasismo y las nuevas tecnologías.
"El dolor y el sufrimiento de las mujeres que se casan dentro de la institución... es una carnicería", dice Harry en un documental en el que cuenta que los otros varones de su familia se escudaron en que era parte del proceso para no proteger a Meghan. Según Harry, ese sufrimiento y el silencio imperante provocaron que su madre hablara igual que hablaron ellos al salir de la Casa Real y siguen hablando en este documental en el que hay imágenes de Archie siendo bebé conociendo a Diana por foto. Aquí llegamos a la famosa entrevista que Diana de Gales concedió a la BBC en 1995 y que pasó a la historia como “la entrevista de la venganza”. Los hermanos definitivamente no opinan igual, algo que ya sospechábamos desde que se confirmó que se obtuvo a través de métodos ilegales.
El príncipe Guillermo emitió un contundente comunicado sin precedentes en el que afirmó que los métodos ilegales con los que se consiguió esa entrevista influyeron en el contenido. Hay que recordar que su madre habló de infelicidad, infidelidad y de la forma en la que sus problemas de salud habían sido utilizados para dibujarla como una persona poco estable. Harry, en ese momento, no fue del todo en contra de la opinión de su hermano, pero sí deslizo una frase que tenía mucho significado: “mi madre era una mujer sincera”. Ahora, en el documental de Netflix, ha ajustado cuentas con ese episodio y reconoce que su madre fue engañada para dar la entrevista pero que contó la verdad, una verdad que resultó y resulta incómoda para la Casa Real, sobre todo, para los nuevos reyes, Carlos y Camilla, y que en cierto modo avala algunos de los argumentos de desprotección y desinformación que han mantenido los duques de Sussex, así como la decisión de hablar directamente en televisión sobre sus años en la Familia Real. Especialmente significativo es el hecho de que en el documental de Harry y Meghan se emita un trozo de esa entrevista, ya que Guillermo pidió expresamente que no se volviera a reproducir. En fechas señaladas para Diana de Gales los dos hermanos han intentando dar imagen de unidad en torno a ella pero cada vez se acumulan más indicios que apuntan a que solo es una fachada.
Escucha el primer episodio del podcast de ¡HOLA! 'Harry y Meghan: jaque a la Reina. Todos los episodios disponibles aquí.