El príncipe Harry y Meghan Markle ha sido premiados este martes por la noche en Nueva York, durante la cena de gala que acogía uno de los eventos más exclusivos de la temporada en la ciudad de los rascacielos. Se trata de los premios Ripple of Hope, otorgados por la organización benéfica Robert F.Kennedy y que en esta edición venían acompañados de una gran expectación. El motivo no era otro que la presencia de los duques de Sussex, quienes estaban entre los galardonados de la velada. Además, esta cita ha tenido lugar cuando apenas quedan 24 horas para el estreno de su polémica serie documental en Netflix, con la que ambos vuelven a distanciarse aún más si cabe de la monarquía en la que ahora reina Carlos III y su esposa Camilla.
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Los duques de Sussex vuelven a provocar un auténtico terremoto mediático en Reino Unido
El detalle de una de las fotografías del documental del príncipe Harry y Meghan Markle
Un reconocimiento no exento de controversia que les ha sido otorgado por su denuncia pública contra el racismo que, según ellos, existe en el seno de la Casa Real británica. Así lo explicaba antes de la ceremonia Kerry Kennedy, hija del fallecido senador estadounidense y organizadora del evento. "Pocos tendrían el coraje de cuestionar a sus familiares sobre la estructura de poder que mantienen, y esto es lo que han hecho Meghan Markle y el príncipe Harry", decía. "La monarquía es la institución más antigua de la historia del Reino Unido y les dijeron que lo estaban haciendo mal. Es algo heroico que ha abierto una brecha", declaraba la activista al periodista Gustavo Egusquiza.
Cabe recordar, que, durante su controvertida entrevista con Oprah Winfrey y en su podcast Archetypes, la actriz aseguró que ella y sus hijos habían recibido un trato discriminatorio por parte de los miembros de la corona por su color de piel, lo que en parte motivó su mudanza a Estados Unidos. Duras acusaciones que se espera que se repitan a lo largo de los seis capítulos que conforman el documental Enrique y Meghan, como así la han llamado en español, cuyos tres primeros episodios estarán disponibles en la plataforma de streaming el 8 de diciembre (a partir de las nueve de la mañana en España).
Meghan y Harry acudieron sonrientes, ajenos a la enorme expectación que ha generado el estreno de su documental. La pareja se mostró unida y cariñosa, ella le cogía de la mano mientras que él pasaba el brazo alrededor de su hombro. Meghan escogió para esta velada un vestido blanco de Louis Vuitton que dejaba sus hombros al descubierto y llevaba un anillo que perteneció a la princesa Diana. Una sortija con una esmeralda que llevó en la recepción de su boda en 2018 y también en el tour que hicieron los Sussex en octubre del mismo año. En el escenario se mostraron relajados y divertidos, sin poder evitar algunas carcajadas mientras hablaban. Harry comentó la importancia que tiene hablar de las cosas que le ocurren a uno, diciendo que “vivimos en un mundo en el que compartir las experiencias y las historias tiene un gran impacto”, más cuando se hace desde una posición de cierta relevancia pública. Bromeó además asegurando que pensaba que iba a tener una cita con su mujer, pero que de repente se encontró con unas 1.500 personas alrededor. "No tenemos muchas estos días porque los niños son todavía muy pequeños" explicó.
Se refirió también a lo agradecidos que están por este premio. "Mientras el mundo enfrenta una etapa llena de retos, elegimos el camino del optimismo, de cuidar de nostros mismos y nuestra comunidad. Entendemos este galardón, no como la culminación del trabajo de toda una vida, sino como el principio". Meghan por su parte habló de que el sueño de RFK de un mundo en paz "es más que una esperanza". "Es una llamada a la acción, un reto" que tiene la misma relevancia ahora hace cincuenta años.
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Los premios comenzaron a las siete de la tarde (hora local en Nueva York, equivalente a la medianoche del miércoles en España) y el actor Alec Baldwin asumía el papel de maestro de ceremonias. Se trataba de una fiesta de etiqueta, en el que el protocolo dictaba vestido largo en el caso de las mujeres y traje para los hombres. Para acceder no se necesitaba una invitación exclusiva, sino que se pagaba por la entrada y ese dinero irá destinado a labores solidarias. Los asientos cercanos al hijo pequeño de Carlos III y su mujer ascendían a más de un millón de dólares (cifra similar en euros), una elevadísima cantidad que resumía a la perfección la curiosidad que el matrimonio ha despertado entre el público.
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Además, entre los premiados se encontraban otros nombres muy conocidos, caso del presidente ucraniano Volodímir Zelensky como ejemplo de resistencia y compromiso con la libertad tras la invasión de su país por parte de Rusia. Igualmente, se hizo un homenaje póstumo a Bill Rusell, estrella de la NBA que perdió la vida el pasado julio a los 88 años y que siempre fue muy reivindicativo en la lucha de los derechos civiles de las personas de color. Estos galardones fueron fundados en 1984 y en su galería de honor se encuentran personalidades de la política, como Barack Obama, Bill Clinton o el actual mandatario estadounidense Joe Biden, o intérpretes de la talla de George Clooney y el cantante Bono de U2, una lista excepcional a la que ahora se han sumado los duques de Sussex. Una cena que en anteriores ocasiones ha llegado a recaudar 4 millones de euros para causas benéficas, dinero que esta vez se prevé superar con creces.
Paradójicamente esa misma noche en la que Harry y Megan aparecieron unidos frente a la monarquía británica, la Familia Real hacía lo propio. El Palacio de Buckingham se vistió de gala para celebrar la primera recepción diplomática del rey Carlos III, que por casualidades de la vida, tenía lugar al tiempo que los premios 'Ripple of Hope', donde Harry y Meghan recogieron entre risas y bromas su galardón por su lucha contra el racismo. Carlos y Camila no estuvieron solos sino que les acompañaron el príncipe Guillermo y Kate Middleton, que mostraron su mejor sonrisa a pesar de los días tan convulsos que están viviendo (y los que están por venir). La princesa de Gales, que se ha convertido en pieza clave en la institución, estaba espectacular con un look cargado de significado y simbolismo, con detalles en homenaje y recuerdo a la reina Isabel II.