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El vídeo promocional de la docuserie del príncipe Harry y Meghan Markle ha hecho correr ríos de tinta. Unas imágenes, de un minuto de duración, que la Familia Real británica puede interpretar como toda una ‘declaración de guerra’ por el gran protagonismo de la pareja, la fecha que se ha elegido para lanzarlo (coincidiendo con un importante viaje de los príncipes de Gales a Estados Unidos) y el recuerdo de viejas rencillas familiares. Un tráiler con muchos mensajes que supone el fin de la tregua que los Sussex tenían con los Windsor.
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Analizamos, una a una, las claves de por qué las primeras imágenes del documental de los Sussex que emitirá próximamente Netflix ha acabado con la paz que prevaleció durante el funeral de Isabel II.
Harry y Meghan, de nuevo en primera plana
El teaser con el que Netflix hace un avance de lo que será la docuserie Enrique y Meghan les muestra como los dos grandes protagonistas de la historia que quieren contar y les ha traído, de nuevo, a la actualidad por la puerta grande en el momento que ellos han querido y cómo han querido: en una serie documental de seis capítulos que se verá en todo el mundo.Ya no es la Casa Real británica la que dirige sus pasos y la que hace que estén en boca de todos. Ahora son los Sussex los dueños de sus discursos y de sus apariciones.
La primera imagen que ilustra el clip es una foto bajo la lluvia en la que los Sussex aparecen cómplices y sonrientes bajo la lluvia en la que fue la esperada reaparición de Meghan junto a Harry en Reino Unido. Ocurrió en marzo de 2020 y era la primera vez que se veía a Meghan en un acto oficial en suelo británico en dos meses para acudir a la entrega de los premios Endeavour, uno de los últimos actos de la pareja como miembros activos de la Familia Real británica.
A continuación hay una serie de fotogramas de la pareja en las que se la ve felices, con ropa sport disfrutando de la naturaleza, con Harry tocando la guitarra o bailando juntos en su boda. También hay otra serie de imágenes de primer plano en las que derrochan gestos de cariño o selfies que muestran la gran conexión que tienen. Hay otros momentos más duros como en los que sale la Duquesa llorando.
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Una fecha cargada de intencionalidad
Netflix ha sacado las primeras imágenes del esperado documental justamente cuando los príncipes de Gales se encuentran de gira por Estados Unidos, el país natal de Meghan. El príncipe Guillermo y Kate Middleton están en Boston para entregar el premio medioambiental Earthshot, uno de los actos más importantes de su agenda al tratarse de una visita a un país que es de vital importancia en las relaciones diplomáticas del Reino Unido y un destino que no pisaban desde 2014.
Además, este el primer viaje internacional que Guillermo realiza como heredero al trono y sin duda ha quedado eclipsado por su hermano y su cuñada. La coincidencia ha hecho que medios británicos como el Daily Mail vean el movimiento de los Sussex como toda “una declaración de guerra” que tendría como fin boicotear el periplo norteamericano de los príncipes de Gales, según de The Telegraph. De hecho, la repercusión ha sido tal que el tráiler ya tenía más de 300.000 reproducciones solo en las primeras horas desde que se hizo público.
El momento actual que atraviesa la monarquía inglesa tampoco es el mejor ya que tras la muerte de la soberana, que ha estado siete décadas en el trono, Carlos III aún tiene que consolidar su reinado y garantizar la sucesión dinástica.
La impactante imagen de Kate Middleton
Aunque los claros protagonistas son Harry y Meghan, en los 60 segundos que dura la grabación sí se ha querido mostrar una impactante imagen de Kate Middleton que dura varios instantes. Corresponde al 11 de marzo de 2019 y se captó en un imponente escenario: la Abadía de Westminster de Londres en una importante cita para la Familia Real británica: El Día de la Commonwealth.
La intención del fotograma es poner todo el foco en Kate, con la que Meghan tuvo sus más y sus menos en el pasado, tal y como reconoció la exactriz en la entrevista que concedió a Oprah Winfrey. En ese espacio de televisión, la esposa de Harry de Inglaterra puso especial interés en dejar claro que había sido su cuñada la que le había hecho llorar y no al revés a cuenta de los preparativos de su boda con Harry. Ante las cámaras, Kate fue nombrada en numerosas ocasiones tanto por Meghan como por Oprah mientras que de otros miembros de la Casa Real no se habló tan directamente.
Sorprende que siendo Meghan una abanderada de la lucha feminsita en todos sus ámbitos, de la unión de las mujeres y su empoderamiento, se haya querido destacar precisamente este desencuentro y lo que parece claramente un ataque de mujer a mujer, carente de cualquier tipo de sororidad.
Salen a la superficie las rencillas familiares
Si hay algo que sacará a la luz el nuevo documental son las rencillas familiares. A pesar de su marcha, los Sussex y los Windsor aún tienen cuentas pendientes que saldar. Parecía que las viejas heridas se habían curado, primero con su presencia en el Jubileo de Platino de Isabel II y, segundo, con la tregua que hubo durante los funerales de la antigua monarca.
Todo fue un espejismo, parece que la imagen de unión de los que antaño fueron conocidos como ‘los cuatro fantásticos’ no volverá a producirse. Harry, primero y después Meghan permanecieron en Reino Unido durante más de una semana para estar junto a la Familia Real británica en las despedidas a la Reina. Incluso, recibieron junto a los entonces duques de Cambridge las condolencias del público en Windsor. También se permitió que Harry usase el uniforme militar, algo muy preciado para él pues estuvo desplegado con el Ejército británico en Afganistán.
Este documental pone de nuevo sobre la mesa todas las polémicas acusaciones que los duques de Sussex revelaron en la entrevista a Oprah, en marzo de 2021: la pelea con Kate, los pensamientos suicidas de Meghan, el título de Archie y el color de su piel, la brecha con Guillermo y la maltrecha relación con Carlos III. Pero también la infancia de Harry, la persecución de la prensa que tanto padeció su madre y la presión que no pudieron soportar.
‘Tenía que proteger a mi familia’
Esta es una de las escasas frases que se oyen a lo largo del clip en boca del príncipe Harry. Desde niño, el príncipe Harry siempre ha sentido la necesidad de protegerse de todos y de todo y por eso se alistó en el Ejército, donde simplemente era un soldado más. De niño vivió la persecución mediática que sufrió su madre y el mundo vio su dolor cuando participó en el cortejo fúnebre de Diana. La prensa siempre ha sido un problema para Harry y en la docuserie se vuelve a tratar el tema.
Antes de su compromiso con Meghan, el príncipe Harry emitió un comunicado en el que pedía privacidad y respeto para su entonces novia, un hecho insólito teniendo en cuenta que aún no se había oficializado la relación. La sombra de Diana siempre ha sido muy alargada para Harry y ahora que es padre ha blindado las apariciones públicas de sus hijos, a los que apenas conocemos.
La salida de la Familia Real fue para los Sussex un “respiro” debido a la exposición y “bombardeo constante”. Además, se inició una campaña de odio en redes e incluso llegaron a recibir amenazas. “Mi mayor preocupación era que la historia se repitiera. Y lo que estaba viendo era que la historia se repetía, pero de una manera definitivamente mucho más peligrosa porque se añadía la cuestión del racismo y las redes sociales. Y cuando hablo de que la historia se estaba repitiendo, me refiero a mi madre”, le comentó a Oprah Winfrey.
Hay otro factor determinante en la obsesión de Harry por proteger a los suyos. Tras su salida de la monarquía, también se les quitó la seguridad que era pagada por los contribuyentes británicos con lo que quedaron expuestos. Esto le hizo formar un gran equipo de protección y justificar sus ausencias en Reino Unido por no sentirse seguro.
¿A qué se refiere Meghan cuando dice que había tanto en juego?
El teaser de Netflix acaba con Meghan diciendo: “Con tanto en juego, ¿no deberíamos contar nosotros nuestra historia?”, una reflexión reveladora que sirve de introducción para los capítulos de la serie que vendrán después, pero que tiene muchos más matices y donde hay muchas cosas importantes sobre la mesa.
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Harry y Meghan abandonaron una de las monarquías más importantes y asentadas del mundo. Una Casa Real que siempre ha sido reflejo para otros monarcas, respetada y admirada. La marcha de uno de sus príncipes ponía precisamente en juego un sistema monárquico que se basa en la tradición, en la familia y en la defensa a ultranza de la Corona por encima de los lazos de sangre. Los Windsor lo saben bien pues vivieron su peor crisis con la abdicación de Eduardo VIII, después duque de Windsor, que dejó el trono para poder casarse con Wallis Simpson, una mujer que ya había estado casada en dos ocasiones.
El anuncio de Harry y Meghan de querer salir de la institución lo puso todo patas arriba y atentó contra una férrea institución de la que se forma parte desde la cuna o por matrimonio y que todos sus miembros tienen que aceptar y respetar.
Otra cosa que se puso en juego con el Megxit fue la posibilidad de que los duques de Sussex pudieran hacer negocios, elegir en qué querían trabajar y poder ganar su propio dinero. Dentro de la Familia Real, sus roles estaban asignados, no eran dueños de su agenda y recibían unos honorarios públicos. A la vista está que la independencia les ha traído pingües beneficios. Han firmado contratos millonarios, además de con Netflix, con Spotify y se han convertido en una marca global con ramificaciones en diversos sectores.
Además, apartados de la Casa Real, los Sussex son libres para elegir los compromisos en los que quieren participar o las causas benéficas que desean apadrinar, lo que le permite un control absoluto sobre su estrategia de comunicación, sin tener que depender de terceros.
Sin duda, la independencia de los Sussex también ha hecho que puedan tener voz y voto sobre la exposición pública de sus hijos. Harry sabe desde bien pequeño lo que es vivir con una nube de fotógrafos y es algo que quería evitar a toda cosa en la infancia de Archie y Lilibet. También han podido, al elegir sus propias causas, estar más alejados del ojo público y evitar así presiones, comparaciones y preservar su salud mental.