El exclusivo yate de 64 metros de eslora en el que la princesa Diana y Dodi Al Fayed disfrutaron de su último verano poco antes de su trágica muerte en 1997 en un accidente de coche en París ha sido puesto a la venta justo en el año en que se cumplen 25 años de su desaparición.
Para ti que te gusta
Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte
Navega de forma ilimitada con nuestra oferta
1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
Este contenido es solo para suscriptores.
CelebramosSuscríbete 1 año por 49€ 9,80€
TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE
Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.
La embarcación, bautizada en su día con el nombre de ‘Jonikal’, después con el de Sukar- azúcar en árabe y actualmente denominada ‘Bash’, era originalmente propiedad del padre de Dodi, el multimillonario Mohamed Al-Fayed y fue adquirido expresamente para realizar el este crucero por el Mediterráneo con Lady Di, inmediatamente después de que la Princesa aceptara la invitación de su hijo Dodi de pasar las vacaciones navegando con su familia. Él le había hecho tal ofrecimiento algunos años antes, pero no fue hasta el verano de 1997 cuando Diana, que temía pasar sola el primer aniversario de divorciada, accedió a su proposición.
De esta manera, el 11 de julio de aquel fatídico año, un helicóptero de Harrods recogía a la Princesa y a sus dos hijos del Palacio Kensington y volaba rumbo a la mansión Surrey de Fayed para almorzar, antes de embarcar a bordo de su avión privado con dirección a Niza, en cuyo puerto les esperaba el lujoso barco de Fayed.
El yate, que se botó por primera vez en 1990, tiene nueve camarotes con capacidad para 18 personas, además de 26 tripulantes y cuenta con todo tipo de lujos y comodidades que incluyen jacuzzi panorámico, piscina, trampolín, terraza, un amplio comedor, una zona de bar y un extenso espacio de oficina, convirtiendo así a este barco en un auténtico palacio flotante.
A pesar de los numerosos recuerdos que guardaba esta embarcación, como son las fotografías de la pareja abrazándose y besándose en la cubierta que dieron la vuelta al mundo, así como la inolvidable imagen de la Princesa sentada sola en el trampolín de popa, que era la portada que la revista HELLO! tenía pensada publicar el 6 de septiembre de 1997 y que nunca llegó a ver la luz tras la muerte de Diana, el multimillonario egipcio decidió deshacerse de él en 2014, aunque nunca se supo ni el precio ni quién fue el comprador.
Actualmente, el yate. cuyo precio de venta no ha trascendido todavía, pero que se estima que está en torno a los 9,6 millones de euros, es propiedad del magnate de las telecomunicaciones Hassim Haidar, quien ha decidido deshacerse de él apenas un año después de haberlo comprado con el objetivo de adquirir otro aún más grande.
Así, el barco en el que Diana vivió su verano del amor y los que fueron algunos de los días más felices de su vida, se encuentra ahora a la espera de que otros dos enamorados se suban a bordo y disfruten surcando los mares en esta histórica embarcación.