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Las 775 habitaciones del Palacio de Buckingham parecen excesivas para los reyes Carlos y Camilla. El soberano no quiere vivir en la residencia oficial del monarca británico en Londres y permanecerá en su residencia de Clarence House, donde habita con su esposa desde hace casi dos décadas.
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Parece que el espíritu ahorrador y transformador del Rey estaría detrás de esta decisión ya que, según ha informado el diario británico The Sunday Times citando a una fuente cercana al monarca, “no es adecuado para el mundo moderno” por no hablar de los elevados costes tanto económicos como ambientales que supone mantener un inmueble de semejantes características.
- Ya hay fecha para la solemne coronación de Carlos III
Además, Clarence House, a donde el monarca se mudó en 2003 tras la muerte de su abuela, la Reina Madre, se encuentra a poca distancia a pie del Palacio con lo que los traslados para actos oficiales o de cualquier otra índole podrían desarrollarse sin emplear mucho tiempo en los desplazamientos. Esta decisión casa, sin duda alguna, con sus deseos de crear una monarquía reducida, no sólo en cuanto número de sus miembros sino también en el de sus propiedades para que se adecue al siglo XXI y “la monarquía se acerque al pueblo”.
También estaría entre sus planes convertir residencias reales en espacios públicos como el castillo de Balmoral, donde Isabel II murió el mes pasado, o el Castillo de Windsor. De hecho, le gustaría que la finca escocesa fuera un museo.
Isabel II, que en su juventud también se resistió a vivir en Buckingham, pero finalmente se instaló bajo sus muros, decidió abandonar el Palacio definitivamente el pasado marzo y establecer de forma permanente su residencia en su querido castillo de Windsor después de haber pasado allí el confinamiento con su marido, el duque de Edimburgo, que falleció en la fortaleza en abril de 2021.
La casa privada de Camilla
Por su parte, la reina Camilla mantiene su residencia privada de Ray Mill House, en el condado de Wiltshire, a donde se traslada de vez en cuando para alejarse de su vida como royal y sentirse relajada en un ambiente informal rodeada de amigos y familiares. La propiedad la tiene desde 1994 cuando se separó de Andrew Parker Bowles.
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