Los títulos de Archie y Lilibet, los hijos de tres y un año del príncipe Harry y Meghan Markle siguen estando de plena actualidad. Los pequeños, a pesar de ser nietos del monarca no son príncipes, a diferencia de sus primos, los hijos de los príncipes de Gales que sí que tienen está dignidad. El asunto sería una de las preocupaciones de Carlos III, que si finalmente accede a conceder un nuevo estatus a sus nietos vendría con una condición.
Parece, según apunta la prensa británica, que el soberano estaría dispuesto a seguir la tradición y que Archie y Lilibet fueran príncipes. Según la Patente de Cartas de 1917, Jorge V estipuló que los nietos del monarca fueran considerados como príncipes, sin embargo, hasta el momento esto no rige para los hijos de los Sussex.
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Ahora, y una vez que Carlos ha accedido al trono, parece que sí podría conceder este título a sus nietos pero a cambio de algo, en un intento de controlar a la pareja, que desde hace años vive en California, según destaca la autora experta en realeza Katie Nicholl. En caso de que accediera a dar esta dignidad el rey Carlos “Va a insistir en que Harry y Meghan sean respetuosos con la institución ”, recoge Express. La escritora va más allá y asegura “los títulos son importantes para Carlos y no los entregará libremente”.
Sin embargo, paralelamente parece que Carlos de Inglaterra también podría haber tomado nota de la última y polémica decisión de la reina Margarita de Dinamarca de despojar de su título de príncipes a parte de sus nietos, los hijos del príncipe Joaquín que casaría con la idea del Rey británico de apostar por una monarquía reducida, algo que ya han hecho otras Casas Reales europeas al diferenciar entre familia del Rey y Familia Real, con obligaciones y funciones de representación de la Corona.
Tal y como contaron en su entrevista bomba con Oprah Winfrey, los duques de Sussex no estarían contentos con que sus hijos no fueran príncipes, desmintiendo así la idea de que habían sido ellos los que habían renunciado al título de Alteza Real para Archie. “Tuvimos una serie de conversaciones y preocupaciones y decían que no querían que él fuera un príncipe o una princesa y que no iba a recibir seguridad”.