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Tres días después del funeral de Estado de Isabel II, que se celebró el 19 de septiembre, los Príncipes de Gales han retomado su agenda oficial con un encuentro cargado de significado. Aún de luto real por el fallecimiento de la hisórica soberana, el príncipe Guillermo y Kate Middleton se han reunido en el ayuntamiento de Windsor (se le conoce como Windsor Guildhall) con voluntarios y trabajadores que colaboraron en el último adiós de la Reina. La intención del heredero al trono y su esposa era agradecerles personalmente su compromiso y esfuerzo en este hecho histórico.
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- La historia detrás del broche que la princesa Charlotte llevó en el funeral de su bisabuela
Los Príncipes de Gales, que ahora viven en Adelaide Cottage (en el condado de Berkshire), han remarcado el apoyo que se dio a las multitudes que se congregaban en la puerta del castillo de Windsor, donde la soberana pasó los dos últimos años de su vida. Y es que miles de personas se acercaron a esta fortaleza para ver el cortejo fúnebre a su paso por el Long Walk, mientras se trasladaban los restos mortales de Isabel II a la capilla de San Jorge, donde fue enterrada en la capilla conmemorativa del rey Jorge VI junto a su gran amor, el duque de Edimburgo, su hermana y sus padres, tras una solemne ceremonia ya más reducida que la de la Abadía de Westminster.
Durante esta aparición, el nieto de Isabel II ha hablado acerca de cómo se siente tras el fallecimiento de su Grannie (abuelita), quien estuvo incondicionalmente a su lado, en los "momentos más felices y en los días más tristes de mi vida". El príncipe Guillermo ha dicho que los momentos de tristeza lo atrapan y que se le puso un "nudo en la garganta" al ver todas las muestras de cariño de los británicos, ya sean flores, notas, imágenes o peluches del oso Paddington con los que se demostraba su respeto por la que ha sido Reina durante siete décadas ."Siempre es muy reconfortante que a tanta gente le importe", ha asegurado.
Kate Middleton ha lucido un abrigo vestido de elegante doble botonadura que conjuntaba con medias y zapatos negros. Además, llevaba los pendientes de perlas que también le vimos el día después de la muerte de Isabel II, una piedra preciosa que desde la reina Victoria es considerada también una señal de duelo. El príncipe Guillermo, por su parte, ha vestido un traje oscuro con corbata negra, después de que le hayamos visto en la mayoría de los homenajes a su abuela luciendo el uniforme militar. En el primer discurso de Carlos III, el nuevo rey dejó clara su intención de relegar ahora parte de sus responsabilidades en su hijo mayor, que heredaría el título que él ha llevado durante 53 años, el de príncipe de Gales. De hecho, en su primer visita a Cardiff como monarca pasó el testigo oficialmente ante el parlamento.
El agradecimiento de la realeza británica
La Familia Real británica mantendrá el luto hasta el próximo lunes 26, un deseo que expresó Carlos III tras anunciarse el fallecimiento de su madre. No se esperaba que en esta etapa realizaran compromisos oficiales, pero desde Buckingham han anunciado que habrá algunas salidas para agradecer la labor de todos los que han participado en los diez días de despedida a Isabel II. El miércoles, el príncipe Guillermo aparecía mediante un vídeo pregrabado en la cumbre del Premio Earthshot en Nueva York. Hoy, mientras que los Príncipes de Gales acudían al consistorio de Windsor, la princesa Ana ha estado en la Base Naval de Portsmouth, con los miembros de la Marina Real que estuvieron en el cortejo fúnebre.
Isabel II es despedida con un histórico funeral de Estado en la Abadía de Westminster