Al igual que su madre, la princesa de Gales, y otros asistentes, la princesa Charlotte quiso rendir tributo a Isabel II en su funeral de Estado. Vestida completamente de negro y con sombrero, la pequeña, de siete años, lució por primera vez en público una joya. Un pequeño broche en forma de herradura en homenaje a la pasión de la añorada soberana por el mundo ecuestre.
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La pieza fue un regalo de la reina Isabel a su bisnieta y mostraba su pasión por los caballos. Sin embargo, parece que no sería de estreno, sino que podría haber pertenecido a otra dama de los Windsor, la Reina Madre, tatarabuela de la Princesa, que a su vez lo habría recibido de su suegra, la reina María de Teck, en la década de 1920. Amante de las tradiciones, Isabel II quiso perpetuar parte de su increíble joyero en su bisnieta con este obsequio.
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La Reina Madre, esposa del rey Jorge VI, era en 1923 duquesa de York y aparece con la joya en un retrato tomado en 1929. En forma de herradura y cubierto de brillantes el obsequio que la Reina dio a su bisnieta es más que apropiado para un niña. Kate Middleton reveló en el pasado el amor por los caballos que su hija había heredado de la monarca.
La propia princesa de Gales también quiso honrar a la abuela de su marido al ponerse dos de sus piezas. Lució unos pendientes largos de perlas de Bahrein y una gargantilla de perlas de cuatro vueltas con un broche de diamantes en el centro, ambos de la colección personal de la monarca. Las perlas de la gargantilla fueron un regalo del Gobierno japonés con motivo de una visita de Estado al país asiático que Isabel II realizó en 1970. La Princesa de Gales también lo llevó en el funeral del duque de Edimburgo en 2021. Antes que a Kate, la princesa Diana también lo portó en 1982 durante una visita de Estado de la entonces reina Beatriz de Holanda.
La reina consorte Camilla optó por un broche de diamantes que había pertenecido a la reina Victoria. Se trata de una joya en forma de corazón, rodeado de un zafiro cabujón en la parte superior y dos grandes gotas de zafiro en la parte inferior. Meghan Markle usó los pendientes de perlas y diamantes que la Reina le regaló durante su primer compromiso oficial en junio de 2018. Lady Louise Windsor, la hija mayor del príncipe Eduardo, eligió un colgante de plata con la silueta de un caballo.