Si bien es cierto que durante el funeral de Isabel II gran parte de la atención recayó en los familiares más cercanos de la monarca, hay un discreto miembro de la casa real que ha conseguido acaparar gran parte de las miradas del público. Se trata de Arthur Chatto, el nieto de la princesa Margarita, que, a pesar de siempre permanecer en un discreto segundo plano, es habitual que cause furor allá por donde va por su gran atractivo físico. En esta ocasión, el detalle que más destacó en torno a su presencia fue que el joven lució el uniforme del Cuerpo Real de Marines, una brigada del ejército a la que se unió el pasado año. Con semblante serio por la pérdida de su querida tía abuela, el muchacho acompañó al resto de los Windsor en el último adiós a la longeva soberana en la abadía de Westminster en compañía de su hermano mayor, Samuel, y de sus padres, Sarah, hija de la princesa Margarita, y Daniel Chatto.
Arthur siempre ha sido un muchacho muy activo y deportista, una de sus mayores hazañas fue el recorrer toda Gran Bretaña, más de 3000 kilómetros,junto a un grupo de amigos en un regata de remo solidaria. De la misma manera, realizó sus estudios universitarios en Geografía en la Universidad de Edimburgo, una formación académica que compaginaba con un trabajo de entrenador personal en un gimnasio de la capital escocesa. A través de sus perfiles sociales, solía compartir elaboradas rutinas de ejercicio, que, durante el tiempo de pandemia, se viralizaron haciendo crecer notablemente su popularidad, un hecho que no agradó demasiado al joven que prefirió seguir siendo discreto y borrar su rastro online, si bien es cierto que seguía apareciendo en numerosas publicaciones del centro deportivo.
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Sin embargo, lejos de conformarse con todos estos logros, decidió afrontar un reto aún mayor dando un giro de 180 grados a su carrera profesional y alistándose en un exigente curso de 32 semanas destinado a la formación de oficiales del Cuerpo de Marines. Al superarlo con éxito, como bien han demostrado las fotografías del funeral, el sobrino nieto de Isabel II se ha convertido en el primer familiar lejano de la corona británica que ha conseguido adentrarse en este competitivo escuadrón. Precisamente, el príncipe Eduardo de Inglaterra también comenzó a recibir está instrucción en las Fuerzas Armadas hace ya más de 30 años, pero decidió no continuar por esta senda, ya que tenía una vocación más enfocada hacía el mundo del arte y se adentró en la producción teatral.
Quiénes sí que han estado dentro de los Marines Reales han sido el también difunto duque de Edimburgo, así como el príncipe Harry, pero, hay que recordar que este último tuvo que renunciar a todos sus títulos y distinciones militares cuando abandonó sus tareas reales para irse a vivir a los Estados Unidos junto a su mujer Meghan Markle. Una decisión que también le impidió lucir su uniforme en los actos oficiales en memoria de su amada abuela, aunque se hizo una excepción durante la Vigilia de los Príncipes.
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