El fallecimiento de la Reina dejó al mundo sin respiración el pasado 8 de septiembre. Fue cuestión de horas desde que Buckingham alertó de que se encontraba bajo supervisión médica hasta que emitió el fatídico comunicado de su muerte. Todos se encaminaron al castillo de Balmoral, donde pasó sus últimos días, incluido el príncipe Harry que, casualmente se encontraba con Meghan Markle en Reino Unido. Es improbable que en su maleta hubiera trajes de luto. Sin embargo, la duquesa de Sussex lució impecable en cada una de sus apariciones públicas, muy diferentes a las que esperaba antes de emprender este viaje. La clave podría estar en una sabia decisión: la de mantener un guardarropa en Frogmore Cottage, a pesar del escaso tiempo que pasan en su residencia británica.
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Meghan rompió a llorar al despedirse de la Reina y volver al lugar donde se casó
La principal pista que hace pensar en que mantiene un nutrido armario en Windsor está en el estilismo que escogió el miércoles para visitar la capilla ardiente de la Reina. Se trata de un abrigo negro abotonado solo por la parte superior y con hombreras superpuestas que ya le hemos visto en otra ocasión. Es el mismo que lució para la celebración del Armisticio de 2018, solo que entonces llevaba la amapola roja de rigor en la solapa. Todo hace pensar que este modelo nunca ha salido de Reino Unido, donde parece guardar algunos de los diseños de su etapa como miembro senior de la Casa Real. La mala fortuna ha hecho que sea un vestido de luto el que haya tenigo que rescatar en este caso.
Meghan pide una reunión privada con el Rey
Tras la última despedida de Isabel II y su entierro, los duques de Sussex ya preparan su marcha a California después de permanecer durante más diez días en suelo británico, no sin antes intentar resolver algunos asuntos bastante más espinosos que el que atañe al armario. Antes de su partida, Meghan Markle habría pedido una reunión privada con su suegro, el rey Carlos III con el fin de acercar posturas entre el príncipe Harry y la Familia Real británica tras su desvinculación de la monarquía. Según informa el Daily Mail, Meghan habría enviado una carta solicitando una conversación privada con el monarca. Neil Sean, corresponsal de la NBC News, asegura que la Duquesa quiere “limpiar las cosas” antes de su inminente regreso a Estados Unidos donde se supone que han estado sus hijos, Archie, de tres años, y Lilibet, de uno.
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El objetivo de Meghan sería hablar sin intermediarios en una charla sanadora y explicar ante el nuevo Rey las razones que ha habido para hacer algunos de sus movimientos de los últimos dos años. Hay que recordar que los duques de Sussex han concedido explosivas entrevistas en las que han hablado sin tapujos de la maltrecha relación de Harry con su padre y de los incomprendidos e infelices que se sintieron dentro de la institución.
Lo cierto es que desde que los Sussex abandonaron el Reino Unido, la única persona intocable para ellos, a la que respetaban y de la que siempre hablaron con cariño, admiración y respeto fue Isabel II. Ahora todo podría cambiar y ser un punto de inflexión a uno y otro lado del Atlántico. Durante las despedidas a la añorada Reina, Harry y Meghan tuvieron un lugar importante, pero no destacado. Además, la polémica vino cuando primero no se dejó llevar a Harry su uniforme militar (fue despojado de estos títulos a raíz del Megxit) y le quitaron las iniciales de su abuela, lo que indica que no representaría a Isabel II.