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Funeral histórico en la Abadía de Westminster
Isabel II ha sido despedida con todos los honores en un funeral de Estado en la Abadía de Westminster, oficiado el reverendísimo Dr. David Hoyle, decano de Westminster. Ha sido una ceremonia marcada por la grandeza, la solemnidad y el respeto de los líderes y Casas Reales de todo el mundo. La Abadía de Westminster ha sido escenario de momentos clave en la vida de la monarca, como su boda con el duque de Edimburgo el 20 de noviembre de 1947, el día de su coronación, el 2 de junio de 1953, la boda de dos de sus hijos, la princesa Ana y el príncipe Andrés, el funeral de Diana de Gales el 6 de septiembre de 1997 o el funeral de la reina madre el 9 de abril de 2002.
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Un millón de ciudadanos despiden a su Reina
Londres amaneció blindado para vivir una jornada histórica. Cerca de un millón de ciudadanos salieron a las calles de la capital británica para dar el último y solemne adiós a Isabel II y ser testigos en primera persona de la pompa que rodea un evento de estas características. Todos los gestos y detalles han sido pocos para lo que ha sido su Reina, una soberana muy querida en Reino Unido y en el resto del mundo. Durante cinco largos e intensos días centenares de miles de personas han esperado largas colas para mostrar sus respetos en la capilla ardiente.
La campana del Big Ben se cubre en señal de duelo
A las 10:00 de la mañana (hora española) la campana del Big Ben de casi 14 toneladas ha redoblado con fuerza antes de que el martillo de la misma se cubriera con una gruesa almohadilla de cuero para amortiguar los golpes durante el resto del día en señal de luto y respeto a la Reina. Tras el funeral se han guardado dos minutos en todo el Reino Unido y ha sonado el himno nacional, God Save the King.
Una operación policial sin precedentes
Buceadores, adiestradores de perros y helicópteros han formado parte de la operación policial más grande jamás realizada en el Reino Unido para el funeral de Isabel II. Los oficiales de casi todas las Fuerzas Armadas han estado en Londres para ayudar a garantizar la seguridad del público para el servicio de la Reina. La Policía Metropolitana desfiló en formación por The Mall horas antes del comienzo del funeral. A las 5.00 horas (hora local) han sido cortadas muchas calles en el centro de la capital, principalmente entre el palacio de Buckingham, el parque Green y el parque de St James.
-Los guardias y regimientos del cortejo fúnebre de Isabel II
State Gun Carriage de la Marina Real
A las 11: 35 (hora española) el féretro ha sido conducido desde Westminster Hall hasta la Abadía de Westminster. 98 marineros de la Royal Navy, quienes han usado cuerdas atadas a las ruedas delanteras del State Gun Carriage de la Marina Real han cruzado por la plaza del Parlamento. La Royal Navy ha tirado de nuevo del citado carruaje, como ya lo hizo en los funerales de estado de cuatro monarcas: la reina Victoria, Eduardo VII, Jorge V y Jorge VI.
Cortejo hacia la Abadía de Westminster
El féretro ha sido conducido a la Abadía de Westminster, concretamente hasta el altar mayor del templo, en una tradición que se remonta al funeral de la reina Victoria en 1901. Ha sido varios miembros de la compañía de Guardias Granaderos, los más veteranos de la monarca, los que han levantado su ataúd del State Gun Carriage, el Carruaje de Armas.
La corona imperial, el orbe y el cetro
El estandarte real, la corona imperial de Estado el cetro y el orbe descansaban sobre el ataúd de la Reina. La corona es la pieza más importante de la colección de joyas reales y con más historia de la Familia Real británica. Realizada en oro, y engastada con 2.868 diamantes, 17 zafiros, 11 esmeraldas, 269 perlas y cuatro rubíes, fue la pieza que lució la Reina cuando salió de la Abadía de Westminster después de su coronación. Contiene algunas de las piezas más valiosas de las joyas de la Corona, incluido el rubí del Príncipe Negro, el zafiro Stuart y el diamante Cullinan de 317, 4 quilates. El cetro y el orbe son otros de los símbolos que representan el poder y autoridad de Isabel II.
La Familia Real en el cortejo fúnebre
El carruaje State Gun Carriage de la Marina Real ha puesto rumbo a la Abadía de Westminster seguido del rey Carlos III, la princesa Ana, el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo. Detrás de los cuatro hijos de Isabel II, caminaban el príncipe Guillermo, el príncipe Harry, sin el uniforme militar, y Peter Phillips. A continuación se encontraban el conde Snowdon, hijo de la princesa Margarita y sobrino de la Reina, el duque de Gloucester, primo de Isabel II, y Tim Lawrence, marido de la princesa Ana
La emotiva nota del rey Carlos a su madre
Uno de los detalles más emotivos del cortejo fúnebre ha sido el mensaje que el rey Carlos III ha escrito junto al ramo de flores que descansa sobre el ataúd de la difunta monarca. "Mamá amorosa y devota", se puede leer en la misiva on el membrete del Palacio de Buckinghan, con las últimas palabras escritas por el Rey a su madre. Por expreso deseo de la Reina, la corona floral ha sido elaborada de forma sostenible en un nido de musgo inglés y ramas de roble y no han utilizado la habitual esponja de plástico para su conservación.
2.000 asistentes
Majestuosa vista general del interior de la Abadía de Westminster con las espectaculares lámparas de araña que iluminan el templo más antiguo de Londres. Tres horas antes del comienzo del funeral ha abierto sus puertas para ubicar a los cerca de 2.000 asistentes, entre ellos 500 mandatarios, jefes y exjefes de Estado y de Gobierno y miembros de la realeza de todo el mundo.
Un homenaje a sus 70 años de reinado
El funeral de Estado celebrado en la Abadía de Westminster ha sido oficiado por el decano de Westminster, el reverendo David Hoyle. Un servicio religioso en el que se ha rendido homenaje a los 70 años de reinado de la Reina como jefa de Estado y de la Commonwealth. El sermón ha sido pronunciado por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, y la bendición final ha corrido a cargo del decano de Westminster.
Los cuatro Reyes de España juntos
El fallecimiento de Isabel II ha conseguido reunir a los cuatro Reyes de España en su funeral. Pese a que han entrado por separado en la Abadía de Westminster, don Juan Carlos, doña Sofía, la reina Letizia y Felipe VI se han sentados juntos en el interior del templo. No se les veía juntos en público desde hace más de dos y medio concretamente, desde el funeral de la infanta Pilar, el 28 de enero de 2020 en la basílica de El Escorial.
Los príncipes George y Charlotte en el funeral
Los príncipes de Gales, Guillermo y Kate, han querido que sus hijos mayores estén presentes en el último adiós a su bisabuela, a la cariñosamente llamaban Gan Gan. Los príncipes George, de 9 años, y Charlotte, de 7, se unieron a sus padres, como ya lo hicieron en la misa en honor al duque de Edimburgo, para participar en el memorial por la muerte de una Reina querida en todo el mundo. Los pequeños se han incorporado a los actos instutucionales y han enviado un poderoso y simbólico mensaje a la nación, siendo como son el futuro de la monarquía.
El presente y futuro de la monarquía
La reina consorte Camilla, rodeada por la duquesa de Sussex y la princesa de Gales, así como sus los príncipes George y Charlotte, y la condesa de Wessex, a su llegada al funeral en memoria de Isabel II. Igual que sucedió en el cortejo fúnebre de la semana pasada, las consortes se han desplazado en coche hasta el templo, donde los duques de Sussex han recibido el mismo tratamiento que tenían antes de salir de la Casa Real británica, pero con ligeros matices, Harry no ha lucido el uniforme militar y mientras que su padre, su hermano y sus tíos ofrecían a la soberana el saludo militar, el duque de Sussex se limitaba a inclinar levemente la cabeza.
Lectura de la Primera Ministra en el funeral
La primera ministra del Reino Unido, Lizz Truss, y la Baronesa de Escocia, Secretaria General de la Commonwealth, Patricia Scotland, han leído las lecturas del servicio religioso. Tras la intervención de Truss se ha entonado el himno 'El Señor es mi pastor', una pieza que también se cantó en la boda de la entonces princesa Isabel y el teniente Philip Mountbatten, en 1947.
El lamento del gaitero real
El funeral de Estado ha terminado con un lamento interpretado por el gaitero personal de la Reina después de que se escuchara el himno nacional y se guardaran dos minutos de silencio en el Reino Unido. Paul Burns ha sido el encargado de interpretar 'Duerme, querida, duerme' en la Abadía de Westminster. Un instante conmovedor que se ha realizado por expreso deseo de la Reina.
Impactante imagen del desmayo de un miembro del servicio de Isabel II
Un miembro del personal de Buckingham se ha derrumbado a las puertas del Palacio de Buckingham después de presentar sus respetos a la Reina. Un policía también ha sufrido otro desvanecimiento previo al servicio religioso en la Abadía de Westminster. Son días de intenso trabajo, emoción y nervios en la que se ha considerado la operación policial más grande jamás realizada en el Reino Unido.
De la Abadía de Westminster a Wellington Arch
El féretro ha sido llevado en procesión desde la Abadía de Westminster a Wellington Arch. El grupo de guardias que han portado el féretro ha colocado el ataúd en el coche fúnebre que partirá hasta la capilla de San Jorge del Castillo de Windsor, tras realizar un saludo real y escucharse el himno nacional. Este arco del triunfo también conocido como Arco de la Constitución está situado al sur de Hyde Park en el centro de la capital británica.Fue proyectado en 1825 por Jorge IV para conmemorar la derrota de Napoleón por parte del duque de Wellington.
142 marineros de la Royal Navy
Bajo el sonido de los cañones de artillería que han disparado cada 60 segundos, el carruaje con los restos de la soberana ha sido transportado a lo largo de Whitehall y The Mall y más allá del Palacio de Buckingham por 142 marineros de la Royal Navy. A continuación el ataúd de la Reina viajará en el cortejo fúnebre hasta la entrada del Queen's Home Park en el Castillo de Windsor.
Las lágrimas de la princesa Charlotte
La hija de los príncipes de Gales, la princesa Charlotte, de 7 años, no ha podido contener lel llanto durante un instante del cortejo funebre desde la Abadía de Westminster a Wellington Arch. La presencia tanto de ella como de su hermano, el príncipe George, segundo en la línea de sucesión al trono, ha tenido un valor simbólico para el futuro de la monarquía.
Desfile junto al féretro
El Honorable Cuerpo de Caballeros de Armas también desfiló a caballo junto al féretro. Ataviados con un uniforme compuesto de un abrigo rojo con faldón con puños de terciopelo azul y frentes bordados con la insignia real Tudor del Portcullis y cascos con penachos de plumas, sirvieron a la reina Isabel II en muchos actos de servicio, como visitas de jefes de Estado o la apertura del Parlamento.
Último viaje al castillo de Windsor
El ataúd de la Reina ha viajado en el cortejo fúnebre hasta la entrada del Queen's Home Park en el Castillo de Windsor. A continuación, el féretro ha sido llevado en procesión a la Capilla de San Jorge por el Regimiento de Caballería, seguido por la Escolta montada del Rey y los tambores de los soldados escoceses e irlandeses, donde tendrá lugar el entierro. Isabel II descansará para siempre en la capilla de Jorge VI, junto a su marido Felipe de Edimburgo, sus padres y su hermana, la princesa Margarita.
Su llegada al castillo Windsor, destino final de la Reina
Un destacamento de la compañía de Guardias Granaderos ha desfilado frente al Castillo de Windsor. El féretro es llevado en procesión a la Capilla de San Jorge por el Regimiento de Caballería, seguido por la Escolta montada del Rey y los tambores de los soldados escoceses e irlandeses.
-El rey Felipe y doña Sofía asisten juntos a la despedida de Isabel II en Windsor
Los corgis de la Reina
Las mascotas de la reina Isabell II fueron sus más fieles acompañantes durante toda su vida y también han estado presentes en su último adiós en el Castillo de Windsor. Tras su fallecimiento muchos se preguntaron quién se quedaría con los corgis de la Reina. Tal y como confirmó un portavoz del príncipe Andrés, duque de York, estos dos corgis que pertenecían a su madre, concretamente Muick y Sandy, vivirán con él y con su exmujer Sarah Ferguson en Royal Lodge, en Windsor. La expareja sigue residiendo en la misma vivienda a pesar de su separación y han sido ellos quienes han adoptado a estos dos perros, que fueron un regalo para la reina Isabel II después de la muerte del duque de Edimburgo.
Un enorme estandarte domina la procesión
El Estandarte Real del regimiento de Guardias de Granaderos aparece delante del coche fúnebre. Se trata de una enorme bandera que la Reina le entregó a los Guardias de Granaderos al comienzo de su reinado. Nunca ha sido cambiado o remplazado en sus más de 70 años en el trono, de ahí su posición destacada en el cortejo. El color rojo de la compañía de la Reina ha dominado la última procesión de Isabel II hacia la capilla de San Jorge.
The Long Walk
El coche fúnebre ha recorrido en procesión el llamado The Long Walk, un camino de cinco kilómetros que fue creado en 1680 por el rey Carlos II y que culmina en la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor. Desde primera hora miles de visitantes esperaban a los lados de esta gran avenida repleta de árboles que se extiende por el gran parque de Windsor para ser testigos del último camino de la monarca antes de ser enterrada.
La ausencia de la reina Letizia y don Juan Carlos en Windsor
El rey Felipe VI, acompañado de su madre, la reina Sofía, asistieron a la despedida de Isabel II en Windsor. Doña Letizia ni don Juan Carlos han podido acudir al servicio religioso previo al entierro de la Reina al que Carlos III de Inglaterra ha invitado a todas las Casas Reales. En el caso de doña Letizia ha sido por problemas de agenda, ya que esta misma tarde tenía que coger un vuelo a Nueva York para celebrar el Día Mundial de la Investigación en Cáncer, don Juan Carlos "ha declinado la invitación", han explicado desde Zarzuela.
Entrada de Isabel II en la capilla de San Jorge
Acompañado por el rey Carlos y otros miembros de la Familia Real, entre los que se encontraban la princesa Ana, el duque de York, el conde de Wessex y el príncipe Guillermo, el féretro ha llegado para el último homenaje antes del entierro al capilla de San Jorge, un responso que Isabel II dejó preparado en vida. Muchos de los asistentes a esta capilla no han acudido al funeral celebrado horas antes en la Abadía de Westminster.
Capilla de San Jorge, escenario del último adiós
Los actos fúnebres públicos por Isabel II han llegado a su fin en Windsor. A las 19:30 horas el Rey y sus familiares volverán a la capilla para el entierro de Isabel II en la capilla del Rey Jorge VI, el lugar donde la Reina descansará con su marido, el duque de Edimburgo, y junto a sus padres y su hermana Margarita. Los detalles de ese servicio religioso no han sido revelados, ya que el Palacio de Buckingham ha confirmado que es un servicio religioso privado y una "ocasión familiar profundamente personal".
La Familia Real en la capilla de San Jorge
De izquierda a derecha: El rey Carlos III, la reina consorte Camilla, la princesa Ana y su esposo, el vicealmirante Sir Tim Laurence. A continuación se ha sentado el duque de York, la princesa Beatriz de York y su marido, Edoardo Mapelli, y Sarah Ferguson. En la fila anterior, el príncipe Eduardo, duque de Wessex, y su esposa, Sofía de Wessex, junto a sus hijos, Lady Louise Windsor y James, vizconde Severn, durante el servicio religioso en memoria de la Reina en la capilla de San Jorge.
Simbólico gesto
Uno de los gestos más simbólicos de este último servicio religioso ha sido cuando el joyero real ha retirado en presencia del rey Carlos III la corona del Estado Imperial, el orbe y el cetro del ataúd, que han sido colocados en el altar por el decano de Windsor. El Teniente Coronel del Regimiento al mando de la Guardia de Granaderos le ha entregado a Su Majestad el Rey la Bandera de Campamento de la Compañía de la Reina, y el Rey la ha colocado sobre el ataúd. Y el Lord Chambelán, jefe de la Casa de la Reina, ha roto su Varita de Oficio y la ha colocado también sobre el féretro.
Once días de homenajes ininterrumpidos
Vista del interior de la Capilla del Rey Jorge VI, el lugar donde la Reina descansa ya con su marido, el duque de Edimburgo, y junto a sus padres y su hermana Margarita. El cierre definitivo de la capilla se producirá a las 00:00 horas cuando el gaitero real toque un lamento y suene el himno nacional que pondrá fin a una jornada memorable en la que se pondrá fin a once días de homenajes ininterrumpidos a la figura de Isabel II.