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Funeral de Estado en la Abadía de Westminster

George y Charlotte de Gales dan un paso al frente en la despedida de su querida 'Gan Gan'

Los príncipes Guillermo y Kate han querido que sus hijos participen en un momento histórico para el país y familiar para los Windsor


Actualizado 20 de septiembre de 2022 - 15:47 CEST

Es un momento histórico: se ha marchado al último icono del siglo XX y una despedida así no se vive en el Reino Unido desde los años sesenta. No obstante, no conviene olvidar que también es el adiós a una madre, a una abuela y a una bisabuela. Los nuevos príncipes de Gales, Guillermo y Kate, han querido que sus hijos mayores estén presentes en un día clave para la familia Windsor y que nunca podrán olvidar: el adiós a su bisabuela, a la cariñosamente llamaban Gan Gan. Los príncipes George, de 9 años, y Charlotte, de 7, se unen a sus padres -que estuvieron unos días meditando si llevar a los niños o no- al funeral de Estado de Isabel II. Un debut que marca su incorporación a la vida institucional como hijos de los príncipes de Gales y envía un simbólico mensaje al país. 

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George y Charlotte de Gales se unen al último adiós a su querida bisabuela© Getty Images
Tras la muerte de Isabel II, la Familia Real ha vivido cambios. Con Carlos III en el trono, los príncipales apoyos son Camilla, que ya ejerce de reina consorte, y los príncipes de Gales. En un segundo plano ha quedado la condesa de Wessex, cuyo papel está por determinar, mientras que han dejado claro que la presencia de los duques de Sussex es una cuestión puntual en lo que dura el duelo por Isabel II

Los pequeños llegaron junto a sus padres en coche al Westminster Hall, lugar en el que ha estado durante todos estos días la capilla ardiente, allí el príncipe Guillermo se ha bajado para seguir a pie como parte del cortejo fúnebre, mientras que Kate, nueva princesa de Gales; Camilla, nueva reina consorte; y los príncipes George y Charlotte han continuado en coche hasta la abadía, donde entraban unos minutos después para esperar la llegada del féretro de Isabel II, cubierto por toda la simbología propia de la soberana. Recorridos esos dos kilómetros y cuando los restos mortales de la hasta ahora jefa del Estado entraban en la abadía, al cortejo se han unido las consortes y en ese momento también George y Charlotte, que han avanzado con paso solemne detrás de su abuelo, el rey Carlos III, entre sus padres y un paso por delante de sus tíos, los duques de Sussex.

Minuto a minuto: sigue aquí la despedida a Isabel II

 

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Por otro lado, esta era la primera vez que George y Charlotte de Gales aparecían en público tras el fallecimiento de Isabel II, que sucedió hace diez días. Entonces el príncipe Guillermo puso rumbo a Escocia para encontrarse con el resto de su familia en torno a Isabel II, mientras Kate se quedó en Windsor para recoger a los niños del colegio

 

 

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Los pequeños han entrado con su madre y han esperado la llegada del féretro para unirse a su padre hasta el altar. En todo momento han seguido el protocolo, especialmente significativo ha sido el gesto de no tomar la mano de sus padres

 

Los pequeños han seguido el servicio religioso –oficiado por el Deán de Windsor y el Arzobispo de Canterbury- en primera fila y atentos al programa de mano para ir siguiendo las lecturas y los cantos que se han ido sucediendo, la mayoría de ellas centradas en la labora de Isabel II como soberana pero en la que el Deán ha querido recordar que también se la llora como sucedería en cualquier familia. Los pequeños, que ahora ocupan el segundo y tercer puesto en la línea sucesoria, han demostrado lo que habían valorado Guillermo y Kate, que "están a la altura" de un momento así. No sucede lo mismo con el príncipe Louis, que todavía tiene cuatro años, y que según ha contado la princesa de Gales a los ciudadanos con los que se ha encontrado durante estos días, le está costando entender que no verá más a su bisabuela, con la que mostró un gran sintonía el pasado junio, durante las celebraciones por sus 70 años en el trono. Louis de Gales habría encontrado consuelo -según Kate- en la idea de que ahora el duque de Edimburgo ya no está solo.

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El único que no ha participado en el funeral de Estado ha sido Louis de Gales, que todavía tiene cuatro años y que las celebraciones por el Jubileo de Platino de Isabel II demostró ser todavía demasiado espontaneo para este tipo de actos
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George, de nueve años, y Charlotte, de siete, han pasado a ocupar el segundo y tercer puesto en la línea sucesoria al trono británico, siguiendo a su padre, el nuevo príncipe de Gales

Ha sido llamativo que los pequeños han avanzado sin agarrar la mano de sus padres, una anomalía, ya que siempre van de la mano de sus padres, y esto se debe a que han cumplido el protocolo a la perfección, la princesa Charlotte en alguna ocasión se agarraba una mano con otra. Por otro lado, ya llegando al final del funeral, después de la procesión por las calles Londres, se ha podido ver como la condesa de Wessex hacía un pequeño gesto de cariño al príncipe George, que ha mantenido el tipo al más puro estilo Windsor. George y Charlotte (de Cambridge hasta ahora, de Gales desde de la muerte de Isabel II) estuvieron presentes en la Misa de Acción de Gracias que se celebró en esta misma Abadía de Westminster en memoria del duque de Edimburgo el pasado marzo, sin embargo, no participaron en su funeral, que tuvo lugar en el Castillo de Windsor. Ahora la situación es distinta, la muerte de su bisabuela está mucho más reciente (fue el pasado 8 de septiembre) y ha cambiado la vida de todos, al producirse un movimiento en la línea sucesoria que ha puesto a los príncipes Guillermo y Kate como pilares del reinado de Carlos III. El tema de la presencia de los hijos de los príncipes de Gales ha sido muy comentado en los últimos días en el país, por un lado, para algunos, la presencia de los niños es una forma de demostrar que el orden sucesorio está garantizado en un momento de inestabilidad por el relevo generacional; pero, por otro lado, esta presencia trae recuerdos amargos del pasado, sobre todo para los príncipes Guillermo y Harry, que ya caminaron detrás del ferétro de su madre.

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George y Charlotte de Gales estuvieron el pasado marzo en la Abadía de Westminster para la misa de acción de gracias en memoria del duque de Edimburgo, allí ya coincidieron con autoridades británicas y miembros de otras casas reales, sin embargo, nunca habían participado en un funeral, mucho menos en uno de  Estado

Príncipe Guillermo: 'El mundo perdió a una líder extraordinaria; yo, sin embargo, he perdido a una abuela'

"El mundo perdió a una líder extraordinaria; yo, sin embargo, he perdido a una abuela". Estas palabras, extraídas de su primer comunicado, resumen muy bien el momento que atraviesa el príncipe Guillermo, volcado desde hace diez días en el relevo generacional de la Corona británica, mientras ha multiplicado su presencia, con el apoyo de Kate, nueva princesa de Gales, en los actos de duelo en memoria de Isabel II. El funeral de Estado -de este histórico lunes 19 de septiembre en la Abadía de Westminster- es la recta final, el último adiós a la mujer que le enseñó, además del oficio, que "el dolor es el precio que pagamos por el amor". El príncipe Guillermo -pieza clave en el reinado de Carlos III- se despide de su abuela a la vez que da un paso al frente como heredero ante una amplísima representacion de jefes de Estado y de monarquías europeas. 

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Meghan, duquesa de Sussex, junto a la reina consorte, la princesa de Gales y la condesa de Wessex, observando el traslado del féretro de Isabel II al coche fúnebre que le iba a llevar hasta Windsor, a una hora de Londres, su destino final
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Terminado el funeral de Estado y la procesión fúnebre, los pequeños han esperado junto a su madre y el resto de consortes de la Familia Real para cerrar los actos de Londres y comenzar el regreso a Windsor, donde será enterrada Isabel II y donde viven los príncipes de Gales con sus hijos

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Hay que recordar que Guillermo y Kate se mudaron de Londres a Windsor con sus hijos este verano, con el fin de estar más cerca de la Reina, que tras el fallecimiento del duque de Edimburgo decidió que iría al Palacio de Buckingham en momentos puntuales y siempre regresando a dormir a Windsor
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Los niños han entrado por el Pórtico Galileo, la entrada a la Capilla de San Jorge reservada para la realeza y han asistido a un servicio religioso al que también se han sumado sus primas mayores, las hijas de Peter y Zara Phillips

Terminado el funeral de Estado y los actos programados en Londres, los restos mortales de Isabel II han sido trasladados hasta el Castillo de Windsor, un recorrido de una hora repleto de británicos que a ambos lados de la carretera le han ido tirando flores a su paso. Los príncipes George y Charlotte de Gales han seguido el coche para participar en esta despedida final y se les ha visto llegando al castillo y entrando por el pórtico Galileo, el que solo usan los miembros de la realeza. Después -con el féretro en el interior del templo- los pequeños se han unido al cortejo y han recorrido el coro, que esta vez estaba repleto, no con la triste imagen de soledad que dejó el funeral por el duque de Edimburgo. George y Charlotte han ocupado una primera fila en la que también estaban sus primas, las hijas de Peter Phillips, Savannah e Isla, y la hija de Zara y Mike Tindall, Mia.

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Para Kate el de este lunes 19 de septiembre también ha sido un momento único en su vida institucional y como miembro de la familia Windsor, puesto que nunca se había enfrentado a un acto de esta solemnidad en el tiempo que lleva casada con el príncipe Guillermo

No debe ser fácil lidiar con los recuerdos, sin perder el paso y mientras exportas la imagen del perfecto heredero. Sin embargo, el príncipe Guillermo lo ha vuelto a hacer, después de reconocer que caminar tras el féretro de su abuela le ha recordado a la terrible experiencia de hace un cuarto de siglo, cuando hizo lo mismo tras el féretro de su madre, Diana de Gales. Entonces tenía 15 años, ahora tiene 40 y la obligación de ser uno de los dos pilares (el otro ha quedado claro que es Camilla, como reina consorte) en los que se apoya su padre en su recién estrenado "papel" de Carlos III. Durante estos años ha sacado bastante ventaja: ha consolidado su figura en el Reino Unido, se ha dado a conocer en el extranjero y cuenta con una vida personal sin fisuras. Eso sin olvidar que a estas alturas ha quedado demostrado que si alguien podía volver a poner en circulación el título de princesa de Gales esa era Kate.