El príncipe y la princesa de Gales están considerando llevar a su primogénito, el príncipe George, al funeral de Estado de Isabel II. Los principales asesores de Palacio han pedido a los duques de Cornualles y Cambridge que consideren esta opción de permitir que su hijo, segundo en la línea de sucesión al trono, asista a la multitudinaria y emotiva despedida a la Reina. De este modo enviarían un poderoso y simbólico mensaje a la nación, según publica el diario británico Daily Mail, y sería excelente que el público viese al joven príncipe, que es el futuro de la monarquía, en el último adiós a su bisabuela, a la llamaba cariñosamente "Gan Gan".
-Así ha continuado la rutina de George, Charlotte y Louis tras la muerte de Isabel II
"Los miembros de la Corte están ansiosos por que el príncipe George esté en el funeral presente de alguna manera, aunque solo sea para tranquilizar a la nación sobre el orden sucesorio". Otra fuente del Palacio añadió: “Actualmente se está discutiendo. Aún no se ha tomado ninguna decisión". El funeral en honor a Isabel II que se celebrará el próximo lunes 19 de septiembre a las 12:00 (hora española) reunirá a 2.000 asistentes en la Abadía de Westminster, entre ellos jefes y exjefes de Estado y miembros de la realeza de todo el mundo, y será una jornada festiva para los británicos y tras la cual se continuarán con siete días de luto tal y como ya explicó el rey Carlos III.
Recordemos que George de Cambridge participó en la misa celebrada por su bisabuelo, el duque de Edimburgo, el pasado mes de marzo en la Abadía de Westminster. Su presencia en este multitudinario homenaje, junto a sus padres y su hermana, fue traducida como un paso adelante de la nueva generación. No en vano, fue su debut en una cita de estas características, una auténtica cumbre de royals ya que a los Windsor se sumaron representantes de las monarquías europeas.
Los hijos de los príncipes de Gales aún no se les ha visto en público desde que se anunció el fallecimiento de Isabel II el pasado 8 de septiembre en el castillo de Balmoral. George, Charlotte y Louis, de nueve, siete y cuatro años, continuaron su rutina después de que se anunciara la muerte de Isabel II. En cambio, estos días hemos podio ver a dos de los otros bisnietos de la difunta monarca, Mia y Lena Tindall, en la vigilia de los Príncipes en Westminster Hall. Las niñas, de 8 y 4 años respectivamente, estaban junto a sus padres Zara y Mike Tindall mientras su abuela, la princesa Ana, ocupaba su lugar junto a sus tres hermanos junto al ataúd de la Reina. Las niñas estuvieron en todo momento junto a sus primas Savannah e Isla, 11 y 10, hijas de Peter Phillips. Quién no estuvo presente fue el benjamín de la casa, Lucas, de un año.
Los príncipes George, Charlotte y Louis tampoco asistieron a la vigilia de anoche de los nietos de la Reina, y el Príncipe de Gales aún medita las sugerencias de involucrar a un niño de nueve años en el funeral. El príncipe Guillermo habló de lo emotivo que fue para él asistir al cortejo fúnebre de Isabel II porque le trajo 'muchos recuerdos' del funeral de su madre. "El caminar detrás del atáud fue muy difícil porque me trajo a la mente muchos recuerdos", explicó una mujer que tuvo la oportunidad de hablar con el ahora príncipe de Gales al Daily Mail.