En su última parada antes del funeral de Estado de Isabel II que tendrá lugar en la Abadía de Westminster el lunes, los recién nombrados príncipes de gales han visitado a las tropas de los países de la Commonwealth destacadas en el centro de entrenamiento militar de Pirbright, en el condado de Surrey. Los efectivos participarán en el sepelio a la Reina y el príncipe Guillermo y Kate Middleton, imponente de riguroso luto, pero con un sofisticado tocado, les han insufaldo ánimos y el buen humor se ha abierto también un hueco en su duelo mientras conversaban de forma distendida con los soldados, que les mostraban los ritos y danzas de sus respectivos países.
Con el gesto cansado y el rictus entristecido que envuelve a todos en la familia real en esta semana maratoniana, además de dolorosa, los príncipes de Gales han observado los preparativos de las tropas de países de la Commonwealth de Nueva Zelanda, Australia y Canadá. Allí, han disfrutado de la Haka, la ya famosa danza tradicional maorí, un pueblo indígena neozelandés que han bailado para ellos los 25 miembros de las Fuerzas Armadas del país oceánico. Además, estaban tamibén 28 efectivos australianos y 64 canadienses. Si algo han conseguido, además de mostrar el orgullo por su tradición y el su servicio a la Reina, ha sido arrancar una sonrisa al príncipe Guillermo y su esposa.
No están siendo días fáciles para los Windsor, pero en el caso de los príncipes Guillermo y Harry, los recuerdos pesan más que nunca. Así lo ha confesado el heredero en su visita a Sandingham, donde confesaba que caminando en el cortejo fúnebre de Isabel II el pasado miércoles cuando trasladaban el féretro del Palacio de Buckingham al de Westminster, no pudo evitar pensar en aquel paseo similar tras los restos mortales de su madre, Diana de Gales, hace 25 años. Según recoge el Daily Mail, durante una conversación con los efectivos de las tropas australianas, se oyó comentar al heredero que pasar en pocos meses de celebrar el Jubileo de Platino de Isabel II, a lamentar su fallecimiento mostraba los altibajos constantes que la vida. También Kate Middleton hablando con otro soldado aseguraba que resultaba "extraño" un cambio tan profundo en tan poco tiempo.
Antes del multitudinario funeral de Estado que tendrá lugar el lunes en la Abadía de Westminster, el príncipe Guillermo participará mañana sábado en una vigilia en torno al féretro de Isabel II, junto a los otros siete nietos de la Reina. Se espera que sea un acto similar a los que protagonizaron sus hijos en la catedral de Saint Giles, en Edimburgo y también en el Palacio de Westminster. Será el último homenaje antes del funeral que estará precedido por una recepción en Buckingham que ha organizado Carlos III para recibir a los dignatarios y lideres mundiales que dará el lunes su último adiós a la soberana.