Al margen de los actos oficiales en los que ha participado la Familia Real británica por el fallecimiento de Isabel II, Edoardo Mapelli Mozzi ha querido rendir su propio homenaje a la monarca. Igual que los miles de británicos que están saliendo a la calle desde el 8 de septiembre para recordar a la que durante siete décadas ha sido la jefa de Estado, el marido de Beatriz de York se acercó el lunes a Green Park para mostrar sus respetos a la monarca. Pasando desapercibido entre la multitud, el yerno del príncipe Andrés y Sarah Ferguson se detuvo en este enclave que acoge uno de los innumerables tributos que se están haciendo por todo el Reino Unido (se han trasladado allí las flores que se acumulaban en las puertas del palacio de Buckingham.
-La princesa de Gales le presta a Lady Louise un tocado lleno de significado
De riguroso luto con un traje negro y corbata, el empresario italiano fue fotografiado junto a los miles de ramos que se han depositado para recordar a la Reina en el citado parque, que forma parte de los Parques Reales de Londres y se encuentra al lado del Palacio de Buckingham. Mientras que muchas personas paseaban junto a las flores y sacaban sus móviles para fotografiar la escena, Edoardo se detuvo y se agachó. Muy atento observó cada ramo, cada nota manuscrita y cada gesto de cariño que el pueblo británico está transmitiendo a los Windsor en estos momentos.
Edoardo Mapelli, que contrajo matrimonio con la nieta de Isabel II en verano de 2020, ha participado este miércoles con la Familia Real británica en el servicio religioso que se ha celebrado en el palacio de Westminster, donde se ha instalado la capilla ardiente de la Reina tras pasar una noche en el palacio de Buckingham. El cortejo fúnebre, en el que participaron a pie el rey Carlos, sus hermanos y sus hijos (además de algún otro miembro de los Windsor), llegó a Westminster Hall en torno a las cuatro de la tarde. Allí les esperaba el resto de la familia para participar en un breve servicio religioso oficiado por el arzobispo de Canterbury. Fue entonces cuando se captó la primera imagen de Harry y Meghan junto a la Familia Real británica después de su mudanza a California. La pareja caminó de la mano mientras abandonaba el citado palacio, con el gesto serio y triste.
El dolor y la emoción en los rostros de los Windsor, que no han dejado de recibir muestras de aliento y cariño estos días de parte de los británicos, fue palpable. La princesa de Gales apenas contenía la emoción, mientras que lady Gabriella Windsor sufrió un desmayo cuando los restos de la reina Isabel llegaron a Westminster. Es allí donde quedó instalada una capilla ardiente por la que se espera que pasen un millón de británicos en los próximos días. El recinto estará abierto durante 24 horas hasta primera hora del próximo lunes 19 de septiembre, fecha en la que se celebrará el funeral de Estado que congregará a representantes de la realeza europea y líderes mundiales
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