Isabel II poseía una colección privada de joyas de más de 300 piezas, que incluye 98 broches, 34 pares de pendientes y 15 anillos, pero será enterrada tan solo con dos de ellas. Hablamos siempre de su joyero particular, ya que las joyas oficiales de la Corona se guardan con celo en la Torre de Londres desde el siglo XVII y constan de más de 23.000 diamantes, safiros y rubíes. Se espera que la Reina lleve tan solo su anillo de boda y unos pendientes de perlas, según ha contado al diario Metro Lisa Levinson, jefa de comunicación del National Diamond Council.
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Su anillo de casada fue en regalo de bodas que hicieron a sus padres en 1923 y está elaborado con oro galés. Comenzó entonces la tradición británica de utilizar este metal precioso en los anillos de bodas reales. En concreto para esta pieza se extrajo de la mina de Clogau St. David. Levinson considera que no utlizará más que esta joya de enorme valor sentimental y unas perlas ya que su joyero es también un legado, no solo para su familia, sino también para Reino Unido y la Commonwealth. La experta cree que su anillo de compromiso se lo dejará a la príncesa Ana, su única hija. Se trata de una pieza elaborada con diamantes de una tiara de Alicia de Battemberg, la madre de Felipe de Edimburgo.
La princesa Ana, acompañada de su marido sir Timoty Laurence, ha sido precisamnente la que ha acompañado a su madre en su último viaje desde Edimburgo, donde le dedicaron una solemne, pero emotiva despedida en la catedral de Saint Giles, hasta el Palacio de Buckingham. Allí, la ha despedido en la intimidad su familia al completo. No han faltado ni sus hijos ni sus nietos, incluidos los duques de Sussex, que han dado su último adiós a su madre y abuela en el salón conocido como Bow Room. Este miércoles será trasladado a Westminster Hall donde todos los ciudadanos que quieran podrán mostrar sus respetos. El féretro estará cubierto por la bandera 'royal standard', la enseña de los monarcas británicos, y sobre élla colocarán la corona imperial del Estado, el orbe del soberano y el cetro del soberano, las joyas de la Corona más valiosas.
El próximo lunes, 19 de septiembre, tendrá lugar el multitudinario funeral de Estado al que se espera que acudan representantes de Gobiernos y Casas Reales de todo el mundo. Tras la ceremonia en la abadía de Westminster, el féretro de la Reina será trasladado a la capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor, donde tendrá lugar un servicio religgioso privado para los miembros senior de la familia real. Finalmente, sus restos mortales descansarán junto a los de sus padres y las cenizas de su hermana, la príncesa Margarita. El ataúd de su marido, Felipe de Edimburgo, que reposa bajo la bóveda real, se cambiará de sitio para que acompañe al de su esposa, la Reina.
Así fue la primera y única visita oficial de la reina Isabel II a España