La visita de Carlos III a Irlanda del Norte ha generado una enorme expectación, pues es la primera vez que lo ha hecho como monarca de Reino Unido. El soberano, de 73 años, ha aterrizado en el aeropuerto de la ciudad de Belfast a las 12:30 horas (13:30 horas en España). Junto a él se encontraba Camilla, la nueva Reina Consorte. El matrimonio ha viajado en un vuelo procedente de Edimburgo, Escocia, donde permanece el féretro de Isabel II desde el domingo y desde donde será trasladado esta misma tarde a Londres para el funeral de Estado del próximo lunes.
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- Foto a foto: la pompa con la que el rey Carlos comienza su reinado
A su llegada, el matrimonio ha sido recibido por recibido por el ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, que ya había enviado sus condolencias a Carlos III por el fallecimiento de su madre. Ahora ha podido darle el pésame en persona. También han conversado con Fionnuala Jay-O’Boyle, que desde 2014 ostenta el cargo de Lord Teniente de Belfast. Una niña ha entregado un ramo de flores a Camila y un niño le ha regalado al Rey una cajita de bombones con la imagen de la Calzada Gigante, una de las atracciones turísticas más importantes de Irlanda del Norte.
La primera parada del matrimonio ha sido el Castillo de Hillsborough, residencia oficial de la Familia Real británica en Irlanda del Norte que destaca por sus espectaculares jardines. Carlos y Camilla han llegado en coche a este histórico edificio entre los vítores de numerosos ciudadanos que aguardaban su llegada con emoción.
Antes de entrar han dado un breve paseo por los alrededores para saludar a los ciudadanos y darles las gracias por las flores y los cientos de mensajes que han dejado a las puertas del castillo en señal de duelo por la muerte de Isabel II. El monarca ha protagonizado esta simpática foto con un estudiante, que ha acudido con su mascota, un corgi, la raza de perro por la que sentía una gran devoción Isabel II. Una vez dentro, han sido recibidos con una salva de 21 cañonazos y se ha izado el estandarte personal del soberano británico, que incluye en un cuadrante el arpa dorada del viejo reino de Irlanda. También han visitado una exposición sobre la vinculación de Isabel II con Irlanda del Norte.
En este imponente castillo, el monarca ha hecho referencia a los cambios "trascendentales e históricos" que ha vivido Irlanda del Norte durante el reinado de su madre. "Ella nunca dejó de orar por el mejor de los tiempos para este lugar y para su gente, cuyas historias conocía, cuyo dolor había sentido nuestra familia y por quienes sentía un gran afecto y respeto", ha asegurado.
El monarca se ha reunido con el ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, y con representantes de los principales partidos locales, incluido el republicano Sinn Féin, antiguo brazo político del ya inactivo IRA. También ha recibido un mensaje de condolencias por parte de Alex Maskey, presidente de la Asamblea de Irlanda del Norte.
Carlos III ha dado las gracias a Alex Maskey por su pésame y ha reconocido que la muerte de su madre le ha provocado un "gran dolor personal". Además, ha recalcado que Isabel II sentía un profundo afecto por Irlanda del Norte y sus ciudadanos. "Durante los años del reinado de mi madre ha sido un privilegio dar testimonio de una vida tan entregada", ha añadido. Por su parte, está dispuesto "a buscar el bienestar de todos los habitantes de Irlanda del Norte".
Tras estas palabras, Carlos III y Camilla han asistido a una recepción en Hillsborough, organizada por Chris Heaton-Harris, en la que han conversado con los dirigentes políticos de Irlanda del Norte, como Doug Beattie, líder del Partido Unionista del Úlster; la vicepresidenta del Sinn Féin, la republicana Michelle O'Neill; o Naomi Long, líder de Alliance. En las inmediaciones de Hillsborough, el soberano británico y su esposa han podido estrechar la mano de las personas que los esperaban. El Rey ha preguntado a las niñas si habían dejado el colegio para poder estar presentes en ese acto mientras que Camilla se ha interesado por conocer de dónde eran. Un momento muy destacado ha sido cuando uno de los niños ha entregado al matrimonio real un dibujo de un corgi con un arcoíris que la reina consorte ha cogido mientras que el monarca ha dicho "gracias, Luca".
Última parada antes de regresar a Londres
La primera visita de Carlos III a Irlanda del Norte como Rey ha finalizado con un servicio religioso en la catedral de Santa Ana de Belfast, donde ha sido recibido por una gran ovación de personas que han explicado que estaban esperando desde primera hora de la mañana para poder ver a los Reyes. A la misa en recuerdo de Isabel II han asistido la primera ministra británica, Liz Truss, el jefe del Gobierno de Dublín, Micheál Martin, y el presidente de Irlanda, Michael D. Higgins. Este último ha acudido con su esposa Sabina. Una fila por detrás se han situado la vicepresidenta del Sinn Fein, Michelle O'Neill, y el líder del DUP, Sir Jeffrey Donaldson. El servicio religioso ha comenzado con la lectura de Eoin Millar, Eoin Millar, el embajador juvenil del premio Duque de Edimburgo de Irlanda del Norte. También ha habido un sermón del Reverendísimo John McDowell, Arzobispo de Armagh y Primado de toda Irlanda.
La misa ha finalizado con el Himno Nacional. Tras esto, los reyes Carlos y Camilla han dado un paseo por la plaza de Escritores en Belfast. Aunque está cerrada al público, numerosos ciudadanos se han concentrado en los alrededores, sobre todo, en las calles que unen el Castillo de Hillsborough con la catedral de Santa Ana. Cuando su visita ha finalizado, han iniciado su viaje de regreso a Londres para encabezar la recepción del ataúd de la Reina en el Palacio de Buckingham junto a otros miembros de los Windsor.