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La Familia Real británica ha vuelto a reunirse la tarde del lunes en la Catedral de St. Giles de Edimburgo para rendir homenaje a Isabel II, cuyos restos mortales han llegado al templo esta misma tarde después de permanecer en el Palacio de Holyroodhouse y previamente en el castillo de Balmoral, donde murió el jueves 8 de septiembre a los 96 años. Carlos III y sus hermanos han participado en una tradición muy significativa conocida como Vigilia de los Príncipes en la que los Windsor han velado a su madre durante quince minutos. La presencia de la princesa Ana supone un antes y un después ya que habitualmente en este acto solo podrían participar hombres.
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El rey Carlos, con el traje típico de Gales, ha accedido a la catedral acompañado de sus hermanos. Unos pasos por detrás iban la princesa Ana (a su derecha) y el príncipe Eduardo (en la izquierda), ambos con uniformes militares, mientras que el príncipe Andrés caminaba en última posición. Los cuatro se han colocado alrededor del féretro de Isabel II y a un lado, en dos asientos, han aguardado la reina Camilla y Sophie de Wessex. Durante un cuarto de hora, los hijos de la monarca se han mantenido en completo silencio, cabizbajos, rezando y con los ojos cerrados en algunos instantes. Esta tradición comenzó en 1936, con la muerte de Jorge V, abuelo de Isabel II. Durante este acto, ha continuado abierta al público la catedral y han desfilado por su interior muchos escoceses que querían rendir homenaje a una Reina histórica.
Custodiando el féretro, uno en cada esquina, se mantienen cuatro miembros de la Compañía Real de Arqueros, las mismas personas que formaron también parte de este mismo acto cuando falleció la Reina Madre en 2002. Además de velar por la seguridad del soberano siempre que se encuentre en Escocia, también sigue siendo un club de tiro con arco, propósito con el que este cuerpo se creó en 1676. Visten un uniforme compuesto por chaqueta verde oscuro con revestimientos negros, pantalones verde oscuro con rayas negras y carmesí, y un gorro Balmoral con la insignia de la Royal Company y una pluma de águila.
La vigilia de los Príncipes estaba prevista para las 19.20 horas (una hora más en España), pero ha comenzado con algo más de veinticinco minutos de retraso pese a la férrea puntualidad que caracteriza a la Familia Real británica y con la que se están desarrollando todos los actos enmarcados a la despedida a Isabel II. En esta ocasión el horario ha sufrido una modificación ya que se ha alargado la estancia del Rey en el parlamento escocés en Holyrood.
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Una multitudinaria despedida
Tras este momento del rey Carlos y su familia, ha continuado la capilla ardiente en St. Giles para que los escoceses puedan presentar sus respetos a Isabel II, quien ha reinado durante más de 70 años. Cuando horas antes llegaban el cortejo fúnebre por la Royal Mile de Edimburgo, miles de personas aguardaban este paso en la calle, por lo tanto se espera que esta primera despedida sea multitudinaria y emotiva. De hecho, las colas alrededor de la iglesia son inmensas e incesante el paso de la gente. El ataúd de la soberana, elaborado de roble, descansa sobre un catafalco, es decir una plataforma elevada, y está cubierto con el estándar de Escocia así como con una corona de flores que incluye sus variedades favoritas. La zona está acotada y alrededor están pasados los británicos para mostrar sus respetos.
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La tarde del martes, los restos mortales de la monarca serán trasladados en coche hasta el aeropuerto de Edimburgo, donde serán recibidos por una Guardia de Honor del Regimiento Real de Escocia. Desde ahí volarán, junto a la princesa Ana, a la RAF Northolt en el oeste de Londres, para descansar las siguientes horas en el Palacio de Buckingham, el que ha sido su hogar durante décadas y donde será recibido por una Guardia de Honor. Desde que se conoció la noticia del fallecimiento de la monarca, hasta esta residencia no dejan de llegar flores y homenajes de los británicos.
Antes de la vigilia, Carlos III ha tenido diferentes audiencias con la Primera Ministra escocesa, Nicola Sturgeo; y con la presidenta del Parlamento Escocés, Alison Johnstone. Estas citas marcan el inicio de su gira por las cuatro naciones del Reino Unido, la primera ya como monarca. El martes, el viaje del Rey y la reina consorte seguirán por Irlanda del Norte, donde visitarán el castillo de Hillsborough, la Catedral de Santa Ana y se reunirán con diferentes líderes. El mismo día volarán de regreso a Londres.