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Carlos III, de 73 años, ya es el nuevo monarca de Reino Unido. Una función para la que lleva toda la vida preparándose y para la irremediablemente tendrá que contar con ciertos apoyos. Entre ellos, un reducido grupo de miembros de la Familia Real británica que son los que tendrán funciones institucionales de apoyo y servicio a la Corona. Con Camilla, reina consorte, y su primogénito, Guillermo de Inglaterra, nuevo príncipe de Gales y primero en la línea de sucesión al trono, el Rey tendrá otros dos ‘bastones’ en los que sustentará su reinado: sus hermanos los príncipes Ana y Eduardo. Pocos miembros con representación para cumplir su deseo de tener una monarquía reducida.
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En su primer e histórico discurso como monarca, pronunciado un día después del fallecimiento de la Reina, volvió a expresar de manera pública el sustento que supone para él Camilla. “Se que este importante trabajo continuará en las manos de otras personas en las que confío. Este también es un momento de cambio para mi familia. Cuento con la amorosa ayuda de mi querida esposa, Camilla. En reconocimiento a su leal servicio público desde nuestro matrimonio hace 17 años, se convierte en mi reina consorte. Sé que estará a la altura de las exigencias de su nuevo papel con la firme devoción al deber en la que tanto confío”. Unas palabras que vienen a ratificar la confianza que también Isabel II depositó durante su Jubileo cuando expresó su deseo de que fuera reina consorte.
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El nuevo monarca británico sigue contando con su primogénito, el actual heredero, con el que ha demostrado una sintonía total especialmente a raíz de la pandemia - cuando sus actos se han multiplicado y ha dado un paso al frente- y tras el empeoramiento del estado de salud de Isabel II. Guillemro y Kate han viajado por todo el Reino Unido y han hecho giras por el extanjero y son, junto con sus hijos, el futuro de la monarquía. Están llamados a ser Reyes y su papel ya es determinante. “Mi heredero, Guillermo, ahora asume los títulos escoceses que tanto han significado para mí. (...) Con Catherine a su lado, nuestros nuevos príncipe y princesa de Gales, lo sé, continuarán inspirando y liderando nuestras conversaciones nacionales, ayudando a trasladar lo marginal al centro de atención, donde se puede brindar ayuda vital”, dijo. No hay duda, los príncipes de Gales son las nuevas joyas de la Corona.
Además del núcleo duro de la monarquía inglesa, Carlos III contará con el apoyo de dos de sus hermanos: los príncipes Ana y Eduardo, conde de Wessex. Tras la marcha del príncipe Harry a Estados Unidos y haber apartado al príncipe Andrés de toda función pública por su supuesta vinculación con el Caso Epstein, el monarca otorgará también protagonismo oficial a sus otros hermanos. Ana de Inglaterra, que durante la era de Isabel II, era uno de los miembros de los Windsor con una agenda cargada de compromisos oficiales, seguirá respaldando a su hermano y ofreciendo su leal y fiel servicio a la institución. El conde de Wessex y su esposa han pasado a la primera línea y seguirán con sus labores de representación del Rey. El resto de parientes, entre los que destacan su hijo, el principe Harry, y sus sobrinos, no está previsto que tengan cabida en esta monarquía adelgazada que quiere Carlos III.