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El primer discurso del rey Carlos, solemne como corresponde pero plagado de emotividad, ha contado con el imprescindible homenaje a su madre, Isabel II, y también ha desgranado algunas de sus primeras decisiones, como la concesión de los títulos de príncipe y princesa de Gales a su heredero, el príncipe Guillermo y a su esposa, la duquesa de Cambridge. No ha obviado tampoco dedicar unas palabras a su hijo menor, el príncipe Harry, y a su nuera Meghan Markle, con un mensaje de cariño en el que, sin embargo, deja claro que su futuro está "en el extranjero", de acuerdo con su deseo.
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"Quiero también expresar mi amor a Harry y Meghan mientras siguen construyendo su vida en el extranjero". Esta ha sido la frase que ha dedicado a los duques de Sussex, inmediatamente después detallar los nuevos títulos que adquirirán los duques de Cambridge. Sin embargo, para hablar del príncipe Harry y su esposa, ha utilizado sus nombres de pila, centrándose en el cariño que siente por ellos como padre y suegro, pero sin aventurar ningún tipo de cambio en la distante relación que mantiene actualmente el matrimonio con los Windsor. Hace más de dos años que decidieron comenzar una nueva vida financieramente independientes en la que a través de su Fundación Archewell y los distintos proyectos audiovisuales en los que están inmersos siguen apoyando las causas sociales en las que creen.
El homenaje de los duques de Sussex a Isabel II
Desde que los duques de Sussex se mudaron a Estados Unidos, donde han construido su nueva vida junto a sus hijos Archie y Lilibet Diana, la brecha con la familia real no ha hecho más que agrandarse. En un principio, el acuerdo por el que dejaron la primera línea de la realeza se revistió de cordialidad, pero el vuelo libre de la pareja ha estado plagado de dolorosas y polémicas declaraciones que provocaron verdaderos terremotos en Buckingham, en especial, en la famosa entrevista con Oprah Winfrey. Solo había una persona a la que siempre salvaban de sus disparos mediáticos: la Reina. Harry siempre ha estado muy unido a su abuela con la que tenía una gran conexión. Pero Isabel II ya no está.
Solo por la Reina viajó en abril a Reino Unido en un viaje relámpago mientras celebraba los Juegos Invictus en La Haya (Países Bajos). Junto a Meghan Markle hizo una visita a su abuela en Windsor poco antes del 96 cumpleaños de la monarca. No visitó entonces a ningún otro miembro de la familia. También pudo encontrarse en privado con ella durante los festejos de su Jubileo de Platino, cuando tampoco mantuvo ninguna reunión privada con su padre o su hermano Guillermo. El siguiente reencuentro familiar ha sido el que nadie deseaba que se produjese.
El último en llegar, el primero en irse
Teniendo en cuenta los escasos viajes de los duques de Sussex a tierras británicas, ha sido una enorme casualidad que se encontrasen en el país el fatídico día. Habían sido invitados a Balmoral, pero el príncipe Harry declinó la invitación. La triste evolución de los acontecimientos le obligó a ir. Lo hizo solo, ya que Meghan Markle permaneció en Londres, y unas dos horas después de su hermano, el príncipe Guillermo y sus tíos, el duque de York y los condes de Wessex que llegaron en el mismo vehículo. Ninguno de ellos alcanzó a ver con vida a Isabel II, que falleció acompañada de sus dos hijos mayores, Carlos de Inglaterra y la princesa Ana.
La familia pasó la noche en Balmoral, donde se desconoce si se produjo alguna conversación de calado con el príncipe Harry, que fue el que menos tiempo permaneció en el castillo escocés. Llegó el último en la tarde del jueves y se fue el primero muy temprano el viernes por la mañana. Según Emily Nash, editora de temas reales en HELLO!, la pareja planea quedarse en Reino Unido para despedir a la Reina en su funeral que, previsiblemente, será el lunes 19 de septiembre. Debido a esta prolongación de su estancia, el matrimonio podría plantearse traer a sus hijos, Archie y Lilibet, que solo estuvieron en el país de su padre en el mes de juliio durante las celebraciones del Jubileo de Platino de la Reina.
El tiempo dirá si estos días podrían servir para limar asperezas, pero, desde luego, ningún gesto observado hasta ahora hace presagiar algún acercamiento. Ni sus planes hasta la fecha, ni sus últimas decisiones, ni tampoco las palabras de su padre, cariñosas, pero determinantes, apuntan a un deshielo.
Aquí puedes ver integramente el primer discurso del rey Carlos III