Dentro de poco más de una semana se cumplirá el 25 aniversario del accidente de tráfico que provocó el fallecimiento de la princesa Diana de Gales. Un cuarto de siglo después, el único superviviente del trágico suceso, Trevor Rees- Jones, guardaespaldas de la madre de los príncipes Guillermo y Harry, tiene una nueva vida y trabaja como jefe de seguridad de AstraZeneca, la empresa farmacéutica con sede en Reino Unido muy conocida por ser uno de los laboratorios que ha desarrollado una de las vacunas contra el coronavirus.
Trevor Rees-Jones, de 54 años, está casado y tiene dos hijos con los que vive en una vivienda unifamiliar en Shorpshire, Inglaterra, desde hace cuatro años. El 31 de agosto de 1997 en el accidente de tráfico de París en el que además de la Princesa murió Dodi Al-Fayed y el chofer del millonario, Henri Paul, Rees- Jones sufrió graves lesiones en la cabeza y el pecho, pasó diez días en coma y los cirujanos le pudieron reconstruir la cara con 150 piezas de titanio a partir de una foto antigua de él. Tras el incidente sufrió amnesia profunda y sólo podía comunicarse susurrando y escribiendo cosas.
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Antes de su actual empleo ganó una fortuna como director de seguridad del gigante de servicios petroleros Halliburton en Houston, Texas. Según una fuente que cita The Sun: “Su vida es tranquila y sin sobresaltos. Desde luego no busca publicidad ni habla mucho sobre ello”.
Coincidiendo con los 25 años desde la desaparición de la recordada Princesa, se va a emitir un nuevo documental en Channel 4 sobre la fatídica noche en la que se escuchará a la detective francesa Martine Monteil, exjefa de la unidad de la Policía de élite, que estuvo en el puente del Alma de la capital francesa poco después del accidente automovilístico. La agente recordó cómo encontró piezas del vehículo destrozado, evidencias de un frenazo y rastros de pintura. Incluso halló perlas diminutas que pertenecían a la Princesa.