El príncipe Guillermo y su familia van a vivir un gran cambio este verano. Los duques de Cambridge y sus hijos se mudarán a Windsor próximamente. Dejan Londres, el Palacio de Kensington, el que ha sido su hogar y en el que han criado a sus hijos por una vida más sencilla, en contacto con la naturaleza y en la que puedan estar más cerca de la Reina, que ha establecido su residencia permanente en el castillo de esta localidad inglesa. Una nueva etapa que supone un giro radical en su vida y la de sus hijos, los príncipes George, de nueve años; Charlotte, de siete; y Louis, de cuatro, que se verán obligados a cambiar de colegio con la mudanza.
La idea de trasladar su residencia al campo viene rondando por la cabeza del Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton desde hace tiempo. La pareja tiene una casa de vacaciones y fin de semana, Anmer Hall, en Norfolk, que fue un regalo de la soberana británica por su boda. Sin embargo, esta finca se encuentra lejos de Londres, donde tienen lugar gran parte de sus compromisos oficiales, con lo que trasladarse allí sería inviable. Los duques de Cambridge van a seguir manteniendo su oficina y sus despachos en el Palacio de Kensington, así que necesitan que su hogar no esté demasiado lejos de la capital británica.
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En su deseo de llevar una vida más campestre Windsor reúne todas sus requisitos. Se encuentra a una hora en coche de la ctiy londinense, permite a los pequeños príncipes de Cambridge poder gozar a sus anchas de la vida al aire libre antes de que empiecen a llegar sus primeros actos institucionales y podrán estar más cerca, no solo de la Reina, sino de los padres de Kate, Michael y Carole Middleton, que viven en el municipio de Chapel Row, en el condado de Bucklebury.
De todas las propiedades que la soberana posee en Windsor parece que los Cambridge se han decantado por Adelaide Cottage, a escasos metros (unos diez minutos a pie) de los apartamentos privados de Isabel II. Esta coqueta vivienda fue levantada en 1831 para la reina Adelaida de Sajonia-Meiningen, esposa de Guillermo IV, como lugar de retiro. Consta de cuatro habitaciones y uno de sus atractivos es su espectacular chimenea de mármol. También fue uno de los lugares favoritos de la reina Victoria para desayunar y durante algún tiempo fue residencia del capitán Peter Townsend, ayudante del padre de Isabel II, y gran amor de su hermana, la princesa Margarita. Adelaide Cottage sufrió una reforma integral en el año 2015 con lo que sería el lugar perfecto para entrar ya a vivir sin tener que realizar en él una gran inversión.
Los Duques ya habrían buscado colegios cerca de Ascot para sus hijos, de hecho el benjamín de la familia, el príncipe Louis, empezará el curso en la escuela Independent Preparatory Lambrook. Además, su nueva casa será el mejor patio de recreo ya que a los juegos al aire libre, se unirán rutas como exploradores y en los jardines de la propiedad podrán pasear a los perros y montar a caballo. Cerca de Adelaide Cottage está Windsor Great Park, un lugar espacioso, perfecto para un picnic familiar, hacer senderismo, salir con la bici o hacer excursiones hasta Deer Park, donde más de 500 ciervos campan a sus anchas.
Cuando se materialice la mudanza de los duques de Cambridge a Windsor, esta encantadora ciudad inglesa va a tener el honor de contar entre sus vecinos a varios miembros de la Familia Real. Además de la Reina y los Cambridge, también se encuentra Frogmore Cottage, la casa de los duques de Sussex que aún conservan en Reino Unido y el Royal Lodge, donde el príncipe Andrés, que está apartado de sus deberes institucionales por su supuesta relación en el Caso Epstein, vive con su exmujer, Sarah Ferguson.
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