Un mes y medio después de acudir al Jubileo de Platino de Isabel II en Londres, los duques de Sussex han vuelto a la vida pública emprendiendo un viaje que en este caso tiene como destino Nueva York. El príncipe Harry y Meghan Markle han llegado a la Gran Manzana para formar parte de un homenaje a Nelson Mandela que se celebra este 18 de julio, Día Internacional del recordado expresidente sudafricano desde 2009 ya que corresponde a su fecha de nacimiento. El matrimonio, invitado por la fundación del Nobel de la Paz, participa en una reunión celebrada en el Salón de la Asamblea General de las Naciones Unidas, cita en la que se han convertido en dos de los grandes protagonistas. Su presencia ha generado una gran expectación y muy aplaudidas han sido las palabras que el nieto de Isabel II ha dirigido a los asistentes en los primeros minutos de la jornada.
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El príncipe Harry ha sido el encargado de pronunciar el discurso de apertura del acto. El sexto en la línea de sucesión al trono británico se ha subido al escenario para hablar de temas de actualidad como el cambio climático, la pobreza o la guerra de Ucrania. "Estamos presenciando un asalto global a la democracia y la libertad, la causa de la vida de Mandela", ha dicho, recordando con admiración la vida del exmandatario y el legado que dejó. En este sentido ha hecho referencia a que los desafíos a los que se enfrentó el activista, como el racismo o la división entre ricos y pobres, siguen existiendo. Además, ha explicado que la fotografía de su madre conociendo a Mandela sigue "en su pared y en su corazón" y ha resaltado la alegría que mostraba Diana de Gales en esa imagen tomada en Ciudad del Cabo solo cinco meses antes de su fallecimiento.La instantánea se la regaló el arzobispo Desmond Tutu, al que presentaron al pequeño Archie en 2019 durante una gira por Sudáfrica.
Mientras, desde la butaca seguía con orgullo la intervención Meghan Markle, a la que ha definido como su "alma gemela" y con la que ha compartido numerosos gestos cómplices. "Desde que visité África por primera vez a los 13 años, siempre encontré esperanza en el continente. De hecho, durante la mayor parte de mi vida, ha sido mi salvavidas, un lugar donde he encontrado paz y sanación una y otra vez. Es donde me sentí más cerca de mi madre y busqué consuelo después de su muerte, y donde supe que había encontrado un alma gemela en mi esposa. Y es por eso que gran parte de mi trabajo se basa allí", ha dicho. Antes de anunciar su compromiso, Harry y la exactriz de Suits viajaron a Botsuana.
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Con atención, sonriendo y sin dejar de aplaudir, han escuchado ambos al Secretario General Adjunto y el Presidente de la Asamblea General, quienes también han tomado la palabra. De hecho, han agradecido a los duques de Sussex su "defensa constante del servicio público". Se da la circunstancia de que este 2022 se llevará a cabo la 77ª reunión de la Asamblea General de las Naciones Unidas, cuyo primer encuentro tuvo lugar en Londres en 1945.
Los Sussex han llegado de la mano y visiblemente felices a esta cita para la que el hijo del príncipe Carlos ha elegido traje oscuro con corbata a juego y Meghan, con el pelo recogido en una coleta baja, se ha decantado por un sobrio vestido de manga corta negro, igual que los complementos. Muy participativos se han mostrado durante la reunión, que ha tenido dos horas de duración y en la que se han entregado dos galardones que se dan cada cinco años. El Premio Nelson Mandela de la ONU 2020 ha ido a parar a dos destinatarios: la señora Marianna V. Vardinoyannis de Grecia y al doctor Morissanda Kouyaté de Guinea por haber dedicado su vida al servicio de la humanidad.
Sus anteriores visitas a Nueva York
El pasado mes de septiembre, los Duques también viajaron a Nueva York. Durante su estancia en la ciudad de los rascacielos, entre otras actividades, se reunieron con la embajadora de Estados Unidos en las Naciones Unidas, Amina Mohammed. Aquella estancia marcó un antes y un después al ser la primera vez que aparecían en un acto oficial ya sin representar a la Familia Real británica, sino a ellos mismo. Dos meses después regresaron a la Gran Manzana para participar en la gala Salute to Freedom en el Intrepid Museum, en la que se homenajeó a los militares. Aunque ya desvinculado de sus roles militares, el Príncipe sirvió en el ejército británico diez años y por eso entregó las medallas al valor a cinco veteranos y a familias militares que viven “con las heridas invisibles de la guerra”.