Isabel II apuesta desde hace meses por actos virtuales que le permitan seguir adelante con sus compromisos sin salir de su domicilio. Pero este viernes la monarca, que lleva siete décadas en el trono, ha regresado a la vida pública para inaugurar un centro de cuidados paliativos
La Reina no ha sido el único miembro de la Familia Real británica que ha asistido al acto. La soberana británica ha acudido con su única hija, la princesa Ana. En la imagen la vemos entrando en el nuevo edificio Thames Hospice, ubicado en la localidad de Maidenhead, junto a Jonathan Jones, presidente de la junta directiva
Isabel II ha apostado en plena ola de calor por un alegre vestido de flores y se ha ayudado de un bastón para caminar. Su hija se ha decantado por un look de cuadros
La monarca, cuyo reinado es el tercero más largo de la historia, ha podido recorrer las nuevas instalaciones y conocer tanto al personal como a los voluntarios, por cuyo trabajo se ha interesado
La Reina ha destapado una placa conmemorativa para que en el centro recuerden siempre el día que la monarca los visitó. A pesar de sus problemas de movilidad, se ha mostrado muy activa y con un formidable aspecto
Uno de los momentos más destacados sido cuando Isabel II ha conocido a Pat White, que recibe cuidados paliativos y estaba acompañada de su esposo, Graham White. El matrimonio ha definido el encuentro como muy emotivo y han destacado que la Reina tiene mucho sentido del humor. No en vano, ha reaccionado muy simpática cuando, en medio de la conversación, el móvil del señor White ha empezado a sonar
El centro es nuevo y cuenta con 28 habitaciones privadas para pacientes hospitalizados, pero la entidad funciona desde hace más de tres décadas. La visita de Isabel II ha sido acogida con gran entusiasmo porque no figuraba entre sus compromisos oficiales previstos
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Antes de regresar al castillo de Windsor, donde ha fijado su residencia, Isabel II ha querido dejar plasmada esta visita a través del libro de firmas, en el que la vemos dejar un mensaje
Es la segunda vez a lo largo de la última semana que Isabel II apoya al mundo de la salud ya que antes de la citada visita otorgaba la Cruz de San Jorge a los Servicios Nacionales de Salud del Reino Unido en un ceremonia celebrada en el castillo de Windsor