Kate Middleton está de luto por la muerte de una persona que fue muy cercana a ella. Christine Hill, experta y asesora prenatal que la ayudó a prepararse para el parto de su primogénito, el príncipe George, ha fallecido a los 74 años. La relación de los duques de Cambridge con esta matrona fue muy estrecha y la visitaron en varias ocasiones su casa para buscar consejos e información médica ante la llegada del bebé. Además, asistieron con ella a las clases preparto.
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Ha sido un portavoz de la familia el que ha confirmado la triste noticia en la columna Eden Confidential del Daily Mail: “La extrañaremos dolorosamente. Su espíritu luchador, divertido y directo la hizo tener muchos amigos”:
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Antes de que el 22 de julio de 2013, el príncipe George naciera en el hospital de St. Mary de Londres, esta gurú habló sobre el tiempo que había compartido con el príncipe Guillermo y su esposa, a los cuales elogió. “Kate es una chica encantadora. Lo que ves es lo que hay”, manifestó a The Telegraph. Tras estar con ellos en varias sesiones aseguró que los duques de Cambridge “son un equipo muy fuerte” y aseguró que el Príncipe apoyaría a su esposa en todo lo que necesitase el día que llegara el alumbramiento. “El príncipe Guilermo hará lo correcto ese día”, aseguró.
Lo cierto es que siendo madre primeriza y con un embarazo complicado, Kate tuvo que asumir bastantes retos. Sufrió hiperémesis gravídica durante las gestaciones de George, que está a punto de cumplir nueve años, Charlotte, de siete, y Louis, de 4. Los tres nacieron en el mismo centro médico. Esta enfermedad se caracteriza por la presencia de náuseas y vómitos intensos y persistentes durante el embarazo y puede llevar a la deshidratación, la pérdida de peso y desequilibrios electrolíticos. Unas complicadas molestias que hicieron a la Duquesa ausentarse de su agenda oficial durante las primeras semanas de embarazo. De hecho, durante el gestación de George tuvo que ser hospitalizada.
En el año 2020, Kate habló en un podcast de maternidad sobre cómo fue la experiencia de dar a luz a su primer hijo. “Fue un poco aterrador, no voy a mentir. Todos nos habían apoyado mucho y tanto William como yo éramos conscientes de que esto era algo que entusiasmaba a todos y estábamos enormemente agradecidos por el apoyo que el público nos había mostrado”, dijo. Pero también se sinceró sobre sus medios y las emociones de esos días: “A la llegada de un recién nacido se sumó la de unos padres sin experiencia y una gran incertidumbre lo que hizo que hubiera todo tipo de emociones encontradas”.