A los duques de Cambridge les encanta escaparse a su casa de campo de Anmer Hall siempre que pueden. Es su segunda residencia y allí les gusta refugiarse los fines de semana y en vacaciones. En esta finca sus hijos pueden corretear en libertad y estar en contacto con la naturaleza, algo primordial para que puedan criarse con relativa normalidad. Los pequeños dejan de ser príncipes para convertirse simplemente en George, Charlotte y Louis y colaboran en varios de los trabajos con la ganadería que se realizan en la propiedad.
La duquesa de Cambridge es la que ha dado datos sobre el trabajo que realiza su hijo mayor durante sus vacaciones que empezarán este miércoles. A sus ocho años, George colabora en las tareas de la finca, en concreto con las labores de ensilar el heno para los animales. “Ese es el trabajo de George”, dijo su madre cuando visitó en compañía de su marido unas granjas y vieron a un robot que se encargaba de meter el forraje en los silos.
- George de Cambridge cantando por Rod Stewart y otros momentazos del concierto homenaje a Isabel II
Tal y como dijo el príncipe Guillermo a Apple Time to Walk: “Pasamos todo el tiempo que podemos aquí, es muy tranquilo” y en otras ocasiones el nieto de Isabel II ha hablado sobre la importancia que tiene para él que sus hijos se involucren en las tareas agrícolas de su segunda vivienda. No solo se encargan del pienso, los pequeños príncipes también han ayudado a dar la bienvenida a los nuevos corderos y al pequeño Louis, de 4 años, “le encantan los tractores”, dijo su orgulloso padre.
Las vacaciones de verano llegan después de unas semanas muy ajetreadas para los Cambridges que celebraron a principios del mes de junio el Jubileo de Platino de Isabel II, donde George, Charlotte y Louis participaron por primera vez subidos en un carruaje en el desfile de Trooping the Colour y salieron a saludar en el balcón de Buckingham en compañía de sus padres, del príncipe Carlos, de la duquesa de Cornualles y de la soberana británica.
Además del veraneo, la familia Cambridge está preparando su mudanza para trasladarse a vivir a Windsor, poder llevar una vida más cerca de la naturaleza, en lugar de estar en el centro de Londres, y, sobre todo, estar más cerca de Isabel II que ha trasladado al Castillo de esta localidad su residencia permanente tras toda una vida en el Palacio de Buckingham.