Isabel II acaba de celebrar 70 años en el trono, una hazaña histórica para una Reina a menudo considerada incombustible, pero nadie capaz de celebrar siede décadas en ejercicio puede serlo y son ya varios los actos a los que la soberana, aquejada de algunos problemas de movilidad, ha declinado asistir enviando en su representación al príncipe Carlos. Este mismo jueves hemos conocido que la Reina no asistirá a los Juegos de la Commonwealth que tendrán lugar en Birmingham del 28 de julio al 8 de agosto, y que estarán presididos por el heredero, según ha informado el Daily Mail. Un heredero al que no le acompañan ni las altas cotas de popularidad ni los focos, acaparados cada vez más por los Cambridge y sus hijos, pero que sigue el camino del deber señalado (y despejado) por su madre diligentemente.
Aunque se espera que otros miembros de la familia real acudan a esta competición que se celebra cada cuatro años, será Carlos de Inglaterra el encargado de presidir la ceremonia de apertura. Son ya varios los eventos de gran calado encabezados por el príncipe de Galés, siempre acompañado de la duquesa de Cornualles, en los últimos meses. No obstante, es importante subrayar que nunca suele estar muy lejos su hijo, el príncipe Guillermo, al que muchos ven ya como futuro Rey antes que a su padre. Ya en 2010, antes de su boda con Kate Middleton, una encuenta de ICM arrojaba que la mayoría de los británicos preferirían que él fuese el próximo monarca, saltando a su padre en la línea sucesoria.
Pero eso no parece que en ningún caso vaya a ocurrir. Y si había alguna duda de que la jerarquía y la tradición son los grandes bastiones de la institución monárquica, Isabel II con motivo del aniversario de su coronación en pasado mes de febrero envió un mensaje a la nación en la que preparaba el terreno no solo para su hijo, también para su nuera. "Cuando, en la plenitud de los tiempos, mi hijo Carlos se convierta en Rey, sé que le daréis a él y a su esposa Camilla el mismo apoyo que me has dado a mí", afirmó la Reina antes de dejar claro que habrá una Reina consorte: "Cuando llegue ese momento, que Camilla sea conocida como reina consorte mientras continúa con su leal servicio".
Tres meses después de estas palabras Carlos de Inglaterra sucedió a su madre por primera vez en solemne ceremonia de la apertura del Parlamento británico. Para ello, hizo falta emitir un decreto real, tras la autorización por parte de la Reina de las Cartas Patentes, que delegan en los consejeros de Estado (lo son los miembros de la Familia Real británica que ocupan los primeros puestos en la sucesión) la función de abrir una nueva sesión parlamentaria. Lo hizo junto a su esposa, la duquesa de Cornualles, y su hijo el príncipe Guillermo, presente en este importante paso adelante del heredero.
Volvió a tener un papel más que destacado al presidir la misa de Acción de Gracias en la catedral de San Pablo de Londres con motivo de las celebraciones del Jubileo de Platino y, de nuevo, a su lado, además de su esposa, los duques de Cambridge. La Reina, que no pudo estar en muchos de los actos en los cuatro días de festejos, sí se encargó de abrir los fastos con el Saludo a la Bandera desde un balcón en el que solo tenían cabida los miembros en activo de la casa real, y de cerrarlos con su saludo desde otro balcón, el de Buckingham, mucho más acotado: Isabel II, el presente de la monarquía, junto al futuro: su hijo Carlos y su mujer y los duques de Cambridge y sus hijos.
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