La pasada semana la Familia Real británica disfrutó de cuatro días de celebraciones para conmemorar el Jubileo de Platino de Isabel II. Todos los actos generaron una gran expectación al tratarse de un momento que difícilmente pueda repetirse en la monarquía (al menos en las próximas generaciones), pero al margen de todos esos eventos que fueron retransmitidos en directo y seguidos en todo el mundo, los Windsor también tuvieron festejos 'secretos'. Ha sido Mike Tindall, yerno de la princesa Ana, quien ha explicado que más allá de la agenda institucional también hubo una privada en la que destaca una comida que hicieron los nietos que tiene la monarca.
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El marido de Zara Tindall, con la que tiene tres hijos, ha contado a Alex Payne en el podcast The Good, The Bad and The Rugby que lo más emocionante de las celebraciones, en su opinión, fue precisamente la parte que nadie vio: la cita de los ocho primos Windsor. "Tuvimos un buen almuerzo de primos el jueves. ¡Eso fue lo más destacado!", ha indicado el exdeportista profesional, que se retiró en verano de 2014. Todo parece indicar que dicha comida se produjo después del tradicional desfile Trooping the colour, que congregó a la Familia Real al completo a pesar de que algunos se mantuvieron en un discreto segundo plano, cediendo todo el protagonismo al presente y al futuro de la Corona.
Para Mike, que es Miembro de la Excelentísima Orden del Imperio Británico desde 2004, ha sido muy importante poder vivir en primera persona y desde una posición privilegiada los fastos por los 70 años de la Reina en el trono. "Fue excepcional, para ser justos. Fue genial ser parte de él", ha dicho el exjugador de rugby. Lo vimos en la clausura del Jubileo, viendo la espectacular cabalgata que recorría las calles, en el Derby de Epsom, en el concierto celebrado frente al palacio de Buckingham y en la misa de acción de gracias que se ofició en la catedral de San Pablo de Londres, donde todas las miradas se posaron en la reaparición de los duques de Sussex dos años después de mudarse a California. Tampoco se perdió el Saludo a la Bandera que dio comienzo a estas históricas citas.
Otro de los festejos de los royals británicos al margen del Jubileo fue el primer cumpleaños de la pequeña Lilibet Diana el 4 de junio en el que también estuvieron los tres niños de Zara y Mike Tindall. La hija de los duques de Sussex no había estado nunca en Londres y no conocía a gran parte de su familia paterna, pero la casualidad quiso que el viaje coincidiera con su primera vuelta al sol. Con motivo de este aniversario, Meghan Markle y el príncipe Harry organizaron una fiesta en el jardín de Frogmore Cottage en la que los pequeños se divirtieron pintándose la cara, jugando, tomando aperitivos y probando la tarta, de la que se encargó Claire Ptak, repostera que hizo el pastel del enlace de sus padres en 2018. A la cita no asistieron los duques de Cambridge ni sus hijos mayores por encontrarse de viaje oficial en Gales.