Si la idea era que los ojos del todo el mundo se pusieran en Londres: lo han conseguido. En el Palacio de Buckingham –concretamente en el memorial Reina Victoria que se encuentra en frente del balcón de la residencia oficial de la soberana- se ha celebrado un espectáculo de música y arte en directo de dos horas y media inspirado en los 70 años de reinado de Isabel II. Al interior del recinto, con gradas y tres escenarios, han entrado 22.000 personas, pero por fuera, en torno a las pantallas que se han ubicado en The Mall y en el parque St. James, el aspecto de la capital británica era de lleno total.
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El Reino Unido se ha volcado con la Reina, que sigue en el Castillo de Windsor, mientras los príncipes Carlos y Guillermo, primero y segundo en la línea sucesoria al trono británico, la han representando en esta noche histórica de la que han sido testigo sus hijos, a excepción del príncipe Andrés; sus nietos, a excepción de los duques de Sussex, que este sábado celebraban el primer cumpleaños de Lilibet, y algunos bisnietos, como George y Charlotte de Cambridge, en la que es su primera fiesta (y apoteósica) en palacio.
Si querían hacer algo que no se olvidara, lo han conseguido: esta noche se recordará, igual que sucedió con los jubileos anteriores, el de oro y diamante de Isabel II y los que celebró la reina Victoria, la otra gran "anfitriona" de la noche, ya que su escultura de mármol era el eje central de escenario. Desde la imponente fachada del Palacio de Buckingham transformándose para cada actuación, hasta la imagen de Brian May de Queen con su guitarra eléctrica recordando que hace veinte años él también estuvo aquí, ya que él actúo en el Jubileo de Oro que se celebró en el año 2002, donde interpretó el Dios Salve a la Reina desde el tejado del Palacio de Buckingham. Todo, absolutamente todo tenía un hilo conductor: Isabel II y ha sido un espectáculo digno de un reinado de 70 años. Es imposible escoger un solo momento, ¿Andrea Bocelli o Rod Steward? ¿Quizá Diana Ross? Comencemos por el principio, por el principio de verdad: la infancia.
Muestra de que Isabel II es una figura capaz de unir en torno a ella a todo el país, es que ha comenzado esta Fiesta de Platino haciendo un guiño con el que se ha metido en el bolsillo a muchas generaciones: un divertido sketch protagonizada por ella misma tomando el té con el osito Paddington, otro emblema del país y de la literatura infantil desde 1958, cuando ella solo llevaba seis años en el trono. Tras esto ha venido una actuación potentísima de Adam Lambert y Queen, cantando Don´t stop me know, momento que ha sido muy celebrado por Kate y por todos los fanáticos de la banda, sobre todo cuando se ha recordado al fallecido Freddie Mercury, que lució en momentos épicos de su vida extravagantes looks inspirados en la coronación de Isabel II. Entonces, mientras la duquesa de Cambridge bailaba sin moverse de su asiento, y todos los espectadores entregados, comenzó un verdadero momento de orgullo nacional al ritmo de We Are The Champions, entonces los Windsor agitaron sus banderas más fuerte que nunca en una noche en la que todo el país está empapelado con los colores de la Union Jack.
En casa de los Cambridge se escucha 'Sweet Caroline'
El príncipe George, tercero en la línea de sucesión al trono británico y que con motivo de este jubileo ha dado un paso al frente en la vida institucional, se ha convertido en el protagonista cuando Rod Stewart, con chaqueta amarilla y un coro vestido con los colores de la bandera, ha subido al escenario para cantar Sweet Caroline, entonces al pequeño le ha cambiado la cara y ha comenzado a cantar junto a su padre. Días antes, durante los ensayos, Steward afirmó que "la Reina ha demostrado al mundo lo especial que es y la suerte que tenemos de tenerla. Esta será una ocasión trascendental". El príncipe Guillermo, por su parte, también debía pensar eso, ya que ha optado por hacer un discurso en clave medioambiental y elogiar a su abuela por tener "esperanza" en el planeta durante una parte del espectáculo en la que ha participado David Attenborough, quizá el divulgador de la naturaleza y conservacionista más famoso a día de hoy.
Tampoco hay que olvidar que esta noche que está siendo retrasmitida en directo al mundo entero, como todos los momentos importantes en la vida de Isabel II, empezando por su boda con el duque de Edimburgo en 1947 hasta el día de hoy, y que la Familia Real británica es una gran activo del país, en palabras del propio Boris Johnson, Primer Ministro británico y sentado entre las gradas a lado de los Windsor. La Familia Real británica es un reclamo capaz de generar enorme expectación (e ingresos) en torno a los acotecimientos de su vida, una muestra de ellos son las miles de personas que han atraído a la capital británica para estos cuatro días de fiesta. La atención que durante estos días están acaparando los fastos en torno a la única soberana británica que ha cumplido 70 años en el trono está además siendo beneficiosa para la institución de cara a afianzar el papel del príncipe Carlos, futuro rey del país.Él junto a la duquesa de Cornualles -futura reina consorte por deseo expreso de Isabel II- han subido al escenario para agradecer el espectáculo, mientras se proyectaban imágenes personalmente seleccionadas por él y en las que también estaba el duque de Edimburgo, fallecido el año pasado y al que Carlos le ha dedicado unas cariñosas palabras.
Artistas de hoy, como Sam Ryder, que acaba de representar al país en Eurovisión, y de siempre como Diana Ross, la estrella estadounidense de la música negra que llevaba quince años sin actuar en el Reino Unido y ha accedido a hacerlo por ser esta una noche para la reina. "He tenido el honor de conocer a la Reina muchas veces a lo largo de mi vida, incluso cuando estaba con mi familia. Su Majestad ha sido y sigue siendo una inspiración increíble para tantos en todo el mundo y me encantó recibir una invitación para actuar en una ocasión tan trascendental e histórica", ha dicho la diva que en 1993 entró en el Libro Guinness como la artista femenina de mayor éxito de todos los tiempos. Alicia Keys, Hans Zimmer, Ella Eyre, Craig David, Mabel, Elbow y George Ezra, Duran Duran, Mimi Webb, Jax Jones, Celeste, Nile Rodgers, Sigala o Diversity han completado el cartel. En una noche así no podía faltar Elton John y ha estado de alguna manera, ya que igual que la Reina había grabado algo especial para esta ocasión: "Has sido una gran parte de mi vida desde que era niño, quería grabar algo para ti en un lugar que te encantaría, Así que aquí estamos en el salón rojo del Castillo de Windsor, pensé que sería el lugar perfecto". Después, el artista que cantó durante el funeral de Diana de Gales en la Abadía de Westminster, interpretó Your Song, una actuación que se proyectó en la fachada del palacio mientras una orquesta acompañaba en directo. Algo similar hizo David Beckham (pero sin cantar), que envió un mensaje de agradecimiento a la Reina por su dedicación al país, igual que la Spice Girl, Geri Halliwell.
Hijos, nietos y bisnietos: los Windsor se han volcado en estas celebraciones
Los Windsor lo han dado todo: han apartado la formalidad de los días anteriores y han dado juego a la fiesta con gestos espontáneos y la impresión de que se lo estaban pasando realmente bien. Han estado presentes, además del príncipe Carlos, la duquesa de Cornualles y los Cambridge, los condes de Wessex con sus hijos, Louise y James; la princesa Ana y su marido Timothy Laurence; la princesa Beatriz, con su marido Edoardo Mapelli Mozzi; la princesa Eugenia, con el suyo, Jack Brooksbank; Zara y Mike Tindall; Peter Phillips con sus hijas, Savannah e Isla, y su nueva novia Lindsay Wallace, con la que hoy ha acudido por primera vez en público a una celebración de la familia Windsor, primero a las carreras de caballos de Epsom, en Surrey, y después a este concierto. En definitiva, con este recuento, la única ausencia es la del príncipe Andrés, que dio positivo en Covid antes de la misa de acción de gracias; Harry y Meghan, que han regreso al Reino Unido con un papel muy discreto y fieles a la promesa de no eclipsar estas celebraciones; y algunos pequeños de la casa, como Louis de Cambridge, que fue el protagonista del Saludo a la Bandera con sus gestos y sus charlas con Isabel II. Tampoco han faltado los duques de Gloucester; el duque de Kent, los príncipes Michael de Kent y la familia Middleton al completo. Con el fin de que todo el mundo tuviera opción a participar, el palacio sorteó diez mil entradas entre las personas que se registraron en la web el pasado marzo y reservó cinco mil para trabajadores clave, aquellos que resultaron imprescindibles para la sociedad durante el confinamiento.
Durante todo el día el movimiento ha sido constante pero no solo en Londres, también en Cardiff, donde por la mañana han estado los Cambridge; en Edimburgo, donde hay grandes pantallas en los jardines de Princes Street o en Belfast, donde han estado los condes de Wessex. En ese sentido, Windsor merece una mención aparte, ya que, aunque el grueso de las fiestas se esté concentrando en Londres, el estandarte de la Reina ondea en este castillo del condado de Berkshire, porque que ella está allí, así que durante todo el día cientos de personas han estado en los jardines de alrededor y ocupando The Long Walk simplemente para que la soberana supiera que estaban cerca. Isabel II nació como princesa de York en abril de 1926 pero entró en la historia el 6 de febrero de 1952 cuando falleció su padre, el rey Jorge VI, y ella se convirtió en la reina Isabel II. Sus hitos siempre han sido celebrados a lo grande, pero este Jubileo de Platino no tiene precedentes. Este domingo los actos continuaran en las calles de Londres, donde se celebrará un gran desfile. La guinda de las celebraciones vendrá de la mano de Ed Sheeran que cantará el Dios salve a la Reina en este mismo escenario, un momento en el que se baraja la posibilidad de que Isabel II regrese al balcón del palacio de Buckingham.