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El Reino Unido se ha echado a la calle para festejar el Jubileo de Platino de Isabel II, la primera monarca que celebra 70 años en el trono. Bajo un sol radiante, el Palacio de Buckingham y sus aledaños se han convertido en los majestuosos escenarios que han acogido el tradicional y solemne desfile Trooping the Colour, un acto cargado de pompa y ceremonial, uno de los más espectaculares de todo el calendario de la Casa Real, que este año se produce con algunas novedades. Isabel II no ha participado en la parada subida en un carruaje y tan solo se la ha visto al final, en el emblemático saludo al balcón para contemplar la exhibición aérea de la Real Fuerza Aérea (RAF). La Familia Real, con el príncipe Carlos, la duquesa de Cornualles, la princesa Ana, su marido, el vicealmirante Tim Laurence; los duques de Cambridge y sus hijos, los condes de Wessex con sus hijos los príncipes George, Charlotte y Louis; Lady Louise Windsor y el vizconde Severn; los duques de Gloucester y el resto de sus familiares, en un segundo plano, entre los que se encontraban los duques de Sussex, han particiado en el arranque del Jubileo de Platino, el primero normal tras dos años de restriccioones sanitarias.
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Londres lleva días engalanado con las banderas nacionales y las tiendas de souvenirs se han llenado de recuerdos para enmarcar este nuevo hito en el Reinado de la que es la tercera monarca más longeva de toda la historia. Los curiosos han abarrotado las gradas frente al Palacio y se han agolpado desde horas antes para coger el mejor sitio y poder ver el desfile que ha comenzado a las 11:00 horas, donde escuadrones de la Guardia Irlandesa ha comenzado con sus maniobras.
Minutos más tarde y en coche oficial han llegado el príncipe Carlos y su esposa, la duquesa de Cornualles, a Buckingham. También la duquesa de Cambridge ha acudido a la cita en otro vehículo. Lo ha hecho sola ya que su marido, el príncipe Guillermo, ha participado montado a caballo vestido con uniforme. Antes del mediodía, ha dado comienzo el desfile con el carruaje en el que iban la duquesa de Cambridge, vestida completamente de blanco con una pamela en blanco y marino, acompañada de sus tres hijos, los príncipes George, de 8 años, Charlotte, de 7, y Louis, de 4. Junto a ellos, la duquesa de Cornualles, de celeste, en el mismo coche de caballos. Los cinco han sido acompañados por la impresionante comitiva, que les ha escoltado desde el Palacio de Buckingham, para seguir por The Mall hasta Horse Guards Parade, continuar por Whitehall y regresar de nuevo ante una multitud que los aguardaba en las orillas de las avenidas.
Los hijos del príncipe Guillermo y Kate Middleton se han sentado juntos, en el mismo lado del carruaje, y no han parado de dedicar saludos con la mano a su paso durante el recorrido. George, tercero en la línea de sucesión al trono, ha llevado un traje oscuro con corbata en azul cián. Su hermana, con vestido de manga corta también en azul, y el benjamín de la familia con un simpático trajecito marinero que llevó su padre 37 años después. Los pequeños han dado muestras de una gran profesionalidad, aplomo y seguridad y se han mostrado muy desenvueltos mirando a la multitud a uno y otro lado.
Esta es la primera vez que los hijos de los duques de Cambridge participan en este desfile. Otros años sí que se les había visto en el balcón de Palacio, pero se han estrenado subidos en un coche de caballos. A George, de ocho años, Charlotte, de siete, y Louis, de cuatro, ya se les considera lo bastante mayores para que puedan estrenarse en este papel junto a su madre. En otras ediciones, Kate Middleton compartía carruaje solo con la duquesa de Cornualles.
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El primer batallón de Guardias Irlandeses, con sus característicos sombreros de pelo yuniforme compuesto por chaqueta roja, y más de 1.200 oficiales y soldados de la Household Division han sido los responsables de esta vistosa parada militar en la que también han formado parte las bandas de música del Ejército y alrededor de 240 caballos. Ha sido entonces cuando se ha visto a caballo a los príncipes Carlos, Guillremo y Ana que han formado parte de la parada militar. El pasado sábado, el segundo en la línea de sucesión dinástica supervisó durante hora y media el ensayo general de este gran acto para que todo saliera a la perfección.
Tanto el Príncipe de Gales como el duque de Cambridge y la princesa Ana han lucido en sus chaquetas la medalla del Jubileo de Platino durante el acto. El heredero al trono, con el uniforme de los guardias galeses, ha portado el sombrero de pelo de oso con una faja verde y las medallas de la Orden de Servicio de la Reina (Nueva Zelanda), la medalla de la Coronación, las medallas de los Jubileos de Plata, Oro, Diamante y Platino. Su hijo, el príncipe Guillermo, con el uniforme de coronel de los Guardias Irlandeses con la condecoración de la Orden de la Guardia de Honor, las medallas de los Jubileos de Oro, Diamantes, sus alas de la Real Fuerza Aérea (RAF), la Orden de la Jarretera y la Orden más antigua y nobble del Cardo. La princesa Ana, coronel de The Blues and Royals, ha vestido uniforme de ceremonia completo con sombrero de bicornio con pluma roja. También ha llevado las medallas del Jubileo, la orden de la Jarretera, la del Cardo y la Real Orden Victoriana.
Aunque la jornada ha transcurrido con tranquilidad, la Policía ha tenido que intervenir en la avenida The Mall para detener a un grupo de espontáneos que han roto el cordón de seguridad y han accedido a la calzada. Una vez que ha acabado el desfile, la Reina -muy feliz y con una gran sonrisa- ha aparecido vestida de azul celeste con sombrero al tono y bastón, en el balcón del Palacio de Buckingham acompañada por su primo, el duque de Kent, de 86 años, que es coronel real y ayudante de campo de la Reina, atesora varios títulos militares y visita regimientos británicos con frecuencia.
En otro de los momentos se ha visto al príncipe Harry y Meghan Markle en uno de los grandes ventanales. La duquesa de Sussex ha vestido un look compuesto por un diseño en azul marino, uno de sus favoritos en las grandes citas que ha acompañado de una original pamela blanca con un gran lazo azul. Ha estado charlando y bromeando con Savannah Phillips, hija de Peter Phillips, y Mia Tindall, la niña de Zara Tindall, bisnietas las dos de la monarca.
Posteriormente, la Reina ha salido de nuevo a balcón para presenciar la exhibición aérea. No lo ha hecho sola, con ella han estado el príncipe Carlos; la duquesa de Cornualles, los duques de Cambridge, con sus tres hijos; los condes de Wessex con sus hijos; la princesa Ana con su marido ,el vicealmirante Tim Laurence; los duques de Gloucester y los duques de Kent, todos ellos miembros de la Familia Real con funciones de representación institucional.
La monarca y sus familiares han presenciado durante seis minutos la demostración aérea que han hecho los helicópteros Apache, Typhoons y The Red Arrows de la Marina Rel y del Ejército británico. También ha habido aviones de la RAF que han estado recientemente en Kabul y Ucrania y helicópteros Puma y Chinook, todos operados por el batallón que han hecho un vuelo homenaje. Ha sido entonces cuando se ha visto la espontaneidad de Louis de Cambridge que a sus cuatro años no ha podido evitar gritar y taparse los oídos ante el estruendo de los motores de la patrulla aérea.
Cuatro días de celebraciones históricas
El desfile de Trooping the Colour se celebra todos los años y en esta ocasión se ha enmarcado como el primer gran acto de las celebraciones del Jubileo. Desde hace 260 años, esta espectacular cita sirve para celebrar el cumpleaños del monarca británico y este año, además, es el primer plato de la conmemoración de sus siete décadas en el trono. Isabel II cumple años el 21 de abril, pero ese día lo festeja de manera privada y deja toda la pompa para la primera semana de junio para que, con el buen tiempo, los británicos puedan disfrutar en la calle de este desfile militar. En el pasado, la soberana, una experta amazona, participaba montada a caballo, pero este año y dados sus problemas de movilidad lo ha hecho desde el Palacio de Buckingham.
El Trooping the Colour es solo el primer plato de una agenda jubilar de lo más intensa. Esta noche se procederá al encendido de balizas, faros y señales luminosas, una costumbre muy arraigada en la Casa Real británica que festeja con fuego los cumpleaños y muy especialmente los Jubileos de sus monarcas. En total, se encenderán más de 1.500 señales de este tipo, que se encenderán con la baliza principal ante varios miembros de la Familia Real.
Un día después, este viernes, tendrá lugar el servicio de acción de gracias en la catedral de San Pablo, la misma en la que se casaron el príncipe Carlos y Diana de Gales. En este acto se espera ver, además de a todos los Windsor, a los duques de Sussex y al príncipe Andrés, ya que se considera el compromiso más recogido y familiar de todos. Le seguirá una recepción en el Guildhall organizada por el alcalde de Londres. El sábado, será el Derby de Epsom, una carrera de caballos en el condado de Surrey, a la que no irá Isabel II, sino que será su hija, la princesa Ana, la que la sustituya. Se espera que coincidiendo con el primer cumpleaños de Lilibet, la hija menor de los duques de Sussex, la monarca conozca a su bisnieta, la única a la que no ha visto cara a cara. Por la tarde tendrá lugar la Platinum Party con la participación de grandes estrellas y el domingo habrá un gran almuerzo con el príncipe de Gales y la duquesa de Cornualles como anfitriones. El Jubileo de Platino de Isabel II acabará el domingo por la tarde con la actuación de Ed Sheeran cantando el himno nacional frente al Palacio de Buckingham.
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